Preocupación en la City: por qué crecen los temores de una aceleración inflacionaria
El dólar soja dejó un efecto monetario expansivo de $ 1,14 billones o el 27% de la base monetaria. Analistas advierten sobre las presiones sobre precios y cambiarias de tal crecimiento de los pesos
La alta inflación y las expectativas de devaluación son la mayor preocupación del mercado y de los inversores actualmente.
Durante el mes de septiembre el BCRA implementó el dólar soja. Si bien los analistas resaltan datos positivos que dejó dicho esquema cambiario, del otro lado advierten que el deterioro patrimonial del BCRA, debido al aumento de los pasivos, eleva las presiones inflacionarias y cambiarias para la recta final del año.
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Los pasivos del bcra en el centro de la escena
El dólar soja tuvo sus aspectos positivos y negativos.
Entre los mejores resultados, se resalta que el agro liquidó un record de u$s 8100 millones, dentro de los cuales, el BCRA se quedó con u$s 5000 millones, logrando mejorar sus reservas y llevándolas hasta u$s 6200 millones de reservas netas.
Además, gracias a las retenciones, el Tesoro mejoró sus números fiscales, sumando unos $ 375.000 millones adicionales en septiembre.
Pasado el festival de liquidación, ahora el mercado mira con preocupación la avalancha de pesos que dejó el dólar soja y las presiones inflacionarias y cambiarias que dejó tal esquema cambiario.
El BCRA emitió durante el mes de septiembre más de $1.1 billones, de los cuales la mayoría esterilizó via Leliq a la vez que subió la tasa de interés al 75 por ciento.
Con este combo, en menos de 6 meses la economía generará una nueva base monetaria. Por eso el mercado teme a más inflación.
Adrián Yarde Buller, economista jefe y estratega de Facimex Valores, pone el ojo en el aumento de los pasivos remunerados tras el esquema de dólar soja.
"El dólar soja dejó un efecto monetario expansivo de $1.14 billones (27% de la base monetaria), similar a las compras de bonos en pesos del BCRA entre junio y julio ($1.29 billones). La decisión de esterilizar esta emisión llevó a los pasivos remunerados del BCRA a duplicar la base monetaria, poniendo a la dinámica del déficit cuasifiscal en el centro de la escena", dijo Yarde Buller.
En este sentido, según sus datos, el aumento del stock de pasivos remunerados y la última suba de tasas de 550pbs hicieron que la carga de intereses anualizada más que duplique a la base monetaria.
El economista advierte que esto es una señal de las fuertes presiones nominales que se asoman en el horizonte.
Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, afirmó que la inyección monetaria desde junio a la fecha deja presiones inflacionarias sobre la mesa.
"La compra de bonos en junio/julio y el dólar soja en septiembre, generaron saltos en el stock de Pasivos Remunerados del BCRA. Se buscó atenuar su impacto monetario vía absorción, pero dadas las tasas actuales, se genera una fuerte emisión vía intereses que hace difícil pensar en niveles más bajos de inflación.", sostuvo Benítez.
Con una visión similar, Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS también advirtió sobre las presiones inflacionarias que deja el esquema de dólar soja.
"La esterilización del BCRA vía pasivos remunerados fue otro de los puntos a resaltar en septiembre, superando estos el 200% de la base monetaria e incrementando la base monetaria amplia, el driver último de las presiones nominales dada la emisión futura implícita en este incremento de stocks", dijo.
En este sentido, Franco resaltó que los datos de alta frecuencia para septiembre apuntan a una inflación que se muestra persistente en los niveles elevados de agosto.
Además también puso el ojo sobre las presiones cambiarias.
"La contracara del ´dólar soja´ fue una expansión de pesos de 27,3% de la base monetaria, llevando al BCRA a subir tasas nuevamente con el objetivo de contener presiones sobre los dólares alternativos que impulsaron expectativas de devaluación. Las tasas efectivas anuales implícitas en futuros de dólar llegaron a superar 200%.", comentó.
Mirando hacia adelante, Franco advirtió que "cualquier intento por estabilizar la macro requerirá de un programa integral, ya que trabajar sobre alguna variable puntual por si misma, arriesga con exacerbar otros desequilibrios".
expectativas inflacionarias desancladas
Si bien el dólar soja mejoró las reservas, el dólar no cayó con fuerza debido a que el equilibrio entre pesos y dólares siguió siendo negativo. Es decir, siguen sobrando muchos pesos en la economía.
Esos pesos ajustan por dos canales, ya sea contra los precios de la economía real (vía inflación) y contra el dólar (vía devaluación).
En ese sentido, el último REM del BCRA dejó una clara señal de que las expectativas inflacionarias están desancladas.
El REM espera que la inflación sea 100,3% en 2022 versus 95% en la anterior edición, ratificando que se sobrepasaría el umbral de 100% anual por primera vez desde la salida de la hiperinflación (inicio de la Convertibilidad).
Asimismo, las expectativas para 2023 crecieron a 90,5%, subiendo desde a 84,1% en septiembre y desde 76,6% en agosto.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) destacaron los datos del REM y advirtieron que esperan mayor inflación hacia adelante.
"Creemos que probablemente antes de fin de año los analistas eleven la expectativa anual de 2023 por encima de la de 2022, evidenciando que el fenómeno inflacionario tomó una dinámica de aceleración. Para el corto plazo, descartamos una desaceleración en la inflación mensual de septiembre. La inflación pasaría a viajar una velocidad anualizada de 125,9% (media 3 meses), récord en 31 años", dijeron desde PPI.
Finalmente, una advertencia similar hacen los analistas de Banco Mariva y remarcan que la inercia de la inflación probablemente permanecerá alta.
"A pesar del ajuste monetario y fiscal, no esperamos una inflación mensual por debajo del 7% para el resto del año. El crawling peg del tipo de cambio oficial, necesario para asegurar la competitividad externa, mantendría su actual piso mensual de 6,5%, probablemente con ajustes al alza. Además de esto, en el último trimestre se producirán varios ajustes en los precios regulados. Proyectamos una inflación para terminar el año en el rango de 105-110%", dijeron.
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