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Existen dos grandes dudas alrededor de la colocación. Por un lado, la clave pasa por el precio de emisión, el cual implicará de manera implícita, el nivel de tasa al cual sale a colocar dicho título.

Por otro lado, el monto total a emitir esta en el centro del debate. Qué expectativas tienen los analistas sobre estas variables y sobre la colocación en general.

Nuevo bono en dólares

El viernes por la mañana el Gobierno sorprendió con el llamado a licitación por parte de la Secretaría de Finanzas para el miércoles que viene, en la que se ofrece un Bonar Hard Dollar.

Se trata de la primera colocación de un bono en dólares del Gobierno Nacional desde 2018.

Las condiciones que anunció el Gobierno sobre la emisión del bono es que se tratará de un título de legislación argentina con vencimiento el 30 de noviembre de 2029 (amortización íntegra a esa fecha) con una tasa cupón de 6,5%.

El financiamiento conseguido a través del Bonar 29 se destinará a cancelar parcialmente el vencimiento de capital del AL29 y AL30 del 9 de enero.

Lisandro Meroi, Research Analyst de TSA Bursátil, consideró que la emisión anunciada viene a traer la respuesta que el mercado estaba ansioso por conocer, respecto a cómo se enfrentarían los pagos de deuda de enero.

A su vez, agrego que dicha noticia marca una gran señal respecto del regreso del Tesoro a las emisiones en moneda dura luego de varios años fuera de ese mercado.

Algo del optimismo se vio en las primeras operaciones del viernes, con los bonos soberanos locales operando en el exterior con subas, mientras otras referencias de LATAM lo hacían con pequeños cambios. Restará ver la demanda que pueda haber por estos nuevos títulos, aunque sin dudas despeja el horizonte de corto plazo y da lugar para que la curva siga comprimiendo”, dijo Meroi.

Primera gran duda: La tasa de emisión

Existen dos grandes dudas alrededor de la colocación.

Por un lado, la clave pasa por el precio de emisión, el cual implicará de manera implícita, el nivel de tasa al cual sale a colocar dicho título.

En relación al primer punto, una cuestión importante que considerar a la hora de valuarlo es que los intereses se pagan el 30 de mayo y el 30 de noviembre de cada año y, dada la emisión del viernes próximo, el primer período tendrá menos de seis meses, impactando en el monto del pago del primer cupón.

A la hora de poder determinar parcialmente el nivel de tasa de interés al cual podría salir a colocarse dichos bonos, se mira lo que rinden los títulos en el mercado secundario.

La curva de Bonares rinde 12% en el AL29 y 12,5% en el AL30. Sin embargo, por duration, el nuevo Bonar 2029 debería cotizar cercano a los 11,5% de TIR.

Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, detalló que el Gobierno busca hacerse de las divisas para afrontar el pago de los vencimientos de enero.

Sin embargo, lo hace en un tramo de la curva hard dollar que hoy luce algo desarbitrado por la diferencia de flujo demandante que se está viendo en la ley extranjera versus la ley local, algo que impacta en el nivel de tasa al que podría salir a mercado dicho bono.

“La ventana objetivo se ubica posiblemente en el rango de 3,2 a 3,6 años de duration. Dada la estructura actual de la deuda soberana hard dollar, esa parte de la curva estaba sin oferta. Es un rango intermedio en el que la Ley Local podría acercarse a la Ley Extranjera y con eso lograr salir a una tasa menor”, detalló.

En esa línea, Benítez agregó que, si el objetivo es lograr una TIR del orden de los 9% a 9,5%, la paridad dada la estructura del bono debería rondar el 92%.

En cambio, si se hace a niveles actuales de mercado, la TIR debería estar arriba del 10,5%.

“Creemos que se necesita una buena semana previa, eventualmente cambios normativos que alienten la demanda del bono o mucho interés de inversores puntuales para posicionarlo en niveles más altos de paridad”, indicó.

Sobre el precio a colocar, desde Research Mariva entienden que es probable que el bono tenga un precio inferior a la par, ya que su cupón del 6,5% se encuentra muy por debajo de la curva de rendimiento actual de ARGBON, que se sitúa ligeramente por encima del 10%.

