Sparkling entra en un nuevo negocio y lanza una innovación para hoteles y restaurantes
Sparkling, la marca premium de agua embotellada, se renueva tras volver a manos nacionales y amplía su portafolio. En qué consiste el último producto que sacó a la venta y con el que apunta a competir en nuevos mercados
Sparkling, la marca premium de dispensers de agua embotellada para oficinas, se renueva tras el cambio de dueños y amplía su portfolio. La firma nacional volvió a manos argentinas luego de estar controlada por la compañía de consumo masivo estadounidense Culligan hasta diciembre de 2021.
Propiedad de un grupo de accionistas local - liderado por Kevin Pedreira, un empresario de la industria de la soda en zona norte del Gran Buenos Aires (GBA)-, ahora apunta a nuevos segmentos de negocio. Tras lanzarse a competir con los dos grandes del mercado de agua embotellada -Cimes e Ivess- en el ámbito domiciliario, acaba de sacar a la venta latas de agua, una innovación dirigida al sector gastronómico, hotelero y de eventos.
Los envases vienen en formato de 473 cc. y en versiones sin y con gas, ambas reducidas en sodio. De esa manera, Sparkling se sube a una tendencia en auge: si bien las latas de aluminio tradicionalmente se vincularon con bebidas como gaseosas y cervezas, en los últimos años el formato llegó a otros productos, como vinos y tragos listos para tomar, volviéndose cada vez más populares por su practicidad y por ser una alternativa más sustentable que el vidrio.
En ese sentido, tienen mayor potencial de recuperación, además de que su fabricación requiere menor cantidad de agua. En la Argentina, el 80% de las latas de bebidas son recicladas. Además, según Sparkling, el aluminio actúa como barrera contra la luz y el aire, protegiendo al contenido de su exposición al oxígeno y la luz solar, lo cual mantiene la frescura y la calidad del agua por más tiempo, con el objetivo de proporcionar una experiencia de consumo agradable.
"Estamos contentos de anunciar este lanzamiento. Creemos que será bien recibido por la industria. Esta incorporación a nuestra tradicional oferta nos permite llegar a regiones y segmentos de mercado donde antes no operábamos. Nos abre las puertas para brindar agua de calidad premium a más consumidores", comentó Alejandro Pozzo, Gerente Comercial y de Marketing de Sparkling.
La compañía argentina, creada hace tres décadas, tuvo varios dueños desde su fundación. Hace un año y medio, las restricciones cambiarias y de comercio exterior llevaron a Culligan a desprenderse de la marca, que ahora volvió a manos locales.
Con una planta en el barrio porteño de Chacarita, su core es la producción de agua para hogares, oficinas y empresas. Esa fábrica emplea a 135 trabajadores y tiene capacidad para procesar 6,4 millones de litros de agua por mes. También cuenta con un laboratorio de análisis microbiológico.
La etiqueta se destaca por sus cuatro procesos de filtrado del agua: a través de lechos de arena, de carbón activado y de distintos filtros micrónicos, para luego finalmente ser ozonizada. Sus principales productos son botellones de 6, 12 y 20 litros, dispensers de agua natural, frío/calor y de conexión a red de agua.
En 2022, facturó $ 1500 millones e invirtió $ 250 millones para poner en marcha el plan de expansión. Mediante 22 unidades de distribución urbana, sus productos llegan a 10.000 domicilios, entre clientes domésticos y corporativos.