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La semana que pasó trajo importantes novedades desde el lado financiero, lo que repercutirá en las semanas que están por venir.
En medio de la aceleración inflacionaria y cambiaria, junto con un incremento de las chances de ver un salto devaluatorio aún mayor hacen que los agentes económicos se vean en la obligación de tener que invertir los pesos.
Ante este contexto, la cautela entre los inversores crece, con una mayor búsqueda de indexar los pesos a activos de corto plazo que lo protejan contra un salto cambiario e inflacionario.
Suba de tasas y desafío para los pesos
Tras el mal dato de inflación de marzo y la mala dinámica del dólar agro, los dólares financieros se despertaron.
En paralelo, el BCRA había subido la tasa 300 puntos básicos a 81%, pero el mercado lo percibió como una respuesta bastante limitada a la aceleración inflacionaria actual.
Por ello, la semana que pasó, el Banco Central aplicó una medida extrema ya que subió la tasa nada mas y nada menos que 1000 puntos básicos.
Esto claramente impacta sobre el rendimiento de los plazos fijo, así como también en el resto de las inversiones en pesos.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) detallaron que el BCRA recurrió a una política de shock al aplicar una fuerte suba de tasas de interés de 1000 puntos básicos que no estaba descontada por el mercado.
"Con esta suba, el límite establecido por el techo del corredor de pases, que en teoría limitaba la suba a 750 puntos básicos, fue perforado y el corredor quedó desconfigurado por primera vez desde su lanzamiento en julio 2022. Así, la Leliq pasó al 91% de TNA (141,3% de TEA). De esta manera, para los bancos desaparece el premio por colocarse en la LEDE corta (135,6% de TEA), ya que pueden colocarse en instrumentos a 28 días en el BCRA con mayor rendimiento", comentaron desde PPI.
¿Qué hacer con los pesos?
En el complejo entorno financiero que atraviesa Argentina, los pesos pierden valor constantemente.
Con una inflación que ronda el 140% anual, además de los riesgos cambiarios y financieros, la gestión de los pesos se ha convertido en un gran desafío.
Por lo tanto, los inversores están prácticamente obligados a hacer trabajar los pesos tanto para inversiones de corto como de mediano plazo.
Los analistas de Cohen detallaron que para inversiones de corto plazo ven oportunidades en letras en pesos a tasa fija y ajustable por CER.
"En el corto plazo, nos inclinamos a favor de la Lede de junio, que ofrece un elevado piso de rendimiento con una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 148%. Su spread contra los instrumentos CER resiste el nuevo régimen de inflación que marcan los datos de alta frecuencia. La Lecer del mismo mes (X16J3) opera en CER -1,2%, lo que significa que necesita una inflación del 8,5% en abril para empatar contra la Lede".
Además, desde la compañía también descartan el bono dollar-linked T2V3, así como los bonos duales TDJ23 y TDL23, debido a que consideran que su cobertura cambiaria es muy costosa.
"La curva soberana ofrece instrumentos con mejor cobertura y mejores tasas que justifican estirar algo el vencimiento", afirmaron.
Por otro lado, para el posicionamiento a mediano plazo, es decir, para inversiones de agosto a diciembre, desde Cohen ven valor en la letra dólar linked (D31O3) o bono dual TDS23-
"Dado el riesgo cambiario tan latente, seguimos priorizando la cobertura cambiaria para plazos medianos o largos. Los precios de los futuros de dólar en ROFEX señalan una probabilidad del 97% a un salto cambiario del 50% entre hoy y octubre", comentaron.
En este sentido, resaltaron que "vemos mucho valor en la letra DLK con vencimiento en octubre (D31O3). Esta permite protegerse contra cualquier evento devaluatorio en los próximos seis meses. Esperamos que se coloque a una tasa entre el 0% y el -3%".
Además agregaron que para aquellos que buscan una cobertura más completa, el bono dual TDS23 se presenta como una alternativa interesante.
"Actualmente, su tasa de devaluación es del -9,1% o de CER -3,3%. Si bien su cobertura cambiaria es mucho peor que la de la letra de octubre, su opcionalidad CER es muy valiosa, especialmente en dos casos extremos: cuando la devaluación ocurre mucho antes de lo esperado o cuando directamente no ocurre", afirmaron.

Los analistas de Grupo SBS coinciden en que la última semana la volatilidad cambiaria volvió a estar en el centro de la escena.
En un contexto de tensión cambiaria y financiera, junto con la suba de tasas de 1000 puntos básicos del BCRA, desde Grupo SBS recomiendan el posicionamiento en bonos CER de corto plazo.
"En términos de estrategia, mantenemos preferencia por opciones CER de baja duration mientras que perfiles con apetito por riesgo duration pueden ver valor en TX26 y en el dual 2024 (TDF24), que cuenta con cobertura cambiaria", dijeron.
El CER es el preferido y de corto plazo
La última licitación del Tesoro dejó en claro que el mercado busca indexar los pesos a la inflación y/o devaluación.
De hecho, el 97% de la deuda emitida en la última licitación fue indexada a devaluación e inflación, mientras que, en todo abril, representó el 94% del total emitido.
Esto representa un fuerte cambio respecto de enero, cuando la deuda indexada emitida por el Tesoro era del 15 por ciento.
Es decir, el mercado busca atar los pesos a la devaluación y/o a la inflación.

En ese contexto, los bonos en pesos ajustables por CER son los favoritos por el mercado. No solo eso, sino que los inversores ven oportunidades en especial en los bonos de mas corto plazo.
Desde Facimex Valores consideran que dado el contexto económico y financiero actual es momento de mantener una muy alta exposición a instrumentos CER.
"La Lecer de julio (X18L3) se mantiene atractiva para inversores buscando instrumentos de baja duration, mientras que para alternativas más largas preferimos esquivar los vencimientos alrededor de las elecciones priorizando instrumentos largos como TX26 y DICP", sostuvieron.
Por otro lado, agregaron que "para estrategias de cobertura cambiaria, los futuros parecen haber quedado caros en comparación con las alternativas dollar-linked, tanto soberanas como corporativas".
Mariano Calviello, head portfolio manager de FIMA, coincide en que en este contexto el mercado parece preferir el ajuste CER por sobre otros, y las licitaciones son un reflejo justamente de esto.
"La demanda por instrumentos a tasa fija, por ejemplo, se ha visto reducida por la evolución futura de la inflación, y la posibilidad que esto genere suba de tasas. El año pasado, estos activos rendían un spread negativo sobre CER, es decir, que rendían menos que la evolución del CER como consecuencia de la alta demanda. Hoy en día se pueden conseguir este ajuste con corta duration y con spread positivo", dijo.
Además, Calviello remarcó que los vencimientos de julio, agosto y septiembre ofrecen una buena oportunidad para cubrirse contra la evolución de la inflación, sin asumir demasiado riesgo plazo.
Finalmente, José María Aristi, portfolio manager de ICBC Investments Argentina, considera que el atractivo sigue siendo rollear deuda de corto plazo.
"El contexto de alta volatilidad financiera y política desincentiva el alargamiento de duration en inversiones en pesos. El mercado se está volcando claramente al cortísimo plazo en tasa fija o a plazos más largos, pero con cláusulas de ajuste (CER o dólar linked). En la medida en que no se perciba una desaceleración de la inflación, que pueda abrir la puerta a eventuales bajas de la tasa de interés, no resulta atractivo incrementar duration", comentó.













