Un producto de calidad y un jingle pegadizo. Con estos dos elementos es imposible que el lanzamiento no sea un éxito. "Yo soy un Tubby que andaba solo en una ciudad pesada", cantaba una oblea gigante mientras deambulaba por las calles con las manos en los bolsillos.

Esta golosina de los 80 fue furor durante algunos años y luego se fue del mercado dejando a una horda de fanáticos nostálgicos que piden su regreso.

El Tubby 3 y Tubby 4 eran obleas rellenas y bañadas en chocolate semiamargo que no solo se diferenciaban por su cantidad de capas (cuyo nombre lo indicaba). La primera tenía avellanas y la segunda caramelo de maní. Fueron lanzadas por la alimenticia Bagley en 1984 y rápidamente se convirtieron en sensación entre los kioscos.

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