La suba de tasas global, un riesgo para los planes de dolarización
Con el aumento en los rendimientos de la deuda americana, crece el costo de endeudamiento en los mercados internacionales para los emergentes. Además, los bonos emergentes rinden más por lo que los capitales globales encuentran nuevas oportunidades en otros países, restando atractivo para la deuda local.
Las tasas de los bonos del tesoro de Estados Unidos toca máximos en 16 años. Esto es una mala noticia para la próxima gestión y en especial para los planes de dolarización.
Crece el costo de endeudamiento en los mercados internacionales para los emergentes. Además, la deuda emergente rinde más por lo que los capitales globales encuentran nuevas oportunidades en otros países, restando atractivo para la deuda local.
Es decir, habrá cada vez menos interesados en bonos argentinos a la vez que estos enfrentan mayores riesgos bajistas de corto plazo.
Malas noticias al próximo gobierno
El hecho de que la Fed decida mantener las tasas altas por más tiempo hace que el mercado especule con que esto efectivamente vaya a ocurrir en los próximos meses.
Ante esta especulación, los rendimientos de los bonos del tesoro estadounidense se desplazaron notablemente al alza y tocan máximos de 16 años.
En especial, los rendimientos de los bonos del tramo más corto, los cuales se ubican por encima del 5%.
Cuando suben las tasas de los bonos del tesoro de EE.UU, lo que está ocurriendo detrás es una caída en el precio de sus bonos.
La deuda americana funciona como referencia para el resto de las curvas a nivel global, es decir, bonos de grado de inversión, deuda de alto rendimiento, emergente y emergente de alto rendimiento.
Por lo tanto, si caen los bonos del tesoro estadounidense, todo el resto de las curvas tienden a caer y ven elevados sus rendimientos, en línea con el aumento en las tasas de los Treasuries.
Este escenario es una mala noticia para la próxima gestión que asuma en diciembre.
Si las tasas suben, se encarece el crédito para emergentes en general, incluidos la Argentina.
Es decir, a la Argentina le va a costar más caro reestructurar o tomar deuda en los años que vienen.
Rodrigo Benítez, economista jefe de MegaQM, remarcó que para los instrumentos de deuda local, que los bonos del Tesoro a 10 años rindan valores cercanos al 5% es una noticia negativa.
"La suba de tasas de los bonos del tesoro americano plantea un piso alto para el momento que se va acercando de tener que regresar al mercado de capitales para renovar vencimientos de deuda en dólares", explicó.
Además, agregó que "todavía faltan varios trimestres y la dinámica local nos impide mirar tan lejos, pero es cierto que probablemente la necesidad de rolleo de la deuda local en dólares se va a encontrar con el desafío de tener que instrumentarlo en un contexto global con tasas todavía altas".
La buena noticia de mediano plazo para el próximo Gobierno es que la Fed no tiene (por ahora) subir aún más la tasa en 2024.
El último Dot Plot de la Fed proyectó que la tasa podría subir una vez más en 2023 y comenzar a bajar en 2024, estimando una merma de 50 puntos básicos para el año que viene.
Sin embargo, la trayectoria bajista en las tasas es que va a ser más gradual ya que en junio había estimado 75 puntos básicos de baja para el 2024.
Es decir, si bien la Fed no piensa subir la tasa, ahora piensa bajarla más lentamente.
Esto es una buena noticia (no va a subir más la tasa) y una mala noticia (bajarán más lentamente) para el próximo gobierno.
Los analistas de Consultatio, explicaron que las consecuencias para Argentina de un escenario de tasas altas no son positivas para la deuda local.
"El timing para ensayar reestructuraciones de pasivos -amigables o no amigables- sería muy desafiante, porque el impacto sobre el valor presente de cualquier oferta que tenga como principio estirar vencimientos es negativo. Esto vuelve más caro el eventual default y más acelerada la necesidad de ajuste fiscal", afirmaron.
Además, destacaron que este es un escenario muy distinto al que prevaleció en septiembre de 2020, cuando se reestructuró la deuda por última vez.
"En ese momento se postergaron pagos hasta 2025, se pagaron bajos cupones mientras tanto, y se estiraron vencimientos. Plantear una nueva restructuración justo en el momento en que tienen que empezar a cobrar, luego de haber pagado todos los costos de pérdida de valor presente y de tasas de interés reales negativas en los últimos 3 años, volvería cualquier nueva reestructuración mucho más difícil de aceptar", remarcaron.
Malas noticias para Milei
Para los planes de dolarización, el hecho de que los bonos del tesoro operen con tasas altas es una mala noticia.
Cuanto más suben los rendimientos, más caen los bonos de EE.UU. y más presiones a la baja enfrentan los bonos emergentes.
Esto significa que la deuda emergente se torna más atractiva cuanto más cae.
En ese sentido, los capitales que invierten en deuda emergente comienzan a ver nuevas oportunidades en bonos de países con mejores cuentas respecto de la de Argentina. Estos países pasan a operar con tasas más altas y se tornan más interesantes como oportunidad de inversión.
Distinto sería un escenario en donde los emergentes rinden poco y Argentina rinde mucho.
En cambio, estamos en camino a un contexto en donde Argentina rinde mucho y emergentes también. Es decir, la deuda Argentina encuentra más competencia para atraer a capitales extranjeros para que compren los bonos locales.
Es una mala noticia para Milei ya que necesitará convencer a fondos de inversión para que compren la deuda argentina en medio de su plan de dolarización.
Hoy los bonos argentinos no encuentran demanda por parte de los inversores globales y probablemente resultará difícil encontrar demanda si la renta fija de sus pares se torna aún más atractiva a medida que suben más los rendimientos de emergentes.
Los bonos de mercados emergentes operaban con tasas de 7,5% en junio y pasaron a rendir 8,3% actualmente. En febrero, emergentes rendía 7,1% y subió más de 100 puntos básicos de rendimiento actualmente, transforman en una oportunidad de inversión más atractiva a lo largo del 2023.
Lo mismo ocurrió con emergentes de alto rendimiento.
En enero rendía 9% y hoy rinde 10,8%.
El fondo que invierte en deuda de alto rendimiento observa todo el espectro de bonos, los de Argentina pero también los de sus competidores.
Con tasas más altas en estos bonos, la deuda local tiene más competencia para atraer fondos que compren la renta fija local y que le dén los dólares suficientes a Milei para dolarizar.
Desde la mesa de trading de un banco local remarcaban que la suba de tasas afecta al próximo Gobierno y complica aún más a Milei.
"El entorno global más desafiante desde el lado financiero es una mala noticia para los bonos argentinos. Estos se mueven fundamentalmente por drivers locales aunque el factor global no ayuda. Cuanto más suben las tasas globales, mayor es el costo de endeudamiento para la próxima gestión. Además, cuanto más rinden los comparables de Argentina, la deuda local pierde atractivo relativo contra sus pares", dijeron desde el banco.
Los analistas de la consultora 1816 hacen un señalamiento similar.
"La propuesta de Milei implicaría que el stock de bonos en dólares aumente de la zona de u$s 80.000 millones a u$s 210.000 millones, mientras que una eventual administración de Massa tendría enormes dificultades para generar confianza inversora. El inconveniente es que los tiempos apremian. Si Argentina no recupera el acceso al mercado de deuda para 2025, es difícil que los bonos en dólares sigan performing, dado el perfil de vencimientos", sostuvieron.
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