Para muchos, el nombre blockchain remite de manera indivisible a Bitcoin y otras monedas virtuales. De ese total, un buen porcentaje lo debe asociar con las pérdidas sufridas cuando los valores de estos activos se desplomaron en los últimos tiempos. Sin embargo, y lejos de aquel refrán que dice que "el que se quema con leche ve una vaca y llora", las cadenas de bloques se consolidan con nuevos casos de uso que aprovechan sus cualidades esenciales -transparencia, trazabilidad de punta a punta, confianza demostrable en operaciones de las que participan muchas partes- para aportar valor a las empresas desde nuevos lugares. De hecho, el portal Statista, especializado en estudios de mercado, estima que las inversiones en soluciones basadas en esta tecnología llegarán en todo el mundo a los US$ 19.000 millones en 2024, tres veces más que lo registrado apenas tres años antes. 

Por otra parte, ya existen numerosos proyectos a lo largo del mundo para lanzar monedas digitales oficiales basadas en blockchain. En la medida en que estos proyectos prosperen, las empresas van a necesitar avanzar sobre esta tecnología para garantizarse un lugar en todo este nuevo canal de flujo de dinero. 

 "Como es un sistema de distribución seguro de información, los usos que no sean de criptomonedas pueden ser toda transferencia de información segura, tales como datos financieros, documentos, servicios de claves o información sobre auditorias de alta confidencialidad", enumera Sergio Aguilera, director de las carreras de informática de la Facultad de Ingeniería y Tecnología Informática de la Universidad de Belgrano, quien asegura que la banca, el sector público y las grandes corporaciones que utilizan SAP como herramienta de gestión se anotan entre las primeras en explorarla. "Nació y se desarrolló en el ambiente de activos virtuales, que necesita de un alto grado de credibilidad, confianza y control entre fuentes y receptores de información, pero ya se ha extendido a muchas otras áreas ‘calientes'", confirma. 

Más atributos positivos 

Los atributos de blockchain no se terminan ahí. "Dadas sus características de descentralización y cómputo distribuido, la información que almacena presenta un alto grado de disponibilidad, aun en el caso en que un número de nodos de la red deje de funcionar por causas naturales o antropogénicas", explica Mariano Zibecchi, vicepresidente de Delivery de intive Americas, proveedora de soluciones de transformación digital. "La información de una blockchain es inmutable, no puede ser borrada ni alterada, por lo que constituye una fuente de verdad respecto del proceso de negocio", amplía. La empresa se encuentra trabajando en las fases iniciales de desarrollo de una aplicación para trazabilidad adaptable a distintos verticales de industria. 

"Es cierto que blockchain hizo su primera aparición de la mano de las criptomonedas, pero la segunda ola, desencadenada en 2022 con el surgimiento de la Web3, está promoviendo soluciones de valor agregado en una variedad de industrias", cuenta Rodolfo Vigliano, cofundador y CEO de Pala Blockchain, empresa que desarrolla herramientas sobre esta tecnología. "Su verdadera proeza reside en su capacidad para generar soluciones basadas en infraestructura pública, lo que reduce significativamente los costos y, además, una vez que las personas experimentan la facilidad de uso, no hay vuelta atrás: es un camino sin retorno", aporta. 

De todas formas, la ruta se ve sinuosa. "La exploración de blockchain aún está en sus comienzos en relación a otras regiones: existen numerosas empresas y organizaciones experimentando con ella, pero la implementación a gran escala todavía está en proceso", sostiene Matías Bari, CEO y  cofundador de Satoshi Tango, plataforma de compraventa de monedas. En la misma línea, la mayor parte de casos concretos se está dando entre empresas innovadoras más que entre las tradicionales, en especial cuando el eje se corre ligeramente de los usos más habituales en empresas "tradicionales", como trazabilidad de mercaderías de extremo a extremo.

 Y esto para qué sirve 

"La adopción de blockchain en la Argentina está en ascenso y la impulsa la proliferación de billeteras digitales y la diversificación de activos financieros", dice Vigliano. "Se estima que existen más de 4 millones de billeteras blockchain en el país, es decir, un 100 por ciento más que un año antes", agrega. Según el fundador de Pala Blockchain, a medida que la gente comprende que se trata de una solución "triple B", buena, bonita y barata, "muchas PyMEs se acercan para ver cómo pueden aplicarla para comercializar sus productos, desde locales de ropa, hasta negocios de venta de electrodomésticos". 

