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Economía de guerra: las empresas del Golfo se preparan para lo peor

Las firmas de asesoría en riesgos reportan un aumento de consultas desde el inicio de la guerra entre Israel e Irán, mientras diversas organizaciones evalúan estrategias de gestión de crisis.

Los grupos de asesoría en riesgos han registrado un "aumento drástico" en las consultas, ya que las empresas en la región del Golfo se preparan con planes de contingencia y activan equipos de crisis ante la posibilidad de que la guerra entre Israel e Irán se extienda.

Las monarquías del Golfo, donde se ubican los principales centros financieros de la región como Dubái y Abu Dabi, han hecho esfuerzos por mantenerse al margen del conflicto tras haber trabajado en los últimos años para mejorar sus relaciones con Teherán. Por ahora, no hay cambios inmediatos en la situación de seguridad en la región más amplia, que incluye a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

Sin embargo, los estados del Golfo albergan bases militares de Estados Unidos, que podrían convertirse en objetivos. También hay preocupación de que Irán ataque la infraestructura energética de estos países si el conflicto escala. El presidente Donald Trump ha dicho que EE.UU. podría unirse a la ofensiva israelí atacando a Irán.

"Hemos visto un aumento drástico en las solicitudes relacionadas con el conflicto regional en escalada", afirmó Tom Griffin, socio principal para Medio Oriente y África en Control Risks. "Estas solicitudes van desde apoyo para evacuaciones en Irak e Israel hasta inteligencia e información sobre el ambiente en terreno".

"Hay una variedad de objetivos en Medio Oriente -energía, servicios públicos o bases estadounidenses- que, si esto escala, podrían estar en riesgo", indicó Phil Miles, director asociado de gestión de riesgos de seguridad empresarial en Kroll. "Las empresas deben entender que esto no es solo un conflicto local".

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Las empresas en la región del Golfo se preparan con planes de contingencia y activan equipos de crisis ante la posibilidad de que la guerra entre Israel e Irán se extienda. Foto: EFE.

El peligro inmediato sigue concentrado en Irán e Israel, donde se han registrado oleadas de bombardeos que han dejado civiles muertos y heridos. Kroll, Control Risks e International SOS informaron al Financial Times que han asistido a empresas en la evacuación de personal desde Israel, tras el inicio de la campaña de ataques contra Irán la semana pasada.

International SOS también ha colaborado en evacuaciones terrestres desde Irán. Renault, por su parte, indicó que sus 70 empleados en Teherán trabajan desde casa y que está "siguiendo de cerca la situación".

El personal de los centros de asistencia de International SOS en Dubái y Londres "ha trabajado sin parar desde el viernes pasado brindando apoyo a clientes", dijo Gulnaz Ukassova, experta en seguridad con base en Dubái.

Mick Sharp, vicepresidente senior de Crisis 24 -propietaria también de la app de monitoreo de seguridad OnSolve-, explicó que este ha sido un periodo de intensa actividad. La firma, que cuenta con 150 analistas de inteligencia en Israel, ha colaborado en 40 evacuaciones individuales de empresas desde ese país. "Jordania y Egipto son los primeros destinos principales", explicó, "y estamos usando Doha y Sharm el-Sheikh como rutas de conexión".

Para muchas empresas del Golfo, la inestabilidad no es una novedad. Las multinacionales en Doha, por ejemplo, ya habían atravesado el embargo de tres años impuesto por sus vecinos durante el primer mandato de Trump.

Pero desde el ataque de Israel a la república islámica la semana pasada, más compañías han solicitado ayuda para elaborar planes de crisis y monitorear el desarrollo de la guerra.

Algunas están recurriendo a la tecnología para tranquilizar e informar a sus empleados. Una empresa del índice FTSE 100 con personal en toda la región ha decidido instalar un sistema de notificaciones de emergencia en los teléfonos móviles de su plantilla. También pidió a sus directivos elaborar planes de continuidad de negocio para poder seguir operando en caso de una escalada.

El presidente Donald Trump ha dicho que EE.UU. podría unirse a la ofensiva israelí atacando a Irán. Foto: EFE.

Griffin, de Control Risks, señaló que su equipo está "involucrado en planificación de gestión de crisis y ejercicios de simulación para varias empresas". Algunas ya activaron "equipos de crisis" para mantener informados a directivos y empleados, mientras que otras están revisando vulnerabilidades en sus cadenas de suministro.

Nick Doyle, director general en Kroll, comentó que una "minoría" de compañías ya contaba con planes desde los ataques a Abu Dabi por parte de los rebeldes hutíes de Yemen en 2022. Aunque Kroll ha ayudado a clientes a desarrollar planes de evacuación para los EAU, "ninguno los ha activado", afirmó Doyle. "Son un último recurso".

Uno de los sectores que se prepara para interrupciones es el de comercio y logística, ante la posibilidad de que Irán intente cerrar el estrecho de Ormuz. Un tercio del crudo transportado por vía marítima en el mundo transita por ese paso controlado por Irán y Omán, al igual que las exportaciones de gas de Qatar y los EAU. La oficina británica de Operaciones de Comercio Marítimo ha reportado altos niveles de interferencias electrónicas en toda la región del Golfo, lo que afecta los sistemas de posicionamiento de los buques.

DP World, que administra el mayor centro portuario de la región en Jebel Ali, en Dubai, declaró que sus operaciones actualmente funcionan con normalidad. Añadió que "en el improbable caso de un cierre del estrecho de Ormuz, estamos trabajando estrechamente con las autoridades gubernamentales para garantizar la continuidad del negocio y contamos con estrategias de logística alternativas y rutas de desvío".

Algunas compañías incluso están analizando qué mensajes comunicar en caso de una escalada grave: por lo menos una firma de relaciones públicas en la región recibió consultas de clientes sobre qué deberían decir si un centro financiero del Golfo fuera atacado.

A medida que se desarrolla el conflicto, algunos trabajadores extranjeros del Golfo están preocupados, aunque lo toman con calma. "La gente está inquieta en Doha", dijo con ironía Akber Khan, un administrador de inversiones expatriado en la capital qatarí. "Bar du Port abrió hace seis semanas y todavía es casi imposible conseguir una reserva. Es ridículo".

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