La dueña de Apóstoles se queda con el negocio de arroz de un gigante suizo que desinvierte en la región
Viterra, perteneciente al grupo internacional Glencore, le cedió los últimos activos que conservaba en América latina a la alimenticia local Adecoagro. Las razones que explican el cambio de manos
Viterra, la unidad de commodities agrícolas perteneciente al gigante suizo Glencore, le vendió su negocio de arroz en la Argentina y Uruguay a Adecoagro, la productora local de alimentos. Según pudo saber El Cronista, la negociación comenzó hace un año y la transacción se concretó el 21 de diciembre.
La operación se cerró por u$s 18 millones, pagaderos en tres cuotas anuales, y contempla la asunción de deuda financiera por parte de Adecoagro por un monto aproximado de u$s 20 millones, según informó la empresa en su balance, difundido este lunes. "Bajo el escenario de precios actual, creemos que generará una tasa de retorno interna (TIR) muy atractiva y esperamos una contribución a nuestro Ebitda ajustado de u$s 10 millones por año", anticipó.
La transacción está sujeta a la aprobación de la autoridad de la defensa de competencia en Uruguay. El proceso se terminaría de cerrar en las próximas semanas.
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El deal incluye la venta de una planta de procesamiento y acopio que Viterra tenía en Corrientes, en la localidad de Paso de los Libres, y de otras cuatro en el país vecino: en Melo, Paso del Dragón, Colonia Palma y el departamento 33.
En principio, los 50 empleados que se desempeñan en el complejo argentino, que procesa 70.000 toneladas de acopio, serán absorbidos por la firma compradora.
De esta manera, Glencore se desprende de los últimos activos que conservaba de este negocio en América latina. Según fuentes cercanas a la operación, la decisión tiene que ver con una reorganización global que la multinacional está llevando a cabo, que tiene como objetivo permanecer en mercados estratégicos donde ocupa una posición de liderazgo y salir de los más pequeños. Hace tres años, hizo lo mismo en los Estados Unidos.
Por su parte, el interés de Adecoagro está relacionado a la posibilidad de consolidar su presencia en la industria local, con su marca Molinos Ala, y poner una pata en Uruguay, un país que presenta ventajas competitivas en cuanto a la producción, dada la mayor calidad de la materia prima de ese mercado, especialmente de las variedades de arroz blanco, integral y parboil.
Así, la compañía, dueña de otras etiquetas emblemáticas como Las Tres Niñas y Apóstoles, que últimamente viene expandiéndose, apunta a convertirse en un jugador de peso en la región. "Con esta adquisición, Adecoagro se transforma en uno de los players más importantes del segmento", aseguró una fuente que siguió de cerca las negociaciones.
Cómo funciona el negocio
El modelo de negocio de Viterra, que está presente en 37 países y emplea a 16.000 trabajadores, consistía en comprarle mercadería a productores, procesarla y acopiarla. Tanto en la Argentina como en Uruguay, el destino era el mercado de exportación, con una capacidad de procesamiento de más de 1000 toneladas diarias y 150.000 de almacenamiento.
Tras la venta, se espera que en la Argentina Adecoagro haga énfasis en los envíos al exterior y en el mercado local, donde ya tiene una alta participación, para así aumentar su share. En tanto, se prevé que en Uruguay, con una población más reducida y un consumo local inferior, el destino sea exclusivamente de exportación.
"El arroz uruguayo es reconocido internacionalmente por tener los más altos estándares de calidad. La expansión del negocio arrocero de Adecoagro a Uruguay permitirá la diversificación geográfica y contribuirá a mitigar el riesgo climático, traer sinergias logísticas, ampliar nuestro portafolio de productos y acceder a nuevos mercados", comunicó la empresa.
Adecoagro cultiva 40.000 hectáreas de arroz bajo riego en el nordeste de la Argentina, con una producción de más de 230.000 toneladas anuales. La operación le permite aumentar la capacidad actual a 580.000 toneladas entre ambos país. Cuenta con tres molinos de arroz con secadoras, almacenamiento y procesamiento, ubicados en Mercedes (Corrientes), San Salvador (Entre Ríos) y Franck (Santa Fe).
Tienen una capacidad de procesamiento de 335.000 toneladas de arroz cáscara por año. Entre las tres provincias, emplea a más de 700 personas. En 2015, inauguró en el Parque Industrial Pilar una planta de tostadas y snacks de arroz, en la que invirtió u$s 5 millones.
Un 60% de la producción se vende en el exterior y un 40% se comercializa para el consumo interno. Los principales mercados internacionales son Brasil, Centroamérica, Irak y África.
La operación le permite aumentar a Adecoagro la capacidad actual a 580.000 toneladas entre ambos país
Según el informe de resultados financieros que presentó, las ventas brutas de Adecoagro en 2021 significaron u$s 1100 millones, lo que representa un aumento interanual del 33,5%. La utilidad neta ajustada registró una ganancia de u$s 156,8 millones en 2021, reportando un aumento año contra año de u$s 25 millones, detalló la compañía.
Asimismo, el flujo de caja ajustado de las operaciones ascendió a u$s 152,1 millones en 2021 y el Ebitda ajustado alcanzó los u$s 437 millones, un 27,8% superior a 2020. "Se vio afectado positivamente por un aumento interanual de u$s 149,2 millones en las ventas netas, impulsado principalmente por un aumento en el precio los productos.
Consumo de arroz en alza
Aunque el consumo de arroz en la Argentina aún está lejos que el de países asiáticos, aumentó un 30% en la pandemia. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura de la Nación, pasó de 7,6 kilos anuales por habitante a unos 10 kilos per cápita.
Asimismo, en la campaña 2020/21, la superficie sembrada de este cereal en la Argentina creció un 5% respecto de la campaña anterior, hasta llegar a las 199.700 hectáreas. A pesar de que la escasez hídrica generó algunas complicaciones, arrojó un rendimiento promedio récord de 7616 kilos por hectárea.
A eso, se le suma el buen momento que atraviesan los commodities en el mundo, con un alza en la cotización de los granos, en un mercado que viene recuperándose, impulsado ahora por el impacto de la guerra de Rusia y Ucrania.