La NASA envió su primer cohete a la luna después de 50 años y reaviva la carrera espacial

El programa Artemis se puso en marcha durante el gobierno de Trump, tras varios años de indecisión sobre un programa espacial que pudiera suceder a las misiones Apollo de los '60 y '70.

Un cohete estadounidense capaz de llevar astronautas a la Luna -la primera misión de este tipo en medio siglo- despegó en su viaje inaugural este miércoles por la mañana, abriendo un nuevo capítulo en la exploración espacial estadounidense e intensificando la carrera con China.

El lanzamiento, a la 1.48 de la madrugada desde el Centro Espacial Kennedy (Florida), se produjo después de que los dos intentos anteriores se suspendieran en agosto y septiembre por fugas en los conductos de combustible de hidrógeno.

La NASA informó de la existencia de otra válvula con fugas en un conducto de combustible menos de tres horas antes del lanzamiento del miércoles, aunque los ingenieros pudieron apretarla y detener la fuga a tiempo para cumplir con el plazo de dos horas de lanzamiento.

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Artemis I, la primera de las cuatro misiones previstas en el programa Artemis de la NASA, envió la cápsula espacial Orión que orbitará alrededor de la Luna y, dentro de 25 días, caerá en el Océano Pacífico.

La tercera misión Artemis, prevista como muy pronto para 2025, está programada para llevar la primera mujer a la Luna, así como a la primera persona de color. Artemis también pretende sentar las bases para una presencia estadounidense más permanente en la Luna, que servirá de plataforma de lanzamiento para futuras misiones a Marte.

Los planes se pusieron en marcha durante el gobierno de Donald Trump, tras 12 años de indecisión en Washington sobre el diseño de un programa espacial tripulado que sucediera a las misiones Apollo de los '60 y principios de los '70.

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La decisión de volver a la Luna se debe, en parte, a la preocupación de que Beijing haya empezado a reclamar el liderazgo internacional en el espacio que ostenta Estados Unidos desde el Apollo. China puso su primer alunizador robótico en la Luna hace nueve años y desde entonces ha propuesto una base lunar conjunta con Rusia que también estará abierta a otros países.

Washington espera utilizar una presencia lunar permanente para extraer agua congelada que pueda descomponerse en oxígeno e hidrógeno, proporcionando combustible para cohetes para futuras misiones que se aventuren en el sistema solar.

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