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Las criptomonedas ofrecen soluciones concretas a algunas complejidades actuales de la economía argentina como por ejemplo las restricciones al acceso de dólares, la devaluación y hasta las retorcidas y costosas transferencias de dinero hacia y desde el exterior.
Sobre esto último, varias personas y empresas locales acuden a la operatoria llamada "Contado con Liquidación" (CCL), que permite hacerse de dólares en una cuenta bancaria estadounidense propia, a partir de pesos argentinos y luego de una compraventa de bonos y su liquidación en el extranjero.
El problema con esta estrategia es que solo algunas personas físicas o jurídicas pueden acceder a ella, además de que se vuelve cada vez más costosa. El pasado martes, por ejemplo, el CCL superó por primera vez la barrera psicológica $ 800.
Frente a este contexto, cobra relevancia una alternativa digital que ofrece el mercado de las criptomonedas y que puede adquirirse y transferirse en todo momento, sin cepos ni espera. Estamos hablando de las llamadas stablecoins. A continuación, todos los detalles.
Chau dólar CCL: qué son las stablecoins y cómo se consiguen
Las stablecoins (o monedas estables) son criptomonedas especialmente diseñadas para minimizar la volatilidad mediante la vinculación con un activo más fuerte como el dólar o el euro. Las empresas emisoras suelen contar con una reserva para respaldar dicho emparejamiento.
Si bien existe una gran variedad de stablecoins en el mercado, las más demandadas son aquellas que mantienen una relación 1:1 con el dólar; tal es el caso de USDT, USDC y BUSD.
Estas criptomonedas se pueden conseguir en todo momento, sin restricciones, y se presentan como una alternativa para dolarizar los ahorros. Además, pueden transferirse con facilidad a cualquier usuario que disponga de una billetera virtual capaz de almacenar y gestionar dichos activos; de modo que facilita enormemente el envío de dinero al extranjero.
En cuanto al proceso para comprar las stablecoins vinculadas al dólar, esto se puede hacer de dos maneras. La primera, y más conocida, es mediante un exchange centralizado (como Binance o Belo), donde se compran los activos a un precio fijo que establece la propia cripto empresa; la segunda, a través de un exchange peer to peer (P2P), que le permite a dos personas arreglar la transacción por su cuenta, con sus propias cotizaciones.















