Bill Gates encuentra un "superalimento" que le sacará el hambre a toda la humanidad
Un viaje reciente del filántropo muestra más de lo que parece a simple vista.
En septiembre de 2024, Bill Gates publicó en su blog personal, Gates Notes, una entrada acompañada por un álbum fotográfico que documentaba su último viaje a África. En él, Gates destaca los esfuerzos que su fundación está realizando en áreas clave como la agricultura sostenible, la salud y la lucha contra la desnutrición.
Las imágenes muestran momentos emotivos: Gates conversando con agricultores locales, participando en proyectos de desarrollo rural y explorando soluciones tecnológicas para combatir el hambre.
Lo que Gates quiso resaltar en su publicación fue su apoyo a la promoción de cultivos autóctonos y sostenibles, como el fonio, un grano africano que se cultiva con bajos recursos hídricos y que, según Gates, tiene el potencial de transformar la seguridad alimentaria en el continente.
El fonio ha sido descrito como un "superalimento" por su perfil nutricional alto y su capacidad de crecer en condiciones climáticas adversas.
Qué es el fonio, el "superalimento" que Bill Gates quiere usar para salvar a África del hambre
El fonio es un grano milenario cultivado en África occidental, valorado por su capacidad de crecer en condiciones áridas y su alto contenido nutricional. Es parte de la familia del mijo y ha sido un alimento básico en la región durante miles de años. Este grano es ligero, con un sabor a nuez, y es altamente versátil en la cocina, utilizado en platos como guisos y ensaladas.
Entre sus beneficios nutricionales, el fonio es rico en fibra, proteínas y minerales como el hierro, el zinc y el magnesio