Elecciones en Estados Unidos: Trump acusa a Biden de socialista para restarle votos

Con la economía prácticamente afuera de la campaña por la pandemia, para sumar votos el presidente norteamericano tratará de mostrar al demócrata como un candidato 'socialista'

Con secuelas profundas tanto en el plano humanitario como económico, la pandemia obligó al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a revisar su campaña de reelección y correr el eje hacia el ataque del voto por correo e instalar a Joe Biden como un candidato cercano a la izquierda.

Con la economía a media máquina debido a que la escalada de casos de Covid-19 obligó a posponer los planes de reapertura en varios estados, Trump no puede concentrase exclusivamente en sus logros de gestión por lo que debe tratar de deslegitimar a Biden –el año pasado Trump llegó al impeachment por pedirle al presidente de Ucrania que investigue a Joe y Hunter Biden a cambio de asistencia económica– y ya no alcanza con llamarlo 'Sleepy Joe' (el dormilón Joe), cuestionar su avanzada edad o sus capacidades mentales.

La nueva estrategia es mostrar al demócrata como un candidato débil y fácil de influenciar por otras figuras del partido como el progresista Bernie Sanders.

El primer día de la Convención Nacional Republicana sirvió de muestra: Donald Trump Jr. señaló que "las políticas de extrema izquierda de Joe Biden pondrían freno a nuestra recuperación económica", mientras que el senador Tim Scott dijo, con una selección de palabras poco inocente: "Joe Biden y Kamala Harris quieren una revolución cultural, un EE.UU. fundamentalmente diferente".

Los demócratas resolvieron su interna cuando Sanders se bajó de las primarias y, a diferencia de 2016, decidió respaldar a Biden. "Mientras esté aquí, trabajaré con los progresistas, con los moderados y, sí, con los conservadores", dijo el senador en la apertura de la Convención Demócrata. A esta altura, para el sector de Sanders es preferible que se doble pero que no se rompa, y evitar que los desencantados progresistas terminen jugando a favor de los republicanos. Pero aunque Sanders está dispuesto a negociar, no planea ceder el terreno ganado y Biden sabe que deberá hacer algunas concesiones al ala progresista del partido, aunque tratará de reducirlas al mínimo.

Eso no impedirá que Trump siga tratando de pegar a "Beijing Biden", como lo apodó Donald Jr., con "la izquierda radical". "Nuestro país nunca va a ser un país socialista", advirtió Trump entre gritos de "Aleluya" y "USA", luego de recibir la nominación de sus correligionarios.

Para Trump, los demócratas quieren "robar la elección"

"De una forma muy elegante, les diré que están tratando de robar la elección como lo hicieron la última vez con el espionaje y los atrapamos (...) Esto es robar millones de votos", dijo el presidente Trump en la previa de la Convención Republicana.

Desde hace varios meses, Trump viene cuestionando el voto por correo –incluso sugirió que podría derivar en fraude– y ahora acusa a los demócratas directamente de querer robarle la elección. La mayoría de los estados permiten el voto por correo: de hecho, hay cinco que lo usan como principal modo de votación, otros 29 que lo habilitan en caso de haya un motivo para no asistir a los centros de votación y otros están considerarlo flexibilizarlo por la pandemia.

Según Trump los demócratas planean enviar cerca de 80 millones de boletas, tratando de "cosechar votos" –una práctica donde los votos son enviados por terceros en vez de por los propios votantes, considerada ilegal en algunos estados–, y advirtió que sería "una de las mayores estafas". Trump ha tratado de deslegitimar el voto por correo porque cree que le dará una ventaja a su rival.

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