La policía alemana ha detenido a 25 presuntos radicales de derecha sospechados de planear el derrocamiento del gobierno mediante un golpe de Estado violento, en un complot que muestra la propagación de las teorías conspirativas al estilo de QAnon en las grandes democracias occidentales.
Las detenciones se llevaron a cabo como parte de una serie de redadas en todo el país que incluyeron allanamientos en más de 130 locales, en lo que se describe como la mayor operación policial que Alemania ha lanzado contra presuntos extremistas.
En un comunicado emitido por la fiscalía federal se afirmaba que los detenidos, entre los que se encontraban dos de los cabecillas del complot, eran sospechosos de pertenecer o apoyar a una "organización terrorista nacional".
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