Urbanismo

Exclusivo: así se ve por dentro el chalet de la 9 de Julio, ¿cómo es el proyecto para reconvertirlo?

Es uno de los inmuebles más míticos de Buenos Aires, con una de las mejores vistas de la ciudad. Los descendientes de su creador, el dueño de la ex Mueblería Díaz, estudian transformarla en un paseo turístico, entre otras opciones, entre las que no descartan el ingreso de inversores

El ascensor recorre los nueve pisos hasta llegar al hall de entrada. Se abren las puertas y un retrato de Don Rafael Díaz recibe para recordar que se está en sus tierras. El emblemático chalet de la avenida 9 de Julio está a una puerta de distancia. Sus pisos de pinotea, sus antiguas arañas y sus ventanales, que dejan ver a la ciudad de Buenos Aires, hacen imaginar lo que fue esta casa un siglo atrás.

La historia ya es conocida: este inmigrante español decidió construir un chalet de estilo marplatense en la terraza de sus oficinas, donde exhibía los muebles que fabricaba, para dormir la siesta y almorzar. Jamás imagino que se convertiría en un emblema de la ciudad.

En las habitaciones, apenas quedan algunos pocos de aquellos reconocidos muebles de estilo que supieron vestir las casas de las familias argentinas más distinguidas de 1900. Un viejo esquinero se entremezcla con escritorios y sillas contemporáneas. Las arañas de principios del siglo pasado sobresalen por su inmensidad y hacen que la vista, rápidamente, se pose en los techos. Las puertas son sencillas: de madera y vidrio, pintadas de blanco.

El hall de entrada del chalet conserva los muebles de la época. Foto: Gustavo Fernández

En una de las habitaciones, se amontonan viejas máquinas de escribir y hasta botellas antiguas descansan en una caja en el piso. La casita de la 9 de Julio es un museo a puertas cerradas.

Sus más de 200 metros cuadrados (m2) cubiertos se distribuyen en dos pisos y un altillo. Sus escaleras no tienen glamour: son prácticas y no ostentan detalles de categoría. Se tratan de espacios amplios, cálidos por sus pisos de madera. Las paredes dan cuenta de los años con manchas de humedad y pintura descascarada.

Es un chalet sencillo pero con vistas inmejorables. Sin dudas, su terraza es la envidia de muchos de los edificios de la zona. Desde allí, no sólo se puede ver a pocos metros el Obelisco. También, se vislumbran la cúpula del Congreso y el Palacio Barolo. O los carteles luminosos de la principal avenida de la ciudad y los autos, que no detienen su marcha.

Retrato de Rafael Díaz. Foto: G. Fernández

Hoy, esta construcción histórica busca reconvertirse. Los herederos de Díaz estudian transformar a aquella residencia con las vistas más exclusivas de la City en un paseo turístico. Pero, también, están dispuestos a escuchar propuestas para vender el mítico edificio de Sarmiento 1113, actualmente afectado por la pandemia

"Estamos tratando de escuchar, aprender y salir a buscar nuevos negocios que se adapten a las necesidades de hoy. Aceptamos propuestas de todo tipo: si alguna empresa quiere comprar el edificio, lo vamos a analizar", dice Diego Sethson, bisnieto de Rafael Díaz, quien guía a El Cronista durante su recorrido -el primero que alguien hace en décadas- por el famoso chalet.

Lo cierto es que son muchos los accionistas y la decisión no será sencilla. "Todavía, hay muchos familiares que conocieron a Rafael que no quieren desprenderse. No quieren perder ese significado de raíz", cuenta.

Es que no se trata de un edificio más. La historia de Díaz es fascinante. "La primera mueblería estaba en Sarmiento 1155, donde hoy funciona una dependencia de AFIP. Esta calle se llamaba Cuyo y era la cuna de los muebleros a principios de 1900", cuenta Sethson, mientras recorre las instalaciones del chalet.

"Rafael fue un visionario. Él apostó al marketing. Su negocio creció rápidamente porque sabía cómo negociar y como relacionarse", dice su descendiente, que está haciendo un documental con todos los detalles del chalet que, en 2014, fue declarado patrimonio histórico de la Ciudad.

