Crece la tensión

Advierten que la Tercera Guerra Mundial está por comenzar: no será con soldados ni bombas nucleares, sino con algo mucho más silencioso

Un solo pulso podría desatar el caos, mientras las potencias compiten por la supremacía en este campo de batalla invisible.

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En un cambio radical de paradigma militar, expertos en seguridad internacional advierten que la Tercera Guerra Mundial no se librará con bombas nucleares ni grandes despliegues de tropas, sino a través del dominio del espectro electromagnético. 

Las principales potencias están desarrollando aceleradamente tecnologías capaces de paralizar sistemas enteros sin disparar una sola bala, creando un campo de batalla invisible pero potencialmente más devastador que los conflictos convencionales.

La guerra tal y como conocemos ya no será igual: esta nueva tecnología lo cambiará todo. Fuente: Shutterstock.

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La creciente amenaza de los EMP

La guerra electrónica cognitiva (CEW) representa la nueva frontera del conflicto militar moderno. Utilizando inteligencia artificial y sistemas avanzados de procesamiento, estos dispositivos pueden desactivar infraestructuras críticas en cuestión de segundos. 

Un solo pulso electromagnético (EMP) estratégicamente ubicado podría dejar en tierra flotas enteras de aviones, inutilizar redes completas de comunicaciones y colapsar sistemas eléctricos a escala nacional.

"La capacidad de manipular el espectro electromagnético es tan crucial para el combate moderno como lo fue la superioridad aérea en el siglo XX", señalan los analistas militares citados en documentos del Pentágono. 

De hecho, el "Proyecto Maven", iniciativa del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, buscaba precisamente implementar algoritmos de aprendizaje automático para mejorar las operaciones en zonas de guerra, aunque con resultados limitados hasta el momento.

Lo más inquietante de estas nuevas armas es su naturaleza encubierta. A diferencia de un ataque convencional, un pulso electromagnético no deja cráteres, escombros ni evidencias físicas.

Según reportes recientes presentados del Congreso de Estados Unidos, China ya desarrolló capacidades "sustanciales" en este campo, que le permiten "detectar, apuntar y perturbar" sistemas militares con una eficacia sin precedentes.

Estas tecnologías están transformando fundamentalmente la doctrina militar contemporánea, obligando a los estrategas a repensar conceptos básicos como disuasión, represalia y atribución de responsabilidad en caso de ataque.

Capacidad del pulso electromagnético (EMP). Fuente: Wikipedia.

La carrera tecnológica por la supremacía invisible

Estados Unidos, tradicionalmente a la vanguardia en innovación militar, se encuentra en una posición desventajosa frente a sus adversarios en el desarrollo de tecnologías de guerra electrónica. 

Expertos del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias estiman que el país podría necesitar "una década" para alcanzar el nivel de desarrollo que China ya consiguió. 

El Pentágono intensificó sus esfuerzos con sistemas como "Leonidas", un dispositivo avanzado de microondas de alta potencia (HPM) diseñado para ser integrado en vehículos militares y neutralizar enjambres completos de drones. 

A diferencia de las armas tradicionales, Leonidas no dispara proyectiles, sino que emite un potente pulso de microondas que desactiva los dispositivos electrónicos de los drones entrantes. Su principal ventaja reside en la reutilización: mientras que los misiles interceptores se consumen en cada uso, un sistema HPM puede emplearse repetidamente con costos operativos mínimos.

Paralelamente, la Fuerza Aérea entregó 6,4 millones de dólares para el equipo de Guerra Electrónica Avanzada del Southwest Research Institute para explorar algoritmos de guerra electrónica cognitiva capaces de identificar nuevas amenazas. 

El objetivo es desarrollar sistemas que analicen el entorno electromagnético "con la fiabilidad de un humano, pero con mayor precisión y tiempos de reacción más rápidos".

Sin embargo, altos mandos militares reconocen públicamente las limitaciones actuales de estas tecnologías. "Cuando se trata de guerra electrónica cognitiva o guerra electrónica en general, simplemente no veo que estemos allí todavía", admitió el coronel Larry Fenner Jr., comandante del Ala de Guerra del Espectro 350 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. 

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