Con respecto a los casos de uso por fuera del mundo cripto, Bari resalta la noción de los contratos inteligentes. "Conforman una gran porción del uso de Ethereum, Solana y Cardano, entre otras blockchains", dice. Son contratos como cualquier otro, pero se ejecutan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones pactadas entre las partes involucradas. Al realizarlo sobre una blockchain, se evita la intervención de terceros y se brinda transparencia y seguridad entre las partes. 

Otro de los casos más transitados es el de los certificados de autenticidad, que se ven con frecuencia en blockchains como Ethereum, Polygon o Solana. "Su uso masivo se debe, en gran medida, a las obras de arte digitales basadas en NFT: al ser compradas, quedan inscriptas en la blockchain junto con su certificado de autenticidad y la prueba de que quien la adquirió es el verdadero dueño de la obra", relata Bari.

 Facundo Corsi, fundador y CEO n1u, billetera virtual todo en uno para gamers, cuenta que fue la primera súper app en sumarla. "Imaginemos blockchain como un rompecabezas digital: cada vez que un usuario realiza una transacción, se agrega una pieza que se enlaza a las anteriores del rompecabezas, creando un historial seguro y transparente de cada movimiento, sin necesidad de un intermediario", describe.

 Vigila quién entra (y quién aprueba) 

La cantidad de aplicaciones posibles se multiplica. Vigliano, por ejemplo, destaca la emisión de entradas mediante NFT (siglas en inglés para tokens no fungibles): "Ya no se habla de ‘reventa', sino de un mercado secundario legitimado, en el que el organizador del evento retiene el control y se beneficia de estas ventas subsecuentes", señala.

 Y aparecen nuevos campos o mercados inéditos. "Estuvimos trabajando en la acreditación de materias y títulos de universidades, pero aplica a cualquier entidad o empresa que quiera certificar que una persona cursó y rindió una materia, completó una carrera o participó de una reunión", cuenta Fernando Ruscitti, arquitecto de soluciones de redbee, especializada en el mundo fintech. "Esto podría beneficiar a una persona que quiere continuar con su formación en un centro de estudios y necesita demostrar rápidamente que cumple con los requisitos previos, sin necesidad de certificaciones físicas o validaciones de títulos", agrega. Para esta herramienta, se utiliza como tecnología de base el servicio EAS (Ethereum Attestation Service), con foco en este punto.

 La "fibra óptica" del blockchain
Así como las redes de telecomunicaciones se valen de la fibra óptica, la blockchain requiere de una infraestructura compuesta por nodos: puntos de conexión a la red que alojan una copia de la data de la blockchain, con la cual validan las transacciones y verifican información. "Nuestro objetivo principal es abrir oportunidades en América latina para que la comunidad de emprendedores e instituciones puedan contar con la infraestructura para desarrollar sus proyectos, en un esquema descentralizado e inclusivo", describe Pablo Larguía, fundador de SenseiNode, que busca romper el paradigma de que menos del 1 por ciento de los nodos de esta tecnología estén hosteados en la región. 

Incluso existe un proyecto de ciudad basado en blockchain. Es el caso de +Colonia, proyectada para ubicarse a pocos kilómetros de su homónima histórica en Uruguay. "Buscamos crear un espacio en el que los avances tecnológicos sirvan para proporcionar soluciones tanto individuales como colectivas a los residentes de la ciudad y contribuyan a un manejo más eficiente de la energía, la recolección de residuos y la gestión del tráfico con el objetivo de hacer que la ciudad sea más sostenible", cuenta Eduardo Bastitta, CEO de la iniciativa. "Otro de los aspectos es la creación de un sandbox regulatorio que nos permita impulsar uno de los valores más importantes de las generaciones nuevas: la libertad y el ejercicio de la gobernanza. Para impulsar la participación ciudadana y la toma de decisiones de forma participativa y descentralizada, cada ciudadano contará con un token que le permitirá proponer ideas y votar diferentes cuestiones internas de la ciudad sobre los espacios públicos y actividades sociales y comunitarias", describe.  

 En la esencia del negocio 

Blockchain está en la esencia de algunas organizaciones. Por caso en Flixxo, plataforma de streaming de microseries y contenidos independientes que utiliza herramientas Web3 para potenciar los lazos entre creadores y sus comunidades con una economía circular nucleada por un token propio, FLIXX. Nacida en 2016, la empresa apeló a esta tecnología para el crowdfunding inicial, que le habilitó una recaudación de US$ 5 millones aportados por 2000 contribuyentes. "Nos permitió crear un sistema de monetización transparente e inmediato y un sistema de recompensas para potenciar un modelo de economía de creadores", cuenta Adrián Garelik, CEO y cofundador de la firma.

