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Por la devaluación, se multiplicó la llegada de nómadas digitales: por qué la Argentina es un destino favorito para trabajar y viajar

El año pasado, la Ciudad de Buenos Aires recibió más de 72.000 de estos profesionales que la eligen para trabajar y hacer turismo, con gastos por u$s 154 millones. El formato se expande como una entrada más de dólares y abre oportunidades en el mercado del alquileres temporarios

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Por la devaluación, la Argentina se convirtió en uno de los destinos favoritos de los nómadas digitales, que trabajan de forma remota desde distintas partes del mundo y aprovechan su estadía para viajar. 

Atraídos por la brecha cambiaria favorable y las facilidades que ofrece el país, en 2022 creció por siete la llegada, comparado al año anterior, de estos profesionales que forman parte de un fenómeno que se acentuó con la pandemia y el esquema laboral híbrido, y que se perfila como un generador de divisasMientras que en 2021 ingresaron 9600 nómadas digitales, el año pasado llegaron al menos 72.450 (el objetivo era atraer a 20.000), que realizaron gastos por u$s 154 millones.

En el sector, calculan que los ingresos fueron superiores incluso, ya que las cifras corresponden únicamente a datos de la Dirección General de Relacionamiento Internacional de la Ciudad de Buenos Aires en base a la plataforma Nomad List. Teniendo en cuenta que estos números solo toman en consideración las entradas a CABA y los arribos registrados en este sitio web, los ingresos habrían sido mayores.

Y para el cierre de 2023 se prevé superar la marca de 2022. "El último relevamiento lo hicimos a principios de septiembre. Entre enero y agosto, ingresaron 43.800 nómadas digitales a la Ciudad. Proyectamos terminar más arriba que el año pasado. La temporada alta se extiende entre el 1° de octubre hasta el 30 de abril, con lo cual, de acá a diciembre, esperamos más arribos", adelantó Mauro Alejo Guevara, director general de Relacionamiento Internacional del Gobierno de la Ciudad.

Buenos Aires, la puerta de entrada para los nómadas digitales

En este contexto, Buenos Aires es la puerta de entrada al país para estos extranjeros que consideran que teletrabajar en la Ciudad es beneficioso por el bajo costo de vida -estimado en u$s 1633 mensuales-, la velocidad de Internet, el acceso a hospitales públicos y gratuitos, la calidad de la gastronomía, la vida nocturna y el clima, según algunas condiciones que ponderó el ranking de Nomad List.

Hasta hace unas semanas, CABA estaba a la cabeza del listado global por garantizar bienes y servicios básicos, con 3,95 puntos sobre un puntaje total de 5. Actualmente, ocupa el puesto n° 7 de una selección de más de 60. La posición varía en torno a la temporada: los nómadas digitales suelen optar por zonas con temperaturas medias-altas, con preferencia por la primavera y el verano.

Hasta hace unas semanas, CABA estaba a la cabeza del raking de Nomad List de mejores ciudades para nómadas digitales.

En tanto, las proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) predicen que en 2035 1000 millones de personas trabajarán bajo esta modalidad. Pero no hace falta esperar 12 años para captar a estos talentos. Hoy, de acuerdo a las estadísticas de Nomad List, hay al menos 10 millones de nómadas digitales en el mundo que la Argentina tiene potencial de atraer. Solo en los Estados Unidos, el principal mercado emisor, hay 7,3 millones.

Apalancada en esta demanda, Buenos Aires fue una de las primeras ciudades en estudiar la tendencia y diseñar acciones para explotar la oportunidad: el Gobierno porteño lanzó el programa Nomads BA para incentivar el nomadismo digital y el trabajo remoto a través de este segmento de trabajadores-viajeros, así como también mediante la promoción de oportunidades de acceso a esta modalidad. 

También el Gobierno Nacional hizo lo propio: lanzó una visa especial para ellos que contempla beneficios y descuentos en distintas prestaciones como en espacios de coworking, como HIT y WeWork. Fue una estrategia conjunta que desarrolló el Estado con los principales representantes del sector hotelero y plataformas digitales.

Buenos Aires fue una de las primeras ciudades en estudiar a los nómadas digitales y diseñar acciones para explotar la oportunidad.

Cómo son los nómadas digitales que llegan a Buenos Aires

Según una encuesta realizada por Management & Fit para el Gobierno porteño sobre 300 casos que pasaron por Buenos Aires, casi la mitad (48,5%) son hombres, mientras que un 46,9% son mujeres y un 4,6% se clasifica como ‘otro'. A su vez, más del 60% tiene menos de 34 años, mientras que el 34% tiene entre 35 y 54 años, y el resto, más de 55. La mayoría vienen a trabajar en formato de home office, pero también hay estudiantes.

