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El mercado espera que la inflación caiga y que las tasas reales se mantengan positivas. El Gobierno busca alentar las inversiones en moneda local.

Cuáles son los bonos que ganarían a la inflación mientras la nominalidad de la macro apunta a la baja.

Tasas reales positivas

Estamos en un contexto de nominalidad descendente.

Esto significa que la inflación se ha calmado, con registros inflacionarios mensuales cercanos al 2% y con la expectativa de que la misma siga cayendo en los próximos meses.

A su vez, la salida del cepo derivó en un colapso de la volatilidad cambiaria y en la que el tipo de cambio busca su precio de equilibrio dentro de la banda, pero sin provocar disparadas.

Mirando los tipos de cambio que espera el mercado para los próximos meses en los contratos de dólar futuro, los inversores proyectan que el mismo seguirá moviéndose dentro de las bandas de flotación planteadas por el equipo económico desde la liberación de los controles cambiarios.

Por lo tanto, queda establecido que el mercado convalida la idea de una menor nominalidad actual y futura.

Otra de la forma de determinar que el mercado espera una menor nominalidad es a partir del análisis de la forma que toma la curva de bonos a tasa fija.

En un contexto de inflación a la baja y dólar controlado, los inversores se han apurado en posicionarse en plazos más largos dentro de la curva a tasa fija ya que esperan que las tasas de interés caigan en el mediano plazo.

De esta manera, el mercado demanda títulos a mayor plazo con la expectativa que, para el momento en que venza el bono, la tasa de interés estará en niveles más inferiores respecto del actual, pudiendo fijar tasas altas por más tiempo (hasta el vencimiento del bono).

Por ello, la curva a tasa fija se encuentra invertida ya que los plazos más largos encuentran mayor demanda, lo que implica cierta expectativa de que el mercado se prepara para una menor nominalidad (inflación y tasas) a mayor plazo.

De esta manera, los inversores esperan que el equipo económico mantenga la tasa de interés real levemente positiva, es decir, que la tasa de interés se ubique por encima del de la inflación.

Si la inflación cae, es esperable que también lo haga la tasa, aunque dejando a esta levemente por encima del índice de precios.

La clave sobre esta expectativa se encuentra también en qué clase de bonos conviene más posicionarse para poder obtener retornos que le sigan ganando a la inflación en un contexto de tasas de interés que apunten a la baja, junto con una inflación también bajista.

Los analistas de Research Mariva remarcaron que tras la introducción del nuevo sistema de política monetaria de bandas cambiarias, el gobierno ha dejado claro que su objetivo principal es reducir la inflación, en lugar de acumular reservas.

En este sentido, destacaron también que el mercado proyecta una mayor desinflación, a la vez que esperan que el Gobierno intente mantener tasas de interés reales levemente positivas.

Bajo este escenario, encuentran a los bonos duales como una apuesta atractiva a mayor plazo, por encima de la alternativa de la curva de LeCaps.

"Anticipamos que la disminución de las tasas implícitas de futuros del dólar, junto con el compromiso del gobierno de acelerar la desinflación, podría resultar en tasas de interés nominales más bajas y un tipo de cambio más fuerte. No obstante, esperamos que el gobierno mantenga tasas de interés reales positivas en los próximos meses. Proyectamos una disminución de la tasa nominal anual Tamar del 34% al 27% para finales de año. En este escenario, consideramos que TTJ26 es el más atractivo", indicaron.

Los bonos duales TAMAR, o BONTAM, son títulos de deuda emitidos por el Gobierno argentino que ofrecen una alternativa de inversión a través de un sistema dual de ajuste.

El inversor recibirá el mayor valor entre la tasa fija del bono y la Tasa Mayorista de Argentina (TAMAR) al momento del vencimiento.

La TAMAR es la tasa de referencia para los depósitos a plazo fijo a 30 días con un monto mínimo de $1.000 millones

Diego Chameides, Economista Jefe en Galicia, considera que los objetivos de programación monetaria que comunicó el BCRA parecen suficientemente restrictivos para pensar en un entorno de tasas reales positivas en los próximos meses.

Bajo este contexto, Chameides entiende que los bonos duales lucen atractivos.

"La relativa escasez de pesos también se siente en el sistema financiero donde vemos un spread importante entre tasas pasivas y las de instrumentos de renta fija soberanos de corto plazo. En este contexto, y siendo optimistas con el sendero de desinflación para los próximos meses, los bonos duales -particularmente los que vencen en septiembre y diciembre de 2026- nos parecen alternativas atractivas considerando la relación riesgo/retorno que ofrecen", detalló.

La tasa TAMAR se ha mantenido elevada en las últimas semanas, por encima de la tasa de caución, de las cuentas remuneradas, de la Lecap corta y de la Badlar.

Por esta razón, los analistas encuentran atractivo en esta clase de bonos.

Utilización de los dólares

En medio del contexto de restricción monetaria y de tasas de interés real más altas, el Gobierno buscó alentar la utilización de dólares para re monetizar la economía.

Si los ahorristas utilizan los dólares del colchón, esto elevaría la capacidad prestable de los bancos, aliviando las presiones en las tasas de interés.

