Se proyecta una liquidación del trigo récord y con sus mejores valores desde 2021 y 2022. Esperan un fuerte flujo de divisas adicionales durante los meses de verano, por lo que podría beneficiar a la estabilidad del tipo de cambio.
La volatilidad cambiaria cayó y el mercado ve oportunidades en instrumentos en pesos.
El agro durante el verano
La liquidación del agro está siendo muy reducida los últimos meses del corriente año, evidenciando una merma del 50% de manera interanual.
A su vez, la liquidación del agro no alcanza los u$s 200 millones diarios desde octubre pasado y desde entonces se ha mantenido en niveles muy reducidos.
Esto genera un menor flujo en el mercado cambiario, provocando un impacto también sobre el tipo de cambio, el cual, a menor oferta y a igual demanda, podría encontrar cierta presión en el valor del dólar.
Sin embargo, la expectativa es que la liquidación del agro sea buena en 2026, pudiendo impulsar los flujos y contribuir en la estabilidad cambiaria a mediano plazo.

Los analistas de Outlier detallaron que el ritmo de liquidación de la agroindustria quedó previsiblemente muy disminuido luego de lo que fue la liquidación extraordinaria de fines de septiembre de 2025 (en el marco de la reducción transitoria a cero de las alícuotas de los DEX).
Según sus datos, durante octubre y noviembre vimos promedios diarios de liquidación agropecuaria que, en términos históricos y ajustados por la variación de los precios FOB puertos argentinos, están muy por debajo de los registros correspondientes a los mismos meses de 2024 y a los promedios de los últimos 10 años.
En ese sentido, diciembre no viene rompiendo la tendencia, sino que más bien la profundiza.
Desde Outlier remarcaron que en las primeras 8 jornadas, la liquidación informada por CIARA sumó sólo u$s 330,7 millones, lo que da un promedio de u4s 41,3 millones para ese periodo.
“Esto está muy por debajo de los u$s 109 millones promedio diario que vimos en diciembre 2024. Con precios FOB constantes, la liquidación promedio diaria de las primeras 8 jornadas de diciembre está más de 50% por abajo del promedio de los últimos 10 años”, alertaron desde Outlier.

Se viene el trigo
En lo que respecta al final del año, se acerca la liquidación de trigo, la cual promete ser positiva, logrando contribuir en los flujos del agro para la macro local.
La semana pasada, CIARA informó que en noviembre el complejo oleaginoso cerealero liquidó apenas u$s 760 millones, lo cual marcó una baja del - 62% interanual.
Este fue el registro más bajo para un mismo mes en 10 años.
De cualquier manera, la buena noticia es que la cosecha de trigo que se viene promete ser excelente.
Medido en dólares, el valor de la cosecha de la campaña de trigo de 2025 superaría los u$s 5000 millones, siendo el nivel más elevado desde la campaña de 2021 y 2022.

