Cómo es BAF, el grupo que le compró el frigorífico Friar a Vicentin

Con base en Holanda, la firma financió a más de 80 compañías en el país. Fue uno de los principales inversores y acreedores de SanCor
 

BAF Capital, el comprador de las acciones de la familia Vicentin en el frigorífico Friar, es uno de los principales grupos financieros del país.

Es un jugador de peso, con inversiones diversificadas en distintos sectores, que incluyen la agroindustria, la energía, la infraestructura, la construcción, la biotecnología y el tabaco, entre otros. 

Conducido por Jorge Frávega fundador, chariman & CEO de BAF, financió a más de 80 compañías a nivel local. Antes de poner un pie en Friar, el grupo incursionó en el negocio de alimentos tiempo atrás. 

Fue uno de los principales inversores y acreedores de SanCor, hasta la venta de la línea de productos frescos Alimentos Refrigerados S.A (Arsa), compuesta por yogures, postres y flanes de esta marca, en asociación con Vicentin. Según cuentan allegados a la cooperativa, BAF continúa siendo acreedor de SanCor, aunque menos significativo que años atrás, cuando se produjo la debacle de la compañía láctea. 

Sus operaciones pasadas abarcan también un acuerdo con Cartellone e Impsa en 2017 para quedarse con el Consorcio de Empresas Mendocinas para Potrerillos SA (Cemppsa), sociedad controlante de la central hidroeléctrica Potrerrillos, la firma que comercializaba la energía que genera el dique mendocino.

Con sede central en Ámsterdam (Países Bajos), BAF surgió como una financiera boutique hace 25 años y, con el paso del tiempo, se convirtió en una empresa global de servicios financieros, que incluyen la gestión de activos, soluciones de capital de trabajo y asesoría en finanzas corporativas, mercados de capital y banca de inversión.

En el país, brinda consultoría en fusiones y adquisiciones, y reestructuraciones, con un equipo de 60 profesionales desde sus oficinas ubicadas en Puerto Madero. Inscrita ante la Autoridad de Servicios Financieros del Banco Central de Uruguay (BCU), y regulada por las normas dictadas por esta institución, en América latina, la compañía emplea a un total de 200 ejecutivos, junto con las oficinas de Montevideo (Uruguay) y São Paulo (Brasil).

Entre sus clientes, figuran Bioceres, Albanesi, YPF, YPF Luz, Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, Profértil, La Moraleja, Cooperativa de Tabacaleros de Misiones, Citrusvil y Coprotab, entre otras.

En el pasado, el grupo tuvo a Arnaldo Bocco, actual director del Banco Central, entre sus asesores. En el sector, hay quienes dicen que el economista, incluso, acompañó a uno de los ejecutivos de la firma, Daniel Lamas (fallecido en diciembre último), en la negociación de contratos con empresas agroindustriales. Fuentes de BAF lo niegan. Aclaran que la asesoría de Bocco fue fugaz y puntual en cuestiones macro.

La empresa administra dos esquemas de inversión colectiva, enfocados en brindar financiamiento de corto y mediano plazo. "A lo largo de todos estos años, desarrolló una metodología propia para evaluar el riesgo crediticio y estructurar préstamos con garantía. La preservación del capital y la transparencia son dos de los principios fundamentales que BAF refuerza permanentemente", señala el perfil de la firma en LinkedIn. 

"BAF dota de financiación a las empresas para apoyarlas en la realización de proyectos específicos, actuando como un vehículo para la obtención de capital. Básicamente, se encarga de conseguir dinero del exterior para así canalizar las inversiones de las compañías en las que detecta oportunidades de negocio", explica una fuente que conoce el accionar del grupo.

"Cuando la empresa no alcanza a tener una rentabilidad suficiente, o la continuidad de las operaciones peligran, comienza a tener injerencia en el negocio afectado. Se evidencia la necesidad de recuperar activos, amenazados por la Justicia y la política. Algo similar ocurrió con SanCor cuando decidieron cobrarse la deuda con algunos activos de la cooperativa, ante su falta de liquidez. Aunque, en ese caso, se debió a problemas estrictamente financieros y no con la Justicia", detalla. 

No obstante, desde el grupo señalan que a las empresas financiadas se les aportó capital de trabajo para su desarrollo y el de sus economías regionales, "incluso, en momentos de extrema iliquidez".   

Aunque conocedores de la transacción aclaran que Friar no presentaba complicaciones financieras, necesita capital qu hoy Vicentin Familiy Group, el holding dueño de la cerealera concursada Vicentin SAIC, no está en condiciones de inyectar. 

Con sede central en Ámsterdam (Países Bajos), BAF surgió como una financiera boutique hace 25 años y, con el paso del tiempo, se convirtió en una empresa global de servicios financieros, que incluyen la gestión de activos, soluciones de capital de trabajo y asesoría en finanzas corporativas, mercados de capital y banca de inversión.

"Pese a que la actividad es normal y auspiciosa, asumir la dirección y el control de Friar otorgará mayor capacidad de capital de trabajo para incrementar la actividad productiva y comercial de la sociedad", explican. 

Asimismo, comentan que BAF lleva financiando la agroindustria nacional desde hace muchos años y "están preparados para afrontar una etapa de crecimiento", asegurando la continuidad normal de la operación y las fuentes de trabajo de Friar. 

"La actividad frigorífica exportadora, sobre la cual se sustenta el negocio del frigorífico, presenta buenas perspectivas, participa en el mercado doméstico y atiende la demanda externa de forma sostenida en los principales mercados importadores del país: China, Israel y la Comunidad Económica Europea (CEE)", destacan.  

El interés de BAF por Vicentin se habría evidenciado días atrás. En las últimas semanas, trascendió que la firma habría estado vinculado a una posible negociación por la potencial venta de Arsa.

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