Se contrajo la base monetaria y el dinero circulante en febrero
Según un informe del BCRA, cayó 5,6% respecto a enero. Además, se redujeron los plazos fijos del sector privado y los depósitos UVA.
Pese a que la inflación derrite el poder adquisitivo de los argentinos, la Base Monetaria se ubicó en febrero en $5.242,2 miles, lo que implicó una contracción de 0,9% en la serie nominal con respecto a enero. Ajustada por estacionalidad y a precios constantes, se redujo 5,6% y en los últimos doce meses acumuló una caída del 30 por ciento.
En tanto, el circulante en poder del público también se contrajo respecto al mes anterior, con una caída de 1,4% nominal y otra de 4,5% real.
Una canasta popular de alimentos mostró un aumento récord en febrero
Estos datos son positivos para las perspectivas inflacionarias futuras, ya que implican menos combustible para la suba de precios. Según reveló el REM, la inflación interanual ascendería a 99,9 por ciento.
En términos del PIB, la Base Monetaria se ubicó en 4,4%, 0,2 puntos porcentuales por debajo del valor registrado en enero y en torno a los mínimos valores desde la salida de la convertibilidad.
Según un informe de la consultora LCG, "la principal variable contractiva fue la venta de divisas al sector privado". Esas operaciones permitieron la absorción de $ 170.000 millones. A su vez, el BCRA retiró $ 685.000 millones vía Pases y Leliq, más que compensando los $ 590.000 millones inyectados por pagos de intereses.
Desde el lado de los factores expansivos, las operaciones con el sector público implicaron la emisión de $141.000 millones, aunque no se trataron de Adelantos Transitorios ni Giros de utilidades.
El Informe Monetario divulgado por el Banco Central también informó sobre la caída de los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado, que se concentró en el segmento mayorista y se explicó por un rebalanceo de cartera de los Fondos Comunes de Inversión de Money Market, que canalizaron sus fondos en depósitos a la vista remunerados.
A pesar de la caída registrada en el mes, los depósitos a plazo fijo continúan ubicándose en torno a los valores máximos de las últimas décadas y en un registro similar al máximo de la pandemia en términos del Producto.
Los plazos fijos UVA también cayeron alrededor del 15%, acumulando siete meses consecutivos de caídas. La disminución se verificó tanto en las colocaciones en UVA tradicionales como en las precancelables, cuyas tasas de variación mensual fueron -11,8% y -17,6%, respectivamente. La caída se explicó casi en su totalidad por la dinámica de las colocaciones de personas humanas, que concentran cerca del 85% del total de estos depósitos ajustables por CER.
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