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que su proyección apuntaba a 25,5 millones de toneladas ya con 60% del área cosechada.
De esta manera, se alcanza un saldo exportable de unos 15 millones de toneladas que, valuados a precios FOB actuales (u$s 206 por tonelada), deja la liquidación potencial en u$s 3000 millones.
“El año pasado el saldo exportable había sido menor (9M de toneladas), dada la menor producción (18,6 millones de toneladas). Pero los precios fueron más de 10% superiores a los actuales (u$s 227 por tonelada), con lo cual la liquidación potencial fue de u$s 2000 millones. Quedando el excedente de liquidación asociado a la cosecha récord actual versus la 2024 en u$s 1000 millones”, explicaron desde Outlier.
Sin embargo, advierten que aún no vimos el impacto en diciembre y es muy improbable que todo se vaya a liquidar en diciembre.
“Los datos oficiales de comercialización de trigo disponibles (al 3/12) indican que se entregaron con precio fijado casi 5 millones de toneladas y hay DJVE anotadas por 3 millones de toneladas. Con lo cual, queda claro que el grueso de la cosecha de trigo no se vendió y menos aún se exportó/liquidó. Todavía no vimos la mayor parte de eso en el MLC, lo que tiene sentido viendo los datos de liquidación”, explicaron.
Impacto cambiario
Lo que ocurra con los flujos del agro termina siendo relevante para el futuro cambiario.
A mayor flujo, es esperable que el tipo de cambio se mantenga estable, y que a su vez también le dé espacio al BCRA para comprar divisas.
Fernando Camusso, economista y director de Rafaela Capital, coincidió en que podría darse un flujo adicional de divisas a partir de la mejora en la liquidación del agro.
Camusso detalló que, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el trigo viene con estimaciones que pueden ser récord de aproximadamente 25 millones de toneladas.
“Esto puede dejar saldo de entre 15 y 17 millones de toneladas para el mercado externo, lo cual es cerca de 5 millones de toneladas más que la campaña anterior. Es decir, cerca de u$s 3500 millones de ingresos por el trigo en el verano, lo cual es una buena mejora para el balance cambiario”, comentó Camusso.
En ese sentido, Camusso explicó que el ingreso de divisas adicionales obviamente tendrá impacto positivo en el tipo de cambio.
“Engrosa de forma genuina la cuenta de reservas internacionales en un contexto donde el gobierno está teniendo sumo cuidado en comprar divisas vía el tesoro (dentro de la banda) y elige hacerlo contra demanda de dinero, con el desafío de no remonetizar de más una economía que está mostrando resistencia a la baja de la inflación mensual, sobre todo noviembre y diciembre”, indicó.

El gobierno tomó medidas desde el lado impositivo para alentar las exportaciones en los próximos meses.
Recientemente se llevó a cabo una baja de retenciones del 26 al 24% para la Soja y de derivados de aceite y harinas tbn de 2% del 24,5 al 22,5%. Adicionalmente la reducción de las tasas de los embarques al exterior como al trigo de 9,5 al 7,5%.
“Creemos que en el corto plazo seguramente generará beneficio (aumentará las ventas) de la cosecha fina (trigo) que básicamente está concentrada en diciembre y enero. Igualmente, no vemos mayor impulso por ahora para la soja, donde las liquidaciones del cereal comienzan en abril y hasta julio”, anticipó Camusso.

Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, afirmó que espera una buena liquidación del agro entre diciembre y enero.
Según sus cálculos, la misma aportaría dólares al mercado y podría estabilizar el tipo de cambio en torno a los $1400 en la parte baja del rango, con la banda superior funcionando como techo natural.
“En este escenario, tiene sentido empezar a extender duration: las tasas deberían seguir ajustándose a la baja, convergiendo primero al nivel de cauciones del 25% a 30% y, más adelante, ubicándose por debajo del 20%”, sostuvo Lazzati.
Bandas por más tiempo
El mercado sigue poniendo precios a que las bandas cambiarias van a continuar durante el verano.
Los tipos de cambio implícitos establecidos en los contratos de dólar futuro marcan una expectativa de calma cambiaria y de una permanencia del actual esquema de bandas de flotación.
En otras palabras, los contratos de dólar futuro muestran que el mercado espera que, al menos hasta abril, el dólar se sostenga debajo del techo de la banda cambiaria.
Claramente los flujos del agro juegan a favor para que el mercado siga especulando sobre el mantenimiento del actual esquema cambiario.
Florencia Blanc, Sr. Economist de Aldazabal y Cía, explicó que la liquidación de la cosecha fina, combinada con la estacionalidad alta de la demanda de dinero hasta mitad de enero, debería ayudar a mantener la calma cambiaria por algunas semanas.
“Esto podría abrir una ventana corta para el carry, aunque ya hacia enero que se revierte la dinámica estacional de la demanda de pesos podría empezar a pesar la demanda de divisas”, dijo Blanc.
En cuanto a la estrategia en pesos, Blanc agrego que prefiere posiciones cortas con cobertura CER.
“Las breakeven de inflación lucen algo optimistas en el corto plazo respecto de nuestro escenario base y aún hay cierto grado de incertidumbre sobre el acomodamiento del esquema monetario. Para alargar duration, vemos atractivo en la curva de tasa fija, particularmente en el bono T30A7 que vence en abril 2027 y rinde alrededor de 2,4% TEM”, puntualizó.

