

No es necesario ir al gimnasio todos los días para ser saludable, sino que con al menos una pequeña dosis de actividad física incorporada a la rutina será suficiente, según reveló un reciente estudio científico. Por lo que la falta de tiempo ya no será una excusa para empezar a entrenar.
Lo cierto es que para mantener una buena calidad de vida es necesario llevar hábitos saludables como una alimentación variada, tener bajos niveles de estrés y ansiedad y, claro está, hacer ejercicio. Sin embargo, este último punto puede ser el más difícil de cumplir si no hay motivación.
¿Cuál es la cantidad recomendada de actividad física diaria?
Para mantener niveles óptimos de salud y prevenir toda clase de enfermedades motrices y neuronales, expertos recomiendan 150 minutos de actividad física moderada a la semana o 75 minutos de actividad intensa.

Sin embargo, expertos notaron que aún esta cantidad de actividad física era una expectativa demasiado alta de cumplir para muchos. Es por eso que decidieron investigar cuánto es la mínima de ejercicio necesario para proteger la salud, sobre todo de sufrir accidentes cerebrovasculares.
Fue así como un grupo de expertos reunieron una serie de investigaciones para comparar los datos y reconocer los efectos positivos de la actividad física aún en pequeñas dosis. Según los datos recolectados y publicados en Revista de Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría las ventajas son independientes de la edad y del sexo.
El análisis combinó investigaciones que evaluaron 3 niveles de actividad física en el tiempo libre: ninguno, por debajo del objetivo e ideal. Y se demostró que, en comparación con la ausencia total de ejercicio, la cantidad "ideal" reducía el riesgo de accidente cerebrovascular en un 29%. Incluso en las mediciones "por debajo del objetivo" aún disminuía el riego, en este caso a un 18%.
Los hallazgos fueron similares al comparar estudios que analizaron 5 niveles de entrenamiento: ninguno, insuficiente, bajo, moderado e intenso. Los resultados arrojaron que en paralelo con "nada", una ejercitación "moderada" reducía el riesgo entre un 27% y un 29%.
¿Cuáles fueron las conclusiones del estudio?
Los investigadores llegaron a la conclusión de que la actividad física recreativa, incluso en pequeñas cantidades, puede ayudar a prevenir accidentes cerebros vasculares a largo plazo.

De todas formas, reconocieron las limitaciones de sus hallazgos ante las definiciones de variables con diferentes niveles de ejercitación utilizadas en los estudios.