La planta baja. Foto: Gustavo Fernández

"Si bien es un orgullo, también se convierte en una limitación. El Gobierno no nos da una ayuda para refaccionarlo ni para mantenerlo. Sólo estamos exentos de pagar ciertos impuestos", explica, en torno a lo que representa la protección histórica.

Pero, ¿cuál es hoy el valor de este edificio con gran potencial de reconversión y con un verdadero mito en sus terrazas? Se calcula un precio de u$s 1000 por m2. Teniendo en cuenta que se tratan de cerca de 8 mil m2, el precio sería de, por lo menos, u$s 8 millones.

"Somos muchos los herederos. Lo que buscamos la mayoría de los accionistas es buscar potenciales clientes interesados en la totalidad del edificio. El chalet le da un valor histórico: es la única casa construida arriba de un edificio", explica el bisnieto de Díaz. 

La familia es propietaria de dos edificios en la calle Sarmiento: uno, donde se ubica el famoso chalet y otro a mitad de cuadra, donde hoy funciona una dependencia del AFIP.

Las ventanas de la casa se mantienen originales. Foto: Gustavo Fernández

En 1985, el edificio se reconvirtió con el cierre de la famosa Mueblería Díaz y se transformó en un espacio para oficinas. Cada piso se alquiló a empresas, entre las que estuvieron VISA, Despegar y Abbot. Pero, hoy, este negocio ya no es rentable.

Y es que la pandemia impactó de lleno en el mercado de oficinas, sobre todo, en las ubicadas en el Microcentro. "Hoy, tenemos entre un 50 y un 60% del edificio vacío, sin alquilar. Y necesitamos ingresos para poder mantener la estructura", resume Sethson.

En la búsqueda de opciones que les permitan adaptarse a las nuevas realidades, la familia evalúa hacer visitas turísticas al chalet. "Hay una agencia que quiere hacer recorridos guiados y nos parece interesante. También estamos recibiendo propuestas de inmobiliarias. Hoy, estamos dispuestos a escuchar".

Una vista inmejorable. El Obelisco, el protagonista. Foto: Gustavo Fernández

Historia

Rafael Díaz, inmigrante español, llegó de pequeño con su familia. Sus primeros pasos los dio en el negocio de las telas hasta que decidió dedicarse a los muebles. En 1926, compró dos terrenos, en donde construyó su primer local que, al principio, era una tapicería. Poco tiempo más tarde, erigió un edificio de nueve plantas para mostrar sus productos, que vendía por catálogo.

Cuentan sus familiares que Díaz trabajaba tanto que más de uno le dijo alguna vez: "Usted se merece una casita en el Cielo". Eso fue, quizás, su disparador para construir un chalet de estilo normando en la terraza de su local. Para evitar largos viajes desde su casa en Temperley hasta su negocio, se convirtió en su sitio de descanso.

Con el tiempo, esta casita de 200 m2 cubiertos y 600 m2 descubiertos, dos plantas y un altillo, se transformó en el showroom de su local.

Pero la casa tomó valor una década después de haberse construido. En 1936, desde las alturas de su chalet de descanso, el español pudo ver cómo se erigía el Obelisco a apenas 100 metros de su negocio. Un año más tarde, también fue testigo de la inauguración del primer tramo de la avenida 9 de Julio.

Fue, quizás, uno de los impulsores de la publicidad en altura. Aprovechando su chalet, y la notoriedad que éste adquirió con el paso de los años, colocó un cartel publicitario de "Mueblería Díaz" que se inmortalizó en decenas de fotografías de la época.

Díaz compró una antena de radio y, a través de la frecuencia 630 del dial, lanzó LOK Radio Muebles Díaz. Emitía desde el chalet en altura promociones del negocio y pasaba música. Más tarde, esa emisora se convirtió en Radio Rivadavia.

Reconversión 

El edificio y el chalet tienen grandes desafíos por delante. "Deberá adaptarse a las normas actuales, tanto de accesibilidad (escaleras y ascensores), de discapacidad (tanto en la movilidad como en los sanitarios), de prevención contra incendios y en medios de salida", explica Jorge Bustos, arquitecto que la familia contrató para trabajar en la readecuación.

Diego Sethson, bisnieto de Rafael Díaz, recibió a El Cronista en el chalet. Foto: Gustavo Fernández

"Se podría mejorar la envolvente, teniendo en cuenta las nuevas tecnologías de carpinterías para una mejor aislación, tanto acústica como térmica. Además de permitir una mejor circulación del aire, con mejores aperturas", resalta.

