Cómo impacta la ampliación del swap de China en reservas y en la deuda en dólares
Los usos para los u$s 5000 millones de libre disponibilidad son limitados, por lo que no disminuyen los riesgos de un eventual default de la deuda. Qué analiza el mercado
Si bien se espera que a partir de la ampliación del swap con China se eleve el stock de reservas del BCRA, el mercado desconfía de que tal aumento derive en una mejora en los bonos argentinos.
Analistas advierten que los factores políticos locales, el acuerdo con el FMI y la política monetaria de la Fed son variables más importantes para la deuda local.
Los usos para los u$s 5000 millones de libre disponibilidad son limitados, por lo que no disminuyen los riesgos de un eventual default de la deuda y por ello no ven un impacto directo en los bonos.
La desdolarización crece y cae la participación del dólar en el mundo por dos factores clave BCRA volvió a sumar reservas y las compras del mes ya se acercan a los u$s 100 millones
Acuerdo con China
Una de las variables clave que afecta a los bonos en dólares es el stock de reservas.
Existe una elevada correlación entre la dinámica en las reservas y el de los precios de los bonos básicamente porque, a medida que el BCRA incrementa su posición de dólares, las chances de un evento crediticio disminuyen y esto eleva el precio de los títulos.
En cambio, cuando las reservas caen, los temores y riesgos de un evento crediticio aumentan, por lo que el mercado termina castigando a los bonos con precios más bajos.
Desde que salieron a cotizar los bonos argentinos tras el canje de deuda en septiembre de 2020, la renta fija local muestra pérdidas de entre 42% y 52%. En ese mismo periodo, las reservas cayeron 33 por ciento.
Se suele observar que en periodos en el que las reservas crecen, los bonos argentinos también rebotan, mientras que cuando el stock de dólares cae, la renta fija local también baja.
¿Mejorará la deuda con el SWAP?
En ese sentido, el acuerdo recientemente firmado por el ministro de economía, Sergio Massa, en China con el que se extiende por tres años el swap con el Banco Popular Chino que le permitirá a la Argentina acceder a otros u$s 5000 millones podría ser una buena noticia para los bonos.
A partir del swap, las reservas del BCRA aumentarán, por lo que a priori, podría interpretarse que eso podría ser una buena noticia para la deuda.
Sin embargo, el mercado no ve con seguridad que ello pueda ocurrir ya que no encuentran un impacto directo entre el swap y la deuda en dólares.
Pedro Siaba Serrate, Head of Research & Strategy de PPI, entiende que el mayor beneficio que tiene la activación de u$s 5000 millones adicionales a los u$s 5000 millones previamente activados del swap con China puede servir para obtener más recursos para intervenir en los dólares financieros.
"La activación no significa que el Gobierno tenga acceso al equivalente en dólares directamente, pero sí para pagar importaciones con dicho país. Como el dinero es fungible, los dólares que el BCR no entregue para pagar importaciones provenientes de China (ya que usarán Renminbi/yuanes) podrá utilizarlos para intervenir en el mercado de bonos y así calmar los dólares financieros", comentó.
En ese sentido, Siaba Serrate insiste en que el swap beneficia a la Argentina por el lado del poder de fuego para calmar las tensiones cambiarias, y con menor impacto en la deuda en dólares.
"A priori, creemos que la medida se puede leer indirectamente como un incremento marginal del poder de fuego para los dólares financieros, pero su efecto en el mercado de bonos es bastante más limitado", advirtió.
El estratega de PPI no ve un impacto directo sobre los bonos a causa de la ampliación del swap entre el BCRA y el Banco Popular de China.
En cambio, remarca que las variables que inciden en los bonos en dólares están relacionadas con factores domésticos y de la política monetaria de la Fed.
"El primer driver es el cierre de las alianzas (14 de junio) y listas de pre-candidatos (24 de junio) para las PASO. Este puede ser un momento de mayor volatilidad, dado que tendremos algo más de certeza sobre cómo puede desarrollarse el año electoral", dijo.
Además, agregó que "también seguimos esperando novedades acerca de las negociaciones con el FMI. Por último, el 14 de junio es la próxima reunión de la Fed, en la cual el mercado espera (75% de probabilidad) que no se retoque la tasa de política monetaria por primera vez en más de un año".
El jefe de mesa de dinero de un banco local coincidía con Siaba Serrate al remarcar que el swap no es un evento para los bonos.
"No vemos relación entre la ampliación del swap y la deuda local. Si bien se va a incrementar las reservas, esto no implica una mejora directa para los bonos ya que ese stock de dólares no se podrá usar para pagar directamente los cupones y amortización de los bonos. Deberá crecer las reservas de manera genuina para que los bonos suban y no necesariamente a partir de este acuerdo", detalló el operador.