 En 2022, como extensión, nace Bluebits: una plataforma de financiación colectiva que entrega coleccionables digitales (alojados en la blockchain de Ethereum) que representan titularidad real de los derechos económicos de las películas y series que son financiadas a través de sus fans y que acaba de lanzar el proyecto de su primer largometraje, La frecuencia Kirlian, basada en la serie de animación de culto emitida por Netflix.

"Ambas plataformas utilizan blockchain también como recurso para la asignación de titularidad y derechos económicos e intelectuales sobre los contenidos que creamos, que son libremente transmisibles de manera directa entre los consumidores y cuyo registro queda grabado de manera segura e inalterable, al tiempo que nos permite efectuar pagos de dividendos de manera automática, auditable y en plazos muy cortos", relata Garelik. 

 Mucho más que un juego 

El mundo de los videojuegos también encuentra en blockchain un aliado clave. Martín Spinetto, cofundador y CEO de Widow Games explica que "así como Internet es una excelente autopista para la información, blockchain es la herramienta esencial para la transmisión de valor: en el mundo del gaming, nos permite digitalizar cualquier elemento que tenga valor económico para el usuario y garantizar que se trata de un activo único". El mismo experto explica que en eso se basa el concepto de true ownership de bienes digitales. "Los activos digitales se pueden comprar, vender, alquilar o coleccionar, e incluso una persona que estuvo un tiempo dedicándose a un juego y que ya no le interesa, puede vender todo lo que acumuló durante ese tiempo y recuperar parte de su inversión", agrega Spinetto.

 "Existen videojuegos que cuentan con un sistema económico propio que funciona sobre una blockchain en específico, como Decentraland, que funciona sobre Ethereum y cuenta con su propio token, MANA, que los usuarios comercializan para obtener piezas de vestimenta, porciones de tierra o diversos objetos", indica Bari.

Un caso destacado es el que se produjo durante la burbuja de las criptomonedas, momento en que los precios de todos los activos digitales estaban por las nubes, cuando muchas familias de países como Malasia o Filipinas se dedicaban full time a jugar a Axie Infinity, ya que les generaba ingresos por encima del salario mínimo de esos territorios. 

Sector público y sustentable 

"Combinar la tecnología blockchain con otras disciplinas es clave para impulsar la innovación y la inclusión", define Santiago Bermúdez, chief strategy officer de Wootic, empresa fundada en 2021 por siete socios de Santa Fe, Córdoba y Tucumán y especializada en servicios LegalFinTech con foco en Web3. La empresa constituyó la pata tecnológica del programa de descarbonización de la obra pública lanzado por la provincia de Córdoba en diciembre de 2022. Se busca mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que generan el cambio climático global y, para eso, las empresas contratistas de obras y servicios públicos deben elaborar sus inventarios de emisiones de GEI para determinar su huella de carbono e implementar acciones de reducción, captura o compensación de emisiones.   

 Se creó un mercado voluntario de carbono que tiene a los contratistas como demandantes, a otras empresas de la provincia -vinculadas al mundo de las energías alternativas- como oferentes y un comité de certificación con participantes de sectores académicos y otras dependencias del sector público que valida y cuantifica la reducción de emisiones de los proyectos postulados por los oferentes, para emitir luego las UCVs (unidades de carbono verificadas) que se ponen a subasta de forma digital.

"En el sistema implementado tenemos dos tokens, uno fungible, que representa las toneladas de carbono inyectadas al sistema, en wallets custodiadas asociadas a cada empresa participante, y cuando el proceso de subasta se realiza, los tokens adquiridos son quemados y reemplazados por un NFT que se convierte en un certificado válido de las toneladas de carbono compensadas", relata Bermúdez. "Los smart contracts que gobiernan estos tokens, están desplegados en la red LAcChain, una red administrada y fomentada por el Banco Interamericano de Desarrollo", agrega.

Es cierto, lo primero que sigue pasando cuando cualquier persona escucha el término blockchain es aquel recuerdo de esos Bitcoin cuyo precio parecía que nunca iba a dejar de subir. Pero también es cierto que la tecnología está haciendo su mejor esfuerzo para tener un futuro propio e independiente. "El mundo cripto apenas tiene 14 años, por lo que en un futuro puede que el concepto de blockchain termine por despegarse para pasar a ser una alternativa aplicable de forma habitual", concluye Bari. 

Esta nota se publicó originalmente en el número 358 de revista Apertura.