
El management de las compañías es una pieza fundamental en su funcionamiento e inclusive tiene un fuerte impacto en los inversores y accionistas de las mismas. A través del Argentina Board Index, la consultora Spencer Stuart relevó por primera vez la situación de los directorios de 37 empresas de variads sectores económicos cotizantes en BYMA para observar tendencias y realizar mejoras.
El informe indagó sobre distintas variables que juegan un rol importante en la composición de las administraciones corporativas como, por ejemplo, diversidad, tamaño, independencia, edad promedio como también la periodicidad de reuniones y duración de mandatos.
La diversidad de género es un punto relevante a la hora de examinar la composición de las administraciones societarias, aún más siendo un tema de agenda pública. En nuestro país, el promedio de mujeres en las empresas relevadas es del 8%, en sintonía con el promedio regional que varía entre el 6,8% y 9,4 por ciento. Sin embargo, en la comparación mundial, el resultado es muy pobre: el promedio global se ubica en el 24% con picos del 40% en Francia.

Si se analiza por industria, las mujeres cuentan con mayor participación en el sector tecnológico, de medios y telecomunicaciones, cifra que se eleva al 12,9%. En tanto, las sociedades dedicadas a la actividad industrial el número es de apenas 2%.
Por su parte, la ley argentina exige que, mínimamente, el directorio tenga tres integrantes. El 41% de las compañías tiene entre seis y nueve miembros, el 35% entre 10 y 12, mientras que sólo el 14% de los casos tiene cinco. Las empresas locales tienen, en promedio, un tamaño de 9,1 directores por compañía y, de esta manera, se ubican por encima del promedio regional que oscila entre los 7,3 y 8,9.
"Este primer trabajo es una foto de la situación actual de las compañías, que nos permitirá saber qué ocurre hoy en los gobiernos corporativos y, así, observar tendencias y realizar mejoras", afirmó Pablo Taussig, socio de Spencer Stuart a El Cronista.
La independencia del management también es una pieza clave, que además está regulada por la Comisión Nacional de Valores (CNV). La presencia de directores independientes permite una mejor toma de decisiones, minimiza riesgos y protege al inversor minorista.
Las administraciones societarias con autonomía propia representan el 42,26% del total analizado, destacándose el sector energético e industrial con niveles del 45,8% y 44,9%, respectivamente. En tanto, el promedio de directores autónomos por compañía es de 3,83, siendo dos el número indispensable por ley.
Otras variables consideradas en la realización del estudio son la edad promedio y la formación académica. En el primer caso, el 80% de los ejecutivos del directorio se concentra en un rango etario de entre 46 y 75 años. Sólo el 3,3% más de 75 y el 17,5% tiene menos de 45.

En segundo lugar, el 52,4% de los directores alcanzó un título de grado universitario como máximo, mientras que el porcentaje se mantiene alto en el caso de las maestrías (30%), pero baja drásticamente en los doctorados (1,8%).

Las carreras universitarias más estudiadas por los miembros de directorios están vinculadas a las ciencias económicas: el 45,2% se graduó como Contador Público, Administración o Economía, seguido por Ingeniería (18,8%) y Derecho (18,2%).
Por último, el 43,2% de las compañías tienen un periodo de duración de mandato de tres años, máximo permitido por ley, y el 70% se reúne, como mínimo, cuatro veces al año.