“La emisión representa una prueba inicial del apetito del mercado y, en nuestra opinión, es un paso en la dirección correcta, especialmente considerando la preocupación por el bajo nivel de reservas internacionales del BCRA”, resumieron desde Research Mariva.

Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI), agregaron que estimar el pricing se vuelve un ejercicio complejo.

“Si bien se trata de un soberano bajo ley local, entendemos que el Tesoro apunta a fijar el precio de la nueva emisión sobre la curva soberana ley Nueva York. Para alcanzar una TIR del 10% en esa duration específica, el bono debería colocarse por debajo de la par, en torno a US$89,5 (VN 100). Ese nivel implica una Modified Duration (MD) de 3,36, ubicándolo en el centro de la curva soberana, un punto de duration que todavía no fue testeado por el mercado”, detallaron.

Esperando un libro cargado

Si bien estimativamente el nuevo bono operaria en 11,5% dada la actual curva, el mercado espera que la licitación tenga una sobre suscripción, lo cual podría generar una compresión adicional en los bonos.

El mercado viene mostrando apetito por las colocaciones en moneda dura de provinciales y corporativos, a la vez que la colocación del bono en pesos a 2030 para inversores no residentes este año tuvo una sobre suscripción, lo cual genera cierto anticipo de que podría haber un libro de ofertas por encima del monto a colocar esperado.

Si ello ocurre, la tasa a la cual pueda salir el bono debería ser menor al 11,5% y el mercado lo sitúa apenas debajo del 10%.

Dado el anuncio de la colocación, desde Facimex Valores esperan que el propio anuncio de la emisión motive cierta compresión del riesgo país, pero sea particularmente exitoso a la hora de generar una caída importante del spread por legislación en el tramo corto de la curva.

En relación al precio del bono a colocar, desde Facimex Valores consideraron que el nuevo Bonar 29 saldrá con una TIR no mayor al 9%.

A partir de una curva cero-cupón para los Bonares tomando precios MEP, el nuevo Bonar 29 tendría una TIR del 11,16%. No obstante, creemos que el propio anuncio de la licitación debería generar una compresión del riesgo país. Por otro lado, hace tiempo venimos destacando que el spread por legislación en el tramo corto de la curva de Bonares se mantiene injustificablemente elevado”, indicaron.

En relación al precio del bono, desde y Aldazabal Cia agregaron que, dada la duration y los precios actuales, el rendimiento teórico del nuevo Bonar debería ubicarse sobre la curva soberana de Bonares y estaría en torno a 10,2%.

Esto sería un precio de corte u$s 89 centavos.

Sin embargo, coinciden en que es esperable una compresión adicional de spreads en los próximos días por lo que esperan que la emisión salga por debajo de los dos dígitos.

“Creemos que esta primera emisión podría servir como una señal de la capacidad del gobierno de refinanciar sus vencimientos de corto plazo y contribuirá a una compresión adicional del riesgo país en las próximas semanas, lo que facilitaría una nueva emisión durante el primer semestre de 2026 a tasas más bajas. Este efecto podría verse reforzado si es acompañado con resultados positivos en el Congreso y acumulación de reservas”, anticiparon.

Eric Ritondale, economista jefe de Puente, indicó que espera una compresión de tasas.

“A precios de cierre de ayer, el nuevo título sobre la curva de Bonares rendiría en torno a 10,5%. Sin embargo, dado que esta orientado a atender los vencimientos de Bonares, esperamos una compresión en los rendimientos de la curva soberana, considerando además que creemos que el equipo económico apunta a colocar este bono a un rendimiento de un dígito”, dijo.

Segunda duda: el monto a colocar

En detalle, el 9 de enero el Tesoro tendrá que afrontar vencimientos por u$s 4300 millones entre Globales y Bonares, de los cuales u$s 2800 millones son amortizaciones de capital y u$s 1500 millones pagos de intereses.

Al desagregar los vencimientos por acreedor, se estima que unos u$s 3800 millones corresponden al sector privado, con unos u$s 2100 millones en poder de inversores offshore y u$s 1700 millones en manos de inversores locales.