Será necesario también adecuar tanto la calefacción como la refrigeración en estos espacios "Podrían proyectarse nuevas expansiones en todos los niveles, para mejorar los espacios de trabajo. Estas expansiones pueden ser privadas o comunes", finaliza el profesional. 

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  • GGT

    guillermo gonzalez taboada

    03/09/23

    A fines de los 80 alquilé el llamado "chalecito" de Muebles Díaz para instalar allí nuestra agencia de publicidad, Gonzalez Taboada, Guevara WP. La vieja mueblería aún sobrevivía en la planta baja de ese edificio de diez pisos en el que también funcionaba parte de la editorial Perfil. Según el relato de uno de sus sucesores, Díaz decidió levantar el chalet en la terraza cuando vió la repercusión que alcanzó el Palacio Barolo de la Avenida de Mayo, cuya cúpula había sido coronada con un faro. A mediados de aquellos años 20, Díaz era un creativo entre los comerciantes notorios de Buenos Aires. En la planta baja de su chalet en las nubes -que se inauguró antes que el Obelisco- exhibía muebles ingleses y en el ático instaló una radio de alcance barrial que bautizó OK Díaz y transmitía solo música de jazz, una de sus pasiones. Cuenta la leyenda que al caer la tarde, el chalecito albergaba otras pasiones de Díaz. Lo cierto, si me remito a nuestra experiencia, es que el lugar estaba cargado de muy buena energía y nos fue muy bien alli, nos divertimos, ganamos cantidad de premios y nos consolidamos como una agencia distinta, mucho antes de mudarnos a la calle Arroyo. No descarto que en varios aspectos, el espíritu de Diaz nos haya acompañado durante todo ese tiempo

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  • DS

    Diego Sethson

    29/08/21

    Este fin de semana hemos recibido varios mensajes con mucha alegría que se ponga en valor el Chalecito como todo el edificio de la calle Sarmiento 1113 CABA
    Me pueden contactar por MD Facebook e instagram @puntoceroproduccionesok o mail dsethson72@gmail.com

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  • RB

    roberto blanc

    29/08/21

    Hola Diego.
    Rafael Diaz era tío de mi padre, Agustín Blanc. No se de quién sos hijo o nieto, pero algún parentesco debemos tener. Alguna que otra historia puedo tener para agregarte. Por ejemplo que el primer trabajo que tuvo mi papá - a los 13 años- fue de ascensorista de Muebles Díaz. De jóvenes, mi padre y Carlos Díaz fueron compinches. Mi correo es robertoblanc9@gmail.com

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    • DS

      Diego Sethson

      29/08/21

      Un placer Roberto, se algo de tu padre, está en unas memorias de la vida comercial de mi bisabuelo. Te escribo o podes contactarme por instagram y Facebook @puntoceroproduccionesok

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  • ML

    Martin liverotti

    29/08/21

    En la Argentina realmente de pico para afuera se defienden las casas históricas y uno está cansado de ver demoliciones constantes d es casas históricas y la ley de protección bien gracias.... Nada ir e las hace respetar por eso felicito y apkudo a cuatro manos a estos descendieny que mantuvieron intacto el inmueble y hagan una nota al titular de patrimonio histórico que nada hace empezando por nuestra fragata sarmiento que también está en la ciudad y está en pésimo estado si desean dejo mi celular gracias pi es la oportunidad

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    • DS

      Diego Sethson

      29/08/21

      Gracias por tus palabras, quizás por eso soy documentalista. Para dejar legados y que no se pierdan en el tiempo.

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  • EM

    Edgardo Maffía

    29/08/21

    Yo vivía a 4 cuadras y la radio que estaba en la terraza -cuya antena montaba sobre dos torres- acompaña las imágenes de mi infancia.
    A los 10 años -guiado por un negocio cercano que se llamaba RECIA- construí una radio a galena. Esa radio captaba "la emisora del chalecito"y fue mi primera experiencia en ese ámbito; que luego se convertiría en mi profesión.

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    • DS

      Diego Sethson

      29/08/21

      Me encantaría poder hablar con vos. Si podes escribir por MD a @puntoceroproduccionesok Facebook o instagram te agradecería.

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