Cuidando las reservas
Debido a la mala situación de las reservas, el BCRA está fuertemente enfocado en cuidar los dólares que hay en sus arcas.
El dólar agro, en el que se liquidaron u$s 5088 millones, no mejoró la situación de las mismas ya que si bien se compraron u$s 1400 millones, las reservas netas siguen siendo negativas en u$s 1500 millones.
Por lo tanto, la debilidad en las reservas sigue siendo un escollo para que los bonos puedan mejorar.
En ese sentido, el swap chino no fortalece la actual situación en las reservas y no hay mejoras en cuanto a las perspectivas de la deuda local.
Julio Calcagnino, team líder de TSA Bursátil detalló que, tanto en la semana pasada como en el inicio de la presente, los bonos en dólares operaron al alza en un contexto en donde el Gobierno aceleró medidas para resguardar sus escasas reservas.
Entre esas medidas, Calcagnino señaló que una de las medidas fue la que afecta a las provincias y municipios, llevándolos a buscar financiamiento en el mercado para afrontar vencimientos de capital por u$s 460 millones.
Por otro lado, la segunda medida es la que el ministro, Sergio Massa, renovó el swap en yuanes pactado con China para apuntalar las reservas junto a otros financiamientos adicionales.
Calcagnino no ve un driver directo del SWAP para con los bonos.
"A priori, esto es una buena noticia dado que eleva la cuota de libre disponibilidad para el comercio bilateral de u$s 5000 millones a u$s 10.000 millones, liberando recursos para otros usos. Sin embargo, las RRII internacionales continúan en niveles críticos a la vez que la renovación del swap no otorga demasiados grados de libertad. Creemos que este evento no tiene la capacidad de ser un catalizador para el segmento de renta fija, dado que no cambia materialmente el panorama del segmento", dijo Calcganino.
SWAP: Bueno de corto y dudas de largo
El swap con el banco popular chino mejorará del lado de la foto para las reservas del BCRA. Sin embargo, esto también implica un mayor endeudamiento por parte del Gobierno.
Por ello, las dudas que tiene el mercado son sobre cómo se van a utilizar los u$s 5000 millones dentro del swap de libre disponibilidad.
El mercado teme que un mal uso de ese capital termine complicando aún más a la dinámica en los activos financieros en el mediano plazo.
Juan Pedro Mazza, estratega de Cohen, considera que el efecto del swap chino sobre los bonos no es claro.
"Los u$s 5000 millones extra del swap son un ingreso de divisas dejan al BCRA en una mejor posición a la hora de tener que pagar vencimientos de capital y de cupones. Sin embargo, eso es algo de muy largo plazo. En el corto plazo deja la duda de si esto no va a llevar a una situación peor de cara a 2024", comentó.
En ese sentido, Mazza detalló que lo que se hizo fue tomar un endeudamiento y que hay muchas chances de que esos fondos se usen para para pagar importaciones a un tipo de cambio real muy apreciado.
"Si esos fondos se usan solo para evitar una un saldo devaluatorio y luego China reclama el pago del swap, entonces se confirmará que el acuerdo dejó en una posición más frágil a la Argentina a la hora de tener que repagar el swap", comentó.
Los analistas de Econviews coinciden con Mazza en que el swap con China es una buena noticia para el corto plazo de Argentina, no necesariamente una buena para el largo plazo.
"El swap hace que el Plan llegar incremente su probabilidad de ocurrencia. Da la impresión de que el tránsito hasta las PASO parece bastante más sencillo de lo que lucía hasta hace una semana. No hay garantías porque la fragilidad de la economía es mucho más importante que los u$s 5000 millones que consiguió Massa", dijo.
Además, remarcaron que el acuerdo entre los bancos centrales es una buena noticia para el nivel de actividad.
"Esto debería aflojar, al menos en parte, las restricciones a las importaciones que como se sabe, complican el nivel de actividad. El dinero es fungible. Si el swap resuelve las importaciones de China quedan dólares disponibles para otros menesteres, desde importaciones de otros lugares o incluso intervención o el pago de los intereses de la deuda que vencen el 9 de julio", detalló.
Por último, alertaron que el tema más problemático del uso de este swap es la herencia.
"Los u$s 5000 millones ya usados más los u$s 5000 por usarse en definitiva son deuda que deberá asumir la próxima administración. La deuda no es buena o mala per se. Si se usaran esos u$s 10.000 millones para un proyecto de mejora de la productividad de la economía, nadie se preocuparía por esa deuda. Pero en la práctica se van a usar para financiar importaciones a un tipo de cambio apreciado y sostener un nivel de actividad que le permita llegar al Gobierno sin un desastre en la economía", comentaron.
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