Adiós a la Ley de Alquileres: entra en vigor un nuevo tope para las rentas que afectará a todos los inquilinos
En agosto de 2024, el Gobierno de la Ciudad de México implementó reformas a la Ley de Vivienda con el fin de regular el mercado de arrendamientos.
En agosto de 2024, el Gobierno de la Ciudad de México implementó reformas a la Ley de Vivienda para frenar el aumento de los alquileres.
Entre las principales medidas destaca la obligatoriedad del registro de contratos de arrendamiento, que permitirá mayor transparencia y control en el sector.
Además, se establece un límite en el aumento de las rentas, que no podrá superar la tasa de inflación anual del Banco de México (Banxico).
También se impulsará la construcción de vivienda pública en renta, especialmente en zonas de bajos recursos, aunque su implementación enfrentará retos de coordinación y financiamiento.
Reforma del Código Civil: registro obligatorio de arrendamientos
El registro obligatorio de los contratos de arrendamiento, estipulado en el artículo 2448 F del Código Civil, busca generar una mayor transparencia en el mercado inmobiliario de la Ciudad de México (CDMX).
Con la implementación de este registro, el gobierno local tiene la intención de evitar prácticas desleales, como la fijación de rentas excesivas o el uso de requisitos poco razonables para los inquilinos.
Este registro no solo afectará a nuevos contratos, sino también a aquellos que ya estén en vigor, con el fin de regularizar y poner en orden el mercado de arrendamientos.
El proceso de registro será administrado por la Agencia Digital de Innovación Pública, lo que se espera agilice los trámites y facilite el acceso a la información.
Los arrendadores deberán hacerlo en un plazo de 90 días, lo que les otorga cierto margen de tiempo para adaptarse a esta nueva normativa.
Si bien el registro se considera un paso hacia un mercado inmobiliario más justo, algunos expertos advierten que la falta de fiscalización y control podría limitar la efectividad de esta reforma.
Habrá control de precios en el arrendamiento
Una de las reformas más polémicas y esperadas es la que establece que los arrendadores no podrán incrementar el costo de la renta más allá de la inflación reportada por el Banco de México en el año anterior.
Este cambio tiene como objetivo frenar el aumento desmesurado de las rentas en una ciudad donde el costo de vida superó la capacidad adquisitiva de muchas familias.
La medida busca proporcionar estabilidad a los inquilinos, quienes a menudo se ven obligados a mudarse debido a aumentos exorbitantes.
Sin embargo, la aplicación de esta medida también presenta ciertos riesgos. Algunos propietarios podrían decidir no renovar contratos o incluso retirar sus propiedades del mercado de alquiler si consideran que los aumentos de rentas no son suficientes.
La clave será encontrar un balance que proteja tanto a los arrendatarios como a los propietarios, para evitar una escasez de oferta.
La construcción de vivienda pública: un pilar fundamental
La introducción de la producción pública de vivienda para arrendamiento es una de las reformas más importantes que cambiarán la política de vivienda en la Ciudad de México.
A través de esta medida, el gobierno se compromete a construir viviendas para alquilar en áreas con altos índices de pobreza, dirigidas especialmente a jóvenes, madres solteras, trabajadores y personas de bajos recursos.
Este enfoque no solo busca solucionar la falta de viviendas asequibles, sino también cambiar la cultura urbana de la ciudad.
A largo plazo, podría ayudar a distribuir mejor la población, descongestionando áreas de alto riesgo y promoviendo un desarrollo urbano más equilibrado.
No obstante, la construcción masiva en zonas de alta demanda requerirá una planificación cuidadosa y recursos suficientes, lo que representa un desafío para las autoridades.
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