Estudio

Hay 1,5 millones de argentinos que hace tres años quieren comprar un 0 Km pero no pueden

A pesar de que las intenciones de compra son altas, la falta de unidades 0km, la variación de los precios y la inestabilidad macroeconómica hicieron que se dilataran las ventas en los últimos tres años

Hace tres años atrás, el mercado local de autos cerró 2019 con 459.592 patentamientos, según datos de Acara. Luego, con la llegada de la pandemia, los patentamientos de 0 kilómetros bajaron drásticamente y, hasta el día de hoy, el sector no pudo recuperar ese nivel de ventas. Es así que hay 1,5 millones de argentinos que llevan tres años esperando la oportunidad para comprar un auto.

De acuerdo con un informe que realizó el Sistema de información y estadística del mercado automotor (Siomaa), el mercado de vehículos livianos en la Argentina tiene alrededor de 11,6 millones de personas con algún historial de compra durante la última década, y, de ese total, 1,5 millones tienen en la actualidad intenciones de adquirir una unidad 0 Km.

A pesar de que las intenciones de compra son altas y podrían impulsar las ventas del sector, -tiene la ambición de cerrar 2023 con un aproximado de 430.000 patentamientos- según Martín Saunier, director del Siomaa, las causas de la dilatación de estas oportunidades son varias.

En primer lugar, destacó que el inicio de los problemas en el sector, así como la baja en las ventas comenzó durante la pandemia. De hecho, en 2020 se vendieron 342.474 autos 0 kilómetros, lo que significó un 25,5% menos que en 2019.

"Durante la pandemia empezó todo. Comenzaron a faltar los autos, las marcas decidieron dejar de fabricar los modelos entrada de gama. A eso se sumó el difícil contexto macroeconómico local", sostuvo el directivo.

Luego de los años de restricciones sanitarias, a los que se le sumó también una caída mundial en la producción de microchips, muchas terminales dejaron de producir sus vehículos de entrada, como por ejemplo el Volkswagen Gol, el Chevrolet Classic o el Renault Clio. Se trata de tres modelos clásicos que, además de ser accesibles, le daban volumen al sector, lo que explica, a su vez, el descenso en los patentamientos entre 2020 y 2022, en comparación con los años previos a la pandemia.

Se suma, además, la reducida oferta de unidades nuevas en el mercado local a causa de la dificultad para conseguir los dólares necesarios para producir que enfrentan las terminales desde hace varios meses. 

Fuentes del sector revelaron que, en la actualidad, hay un "mercado de oferta y no de demanda". Esto es, que la cantidad de patentamientos que se releva mes a mes no se explica por las decisiones de compra de los clientes: "Cuando los informes arrojan mayores patentamientos, no quiere decir que la gente compre más, sino que las terminales pudieron producir más unidades, por ende, hay mayor disponibilidad de autos". 

Entonces, ya sea por importaciones o por producción, hay meses que las terminales pueden producir mucho más. Según el último informe de Adefa, pese a las restricciones para importar insumos y cumplir con pagos en el exterior, la producción nacional de vehículos cerró septiembre con 56.750 unidades. Sin embargo, los números no alcanzaron el récord del mes anterior - registró el quinto mejor agosto de los últimos 20 años- y tuvieron una caída del 10,6 por ciento.

Según el historial de compras de los 11,6 millones de compradores que hay en el mercado argentino, el 18% de ellos (unos 2,5 millones) sólo compraron vehículos 0km en los últimos 10 años; otro 28% tiene antecedentes de haber adquirido unidades nuevas y usadas, mientras que el restante 54% solo compró vehículos usados. Esta última se volvió una alternativa cada vez más recurrente ante la falta de unidades nuevas y la distorsión en los precios.

El freno en la producción, un problema que afecta a todos por igual

La dificultad para conseguir dólares para pagar a proveedores del exterior es un problema que afecta a la mayoría de las terminales que producen vehículos en la Argentina.

Tal es el caso de la planta de General Motors (GM) en Alvear, Santa Fe, que estuvo más de 15 días frenada por falta de insumos para producir. La terminal -que produce los Cruze y Tracker en la Argentina- tuvo que suspender su operación el pasado martes 10 de octubre por un problema en la cadena de suministros de varios de sus proveedores.

La filial local de la automotriz estadounidense anunció que reanudará su actividad el lunes 30 del mismo mes, tras haber "logrado avances parciales con sus proveedores cuyos pagos al exterior siguen demorados", sostuvo la compañía en una declaración. 

La falta de pago de la filial local de la automotriz estadounidense se dio a causa de la restricción al acceso a dólares que dispuso el Banco Central. Como consecuencia, al no recibir los pagos correspondientes, los autopartistas radicados en el exterior cortaron los suministros.

Sin embargo, General Motors no es la única automotriz que tuvo que frenar su producción por falta de insumos. El mes pasado, Peugeot se vio obligado a poner un parate en su fábrica de El Palomar porque, en ese entonces, no ingresaban parabrisas al país. Se suman también a la lista Renault, Nissan y Volkswagen.

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