Dado que la economía transacciona en pesos, si se eleva la liquidez en dólares en el sistema producto de la utilización de divisas para consumo local, esto podría reducir aún más la presión cambiaria

Permitiéndole a los argentinos utilizar dólares del colchón, el gobierno busca alentar aún más el crecimiento macro y reducir también las tasas reales en pesos.

Los analistas de MegaQM remarcaron que la demanda real de dinero sigue creciendo, algo que afecta el nivel de tasa de interes.

"La demanda de dinero sigue creciendo, los bancos ven disminuir su capacidad prestable y empiezan a necesitar hacerse de liquidez por otras vías. En ese sentido, es lógico que vayan desarmando posiciones largas en instrumentos del Tesoro y lo vuelquen hacia el crecimiento de su negocio activo. Para las tasas de interés esta realidad puede implicar un factor de presión adicional sobre las tasas en pesos", indicaron.

En esa línea, agregaron que "si las tasas en pesos se mantienen altas, en un contexto inflacionario descendente, la macro local puede derivar en un escenario de tasas reales muy altas, que sean difíciles de asumir para algunos sectores de actividad".

Por esta razón es que el Gobierno intenta alentar a los agentes a utilizar los dólares del colchón.

"Mientras tanto, para suplir la falta de pesos, el equipo económico apuesta por el bimonetarismo. Buscando que los dólares movilicen la actividad económica, se canalicen hacia el sistema financiero y aumenten la capacidad prestable de los bancos. Toda economía necesita crédito a tasas razonables para invertir y crecer", explicaron desde MegaQM.

Alejo Rivas, Estratega en Balanz, sostuvo que espera que la política monetaria siga siendo contractiva por lo que ve oportuno realizar apuestas en instrumentos de tasa fija.

"Creemos que las tasas nominales bajarán sólo en la medida en que las expectativas de inflación bajen considerablemente, lo que implicaría que las tasas reales sigan altas. En este marco, y con la inflación implícita alineada con nuestras estimaciones, vemos valor en las Lecaps y Boncaps", dijo.

Además, agregó que "esta clase de activos tendría bastante mejor desempeño que los demás si la inflación sorprende a la baja, algo no descartamos. Dentro del menú de pesos, nos inclinamos por el tramo medio y largo de las Lecaps y Boncaps"

En términos de inflación esperada, el mercado proyecta 1,5% mensual en mayo, manteniéndose en esos niveles hasta octubre.

Se evidencia un leve rebote entre octubre y noviembre al 2,1% mensual para cada uno de esos meses.

Y luego, desde diciembre y luego en 2026, el mercado estima una nueva baja de la inflación al 1,2% mensual hasta mitad del año que viene, para llegar al 1% desde la segunda mitad de 2026.

Los analistas de Adcap Grupo Financiero explicaron que el Gobierno se sigue inclinando por promover las inversiones en títulos a tasa fija, algo que esperan que siga ocurriendo.

"Desde la salida del crawling peg, el gobierno buscó hacer más atractivas las inversiones en pesos - lo que favorecen a contener los riesgos sobre el tipo de cambio (que ahora flota). En este sentido, y dado que el objetivo de desacelerar la inflación sigue más firme en medio del escenario electoral, no vemos que el gobierno tenga incentivos para cambiar la estrategia en el corto plazo", dijeron.

Tasas reales en la curva CER

Las tasas de interés real se pueden encontrar en la curva CER. La misma ha mostrado un desplazamiento bajista desde la liberación del cepo.

Hoy la curva opera con tasas reales del 8% en el tramo corto y de entre 9% y 10% en los tramos medios y largos.

Lisandro Meroi, Research Analyst de TSA Bursátil, resaltó que el futuro de la tasa de interés está en el centro de atención de los analistas.

"Respecto a las tasas de interés quizás el mercado está esperando más definiciones, sobre todo luego de los movimientos al comienzo de la nueva fase del programa económico. Si bien es cierto que con una inflación desacelerando y expectativas ancladas los rendimientos deberían bajar gradualmente, todavía permanece la incógnita sobre el levantamiento total de las restricciones cambiarias", detalló.

A su vez, agregó que hay cierta especulación de que al período post elecciones de octubre podría ser el indicado para algunas medidas sobre el levantamiento total del cepo y decisiones sobre las tasas.

En términos de posicionamientos de carteras, Meroi remarcó que "para los próximos 2 o 3 meses no deberían mostrar un riesgo excesivo para colocaciones en pesos con Lecaps, mientras que inversores más optimistas podrían apostar por extender plazos, aunque ponderando títulos CER y también duales", dijo Meori.

Desde la mesa de trading de un banco local esperan que las tasas reales apunten a la baja.

"Creemos que las tasas reales deberían bajar en un contexto de desaceleración fuerte de la inflación, de manera de afectar la demanda de dinero. Esto en línea con el objetivo prioritario del Gobierno de reducir al máximo posible la inflación, utilizando además como ancla el dólar, generando la expectativa de intervenir comprando divisas (recomponiendo reservas y remonetizando la economía) una vez que se haya alcanzado la banda inferior de flotación, actualmente alrededor de $985", detallaron.