"Viven una parte del año fuera de su país de origen mientras trabajan de forma remota", los describe Nomad List, y agrega que "por lo general, se trasladan de un lugar a otro en un lapso de entre tres a seis meses, dependiendo del tipo de actividades laborales que realicen y la edad".

En ese sentido, según un informe realizado por Qualtrics, el 80% de quienes buscan un nuevo trabajo consideran importante que les ofrezcan la posibilidad de vivir en cualquier lado. En esa línea, un estudio de WeWork y Michael Page indica que para el 87% de las generaciones Y y Z, la flexibilidad es uno de los tres factores principales a la hora de elegir si cambiar o no de trabajo.

El 93,8% de nómadas digitales declara tener un "nivel alto" y más de la mitad afirma ser trabajador por cuenta propia.

Por caso, las estadísticas porteñas indican que el 93,8% declara tener un "nivel alto" y más de la mitad (54,2%) afirma ser trabajador por cuenta propia sin empleados, lo que los sitúa en la categoría de freelancers, característica habitual en el perfil de los nómadas.

Los rubros más habituales son: IT, programación, desarrollador (web, app, UX), marketing, publicidad, consultoría y asesoramiento, diseño (gráfico, digital, industrial e indumentaria), finanzas, fintech, community manager, e-commerce, comunicación y audiovisual (fotografía, video y edición), actividades digitales que pueden hacerse en cualquier lugar del mundo y con poca necesidad de desplazamientos presenciales. 

"Son un nuevo tipo de visitante con una estancia media de entre uno y tres meses y representan un 0,18% del Producto Geográfico Bruto anual de la Ciudad. Tienen un desarrollo profesional vinculado a la economía del conocimiento, con alto poder adquisitivo y se mueven de un lugar a otro", explicó Guevara, y aclaró que, más allá de la devaluación del peso argentino, las características de Buenos Aires la hacen atractiva.

Crece la demanda de alquileres temporarios con más nómadas digitales

Con esta tendencia laboral, crece la demanda de alquileres temporarios, con contratos más flexibles que los tradicionales y ajustados a las prioridades de este perfil de inquilinos, con servicios como un alto nivel de equipamiento para brindarles comodidad. Frente a esta necesidad de ocupar espacios de vivienda, se abre una oportunidad para dueños de inmuebles que buscan generar un ingreso extra en dólares.

Esta modalidad de alquiler deja una rentabilidad anual del 5%, y, dependiendo del tipo de unidad y barrio, puede llegar al 8% versus el 2,82% de renta promedio de un alquiler permanente. Así, en un contexto volátil e incierto, esta opción se convirtió en un resguardo de la inversión.

Con la mayor llegada de nómadas digitales, crece la demanda de alquileres temporarios equipados según sus necesidades.

El desafío está en extender la disponibilidad. En ese sentido, surgen cada vez más propiedades que se ofrecen bajo este formato. Es que más allá de Buenos Aires, otros puntos del país ganan popularidad entre nómadas digitales, como el Noroeste (NOA), con Jujuy y Salta a la cabeza. Tal es el caso de María José Liendro, que se convirtió en presidenta del Club de Anfitriones de la región.

"Soy de Salta pero vivo en Buenos Aires. Hace seis años reciclamos una casa con mi papá y desde entonces trabajamos alquilándola. Después de que se reactivó el movimiento tras la pandemia, empezamos a recibir público que nos visitaba con la modalidad de viaje de trabajo y turismo. De hecho, me convertí en nómada digital. Adaptamos la casa a sus necesidades. Desarrollamos un ambiente móvil con elementos plegables que se arman y se sacan cuando el huésped lo necesita, para así montar y desmontar rápido las oficinas, con escritorios y sillas con respaldos cómodos", detalló.

También Liliana Almada construyó unas cabañas en un pueblo rural de Jujuy que hoy les alquila a nómadas digitales. Eco Cabaña es un concepto diferente de alojamiento, que "llama la atención de este público", según Almada. Está ubicado en Purmamarca con vistas panorámicas del Cerro de los 7 Colores, a 300 metros de la terminal de ómnibus y a 500 de la plaza principal, ideal para estos visitantes que se mueven constantemente de un lado a otro.

"En nuestro caso, creció la proporción de nómadas digitales. Hoy un 80% de las personas que se alojan vienen por trabajo, ya sea que lo hagan para una empresa o que sean creadores de contenido. Todos buscan comodidad, buena ubicación, buenas vistas, nuevas experiencias y sobre todo buena calidad en la conexión de Internet", destacó, y concluyó que la edad ronda entre 20 y 40 años.

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