Maximiliano Tessio, asesor financiero, agregó que espera un buen flujo de divisas del agro.
“Considerando que aún resta liquidar el 25% de la soja 2024 y 2025 , fijar precio al 42% del maíz 2024 y 2025 y sumada la super cosecha de trigo reciente, vemos que el agro volverá a lucirse como oferente de divisas, lo que dará al gobierno cierto oxigeno en los estacionalmente malos meses de verano”, explicó.
En línea con esto, y como para asegurarse la fluides en el ritmo de liquidaciones, Tessrio recalcó que recientemente el gobierno dispuso la baja permanente de retenciones.
“Vemos que los precios disponibles están pagando un premio por sobre los Fas Teórico para Soja y Maíz, lo que alienta la liquidación en estos meses. Este es un factor importante que se suma para avalar nuestra hipótesis de que la economía parece acomodarse a un TCRM de $1500. Entendido esto, tasas superiores al 30% en pesos deben ser vistas como una oportunidad, por eso preferimos estirar duration, con el bonte T30AO7 como predilecto”, remarcó Tessio.
Flujos del agro, dólar futuro y carry en pesos
El hecho de que el mercado ponga precios a que el dólar se mantendrá debajo del techo de la banda implica una señal de confianza sobre el actual esquema y anticipando que no va a darse algún escenario de volatilidad cambiaria de corto plazo.
El mercado pone precios en que, a fin de año, el dólar oficial se ubicará en $1450, saltando a $1484 a fin de enero y a $1511 a fin de febrero.
Para marzo, el dólar se ubicaría en $1538 y avanzaría a $1567 para abril, cotizando en $1595 para fin de mayo de 2026.
Esto resulta determinante para poder definir la conveniencia del posicionamiento en pesos.
Matías Waitzel, socio de AT Inversiones, consideró que la campaña agrícola muestra señales de una liquidación positiva en la mayoría de los granos.
“La combinación de mejores rindes, precios internacionales razonables y expectativas de un flujo estacional más sólido hacia el primer semestre de 2026 permite anticipar un aporte de divisas mayor al observado este año, sumado a la reciente baja de retenciones. Ese flujo es relevante porque contribuye a un mercado cambiario más profundo y, sobre todo, a crear las condiciones para que el BCRA retome el proceso de acumulación de reservas, algo que el gobierno todavía no consiguió plenamente”, afirmó.
Dada dicha expectativa, Waitzel agregó que el impacto sobre el tipo de cambio no debería leerse como un catalizador de salto.
“El tipo de cambio ya no funciona como “válvula de escape” del riesgo financiero sino como variable que responde al flujo comercial y al esquema de bandas. Tras las elecciones, el riesgo país cayó más proporcionalmente que el dólar, porque el mercado dejó de dudar del pago de la deuda, pero aún mantiene cautela sobre el régimen cambiario y la capacidad de acumular reservas”, indicó.
Además, agregó que espera cierta estabilidad cambiaria, con el dólar que se mantiene dentro de la banda y espera que continúe así en el mediano plazo.
“Pretendemos que continue el régimen de banda que aporta claridad al mercado de cambios”, dijo.

Desde el lado de las inversiones, Waitzel detalló que, para portafolios en pesos, este marco refuerza la preferencia por el tramo corto.
“Con un dólar que esperamos dentro de la banda, tasas reales positivas y sin ruido cambiario a corto plazo, seguimos recomendando Lecaps para estrategias de carry: ofrecen tasas arbitradas contra inflación y mantienen un buen perfil de riesgo. En cuanto a duración, el sentido hoy es acortar: no vemos premio suficiente por alargar duration en un contexto donde la compresión adicional será más moderada que la que vimos tras el rally inicial, mientras que la parte corta captura mejor el flujo de tasas actuales”, indicó.
Alejandro Fagan, Estratega en Balanz, considera que el contexto juega a favor para posicionarse en el tramo medio de la curva en pesos.
“Hoy en día preferimos la parte media de la curva de tasa fija, en particular el instrumento de febrero (S27F6), dado que creemos que la tasa forward que incorpora es alta respecto a los instrumentos de enero, por lo que podría beneficiarse con tasas cortas más bajas a medida que se aproxime el vencimiento”, detalló Fagan.















