Las acciones y la deuda internacional retroceden en medio de mayores temores recesivos en los EE.UU. a causa de una Reserva Federal más hawkish. El índice tecnológico Nasdaq muestra una baja del 25,5% desde sus máximos mientras que el S&P500 pierde 17,5% desde sus máximos recientes.
Buenos datos de empleo en la economía real son mal tomados por el mercado financiero.
Wall Street en rojo
Las acciones americanas operan en negativo el jueves y extienden las pérdidas que se vienen evidenciando a lo largo de la semana.
El Dow Jones cae 0,9%, el S&P500 baja 1,1%, mientras que el Nasdaq desciende 1,4 por ciento.
En Europa las acciones también caen. El Stoxx50 baja 1,6%, mientras que el FTSE100 de Londres es la bolsa que más retrocede, con una caída de 1,9%.
El CAC40 de Francia y el DAX30 de Alemania caen 1,6% cada uno, mientras que el FTSEMIB de Milán pierde 1,1 por ciento.

¿Bear market rally?
De esta manera, Wall Street opera a la baja por quinto día consecutivo y vuelve a acercarse a terreno de bear market. El índice tecnológico Nasdaq muestra una baja del 25,5% desde sus máximos mientras que el S&P500 pierde 17,5% desde sus máximos recientes.
Más firme que sus pares, el Dow Jones muestra una perdida en lo que va del año del 13,6 por ciento.
Por la forma en que se está comportando Wall Street en las últimas jornadas, los inversores comienzan a sospechar que estemos de frente a lo que se conoce como el bear market rally.

Este fenómeno se refiere a un fuerte rebote a corto plazo en los precios de las acciones en medio de una caída del mercado bajista de más largo plazo.
Este tipo de rebotes suelen ser traicioneros para los inversores que especulan con que el mercado está listo para seguir subiendo, pero luego, con la caída, las dudas vuelven a estar en la cabeza de los inversores.
A medida que la tendencia bajista se reafirma, la decepción de quienes compraron durante un repunte del mercado bajista ayuda a impulsar los precios nuevamente a nuevos mínimos.
Desde el mínimo de junio hasta el máximo de agosto, las acciones habían subido cerca de 20%, sin embargo dicho rally se anuló ya que en las últimas 3 semanas los índices en Wall Street cayeron en forma consecutiva.
Sin embargo, el rally parece haberse agotado. El mes de agosto fue bastante negativo para las acciones americanas, las cuales operaron a la baja.
El S&P500 cayó 4,2% en agosto, el Dow Jones bajó 3,9% y el Nasdaq retrocedió 5,1%. En todos los casos, fue el peor mes desde junio ya que julio había arrojado ganancias del 12% para el Nasdaq y del 9% para el S&P500.
De hecho, desde el pico alcanzado a mediados de agosto hasta la actualidad, el S&P500 baja 8,3%, mientras que el Nasdaq perdió 10,5% en el mismo periodo.

Atentos al mercado laboral
Las acciones están operando a la baja luego del dato de empleo publicado hoy.
Se supo que las solicitudes semanales por desempleo cayeron a 232.000 desde los 237.000 de la semana pasada.
El mercado esperaba que el registro salte a 248.000, sin embargo, lejos de ocurrir una suba, se evidenció una caída.
Esto quiere decir que hay menos americanos solicitando los subsidios por desempleo y por lo tanto, da cuenta que el mercado laboral sigue muy firme.
Es decir, las compañías no están despidiendo personal, e incluso, se puede ver que hay contrataciones ya que las solicitudes por desempleo han descendido, lo cual implica que más personas encontraron un trabajo y renunciaron a los subsidios.
Los números de solicitudes semanales por desempleo llegan un día antes que el informe de empleo de agosto que será publicado mañana.
El mismo se observará de cerca por parte de los inversores ya que servirá como guía para poder determinar el accionar futuro de la Reserva Federal en cuanto a su política monetaria.
Por otro lado, el informe de empleo JOLTS arrojó que el total de ofertas laborales abiertas suman los 11,2 millones y que existen dos ofertas laborales abiertas por cada personal buscando empleo en EEUU.

Por lo tanto, esto da cuenta que el mercado laboral sigue muy firme, por lo que genera riesgos de que los datos de empleo eleven la presión sobre la inflación en EEUU.
Esto significa que la Fed probablemente tenga que seguir subiendo la tasa y manteniendo su sesgo hawkish para que la inflación baje del 8,5% actual hacia el objetivo del 2% que tiene el Banco Central de EEUU.
En los últimos días, varios funcionarios de la Fed han indicado que es probable que continúen los movimientos de las tasas.
En un discurso el miércoles, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, dijo que espera que la tasa de fondos federales aumente por encima del 4% a principios de 2023.
Hoy la tasa de referencia de la Fed se ubica en el rango de 2,25% a 2,5%.

Datos débiles en la industria americana
Por otro lado, el crecimiento manufacturero de EE.UU. se estabilizó en agosto al ritmo más lento en más de dos años.
El indicador de actividad de la fábrica del Institute for Supply Management se mantuvo en 52,8, igualando el nivel más bajo desde junio de 2020, según datos publicados el jueves.
Las lecturas por encima de 50 indican expansión, y la cifra más reciente se compara con una proyección mediana de 51,9 en una encuesta de economistas de Bloomberg.
Las cifras sugieren un crecimiento sostenido pero moderado en la industria manufacturera y una cierta relajación adicional en las restricciones de suministro.

Cuarentena en China
La desaceleración del nivel de actividad en China a causa del confinamiento ye l impacto en el consumo en Shanghái generan temores también en el mercado.
Pese a que las restricciones a la movilidad en Shanghái se eliminaron el 1 de junio, la terrible experiencia no ha terminado por completo para los 25 millones de residentes de esa ciudad.
La política Covid-Zero de China aún requiere cierres localizados de algunos vecindarios de la ciudad, lo que hace que el viaje rápido a una tienda o un centro comercial sea un desafío.

Luego está la necesidad de realizar pruebas periódicas para usar el transporte público o ingresar a espacios interiores como edificios de oficinas y restaurantes, sin mencionar la cuarentena de hasta 14 días en una instalación gubernamental en algunos casos.
Como resultado, la demanda agregada (desde cenar fuera hasta el cine y el turismo) todavía está muy por debajo de los niveles previos al confinamiento.
Así, algunos indicadores muestran que Shanghái está tardando más en recuperarse que Hong Kong y Singapur después de que se flexibilizaran las reglas en esas ciudades.
Las ventas minoristas en la ciudad cayeron un 4,3 % en junio respecto al año anterior y aumentaron un escaso 0,3 % en julio, luego de una caída promedio del 35 % en los tres meses anteriores a partir de marzo, cuando comenzó el brote.