Por lo tanto, el Tesoro apunta a refinanciar estos últimos vencimientos.

La clave pasa por cuál será el monto total a colocar. Caputo dejó entrever que buscará emitir deuda para pagar el capital.

Los analistas de Research Mariva explicaron que el principal objetivo del gobierno con esta emisión es financiar el pago del capital con vencimiento el próximo 9 de enero de 2026 (bonos AL30 y AL29), sin afectar las reservas netas del BCRA.

Bajo esa hipótesis, desde Research Mariva entienden que se puede inferir que el gobierno busca colocar al menos u$s 1180 millones, que corresponde al monto de capital con vencimiento de dichos bonos.

“Consideramos viable que el gobierno coloque este monto dado la reciente y pronunciada caída del riesgo país y el alto nivel de depósitos locales en dólares estadounidenses.

Tras el resultado de las recientes elecciones legislativas y el sostenido desempeño del programa económico, el EMBI+ de Argentina ha caído a alrededor de 637 puntos básicos, alcanzando niveles accesibles para la emisión en el mercado.

Por su parte, el equipo de research de Aldazabal y Cia, explicaron que la colocación de un título en moneda extranjera en el tramo medio de la curva soberana ley argentina con el objetivo de cubrir parte de los vencimientos de deuda hard-dollar de enero 2026.

En relación a ello, desde la compañía creen que el gobierno buscará financiamiento por al menos u$s 1000 millones, aunque no descartan que si la demanda acompaña se adjudique un monto mayor, dado que los vencimientos totales de enero suman u$s 4.216 millones.

“En parte esto dependerá del avance de las negociaciones con bancos por un nuevo préstamo que el ministro Caputo destacó temprano en la semana, lo que en última instancia definirá el trade-off monto de emisión-rendimientos de la colocación”, indicaron.

Los analistas de Adcap Grupo Financiero esperan que el monto a colocar no sea excesivo.

“Existe mucha especulación en torno al tamaño de la nueva emisión. Creemos que el Gobierno optará por una emisión de tamaño considerable antes que una colocación excesivamente ajustada en términos de rendimiento, especialmente porque la alternativa del repo podría no resultar tan económica”, consideraron.

Analizando las reservas

Finalmente, una cuestión clave detrás de la actual colocación es que el Gobierno busca rollear la deuda sin pagar vencimientos con cash, es decir, sacrificando reservas.

De esta manera, el Gobierno busca dividir el uso de los dólares. Por un lado, las reservas se acumularán si es que hay un aumento en la demanda de pesos y no se usará el dinero para hacer frente a los compromisos de deuda.

Para pagar, el Gobierno buscará emitir nueva deuda en el mercado.

Desde Facimex Valores agregaron en que la nueva estrategia financiera del Tesoro apunta a refinanciar los vencimientos de capital en moneda extranjera con el sector privado para no afectar las reservas netas del BCRA.

“Según el equipo económico, esta estrategia le permitirá al BCRA encarar un proceso de acumulación de reservas netas consistente con la recuperación de la demanda de dinero, el régimen cambiario de flotación entre bandas y la estabilidad financiera”, dijeron desde Facimex Valores.

De cualquier manera, el mercado sigue muy atento al futuro de las reservas, siendo esta una variable clave para seguir bajando el riesgo país.

Los analistas de Grupo SBS coinciden en que el anuncio de la colocación de este nuevo Bonar 2029 luce como un primer paso en la dirección de volver finalmente a los mercados.

“La vuelta a los mercados internacionales es una de las claves para normalizar la economía, por lo que el apetito por esta colocación bajo ley local será un test interesante”, indicaron.

Sin embargo, hacen énfasis en la dinámica de las reservas hacia adelante para lograr una mayor baja del riesgo país y poder colocar bonos en ley internacional.

La continuidad en la reducción del Riesgo País es clave, y para ello dar muestras de acumulación de reservas seguirá siendo fundamental. Un sendero de acumulación virtuoso permitirá un buffer de liquidez en dólares que brinde mayores seguridades a los tenedores de bonos, impulsando los precios de estos y reduciendo el costo financiero de Argentina en dólares, clave para el desarrollo de m

diano plazo”, indicaron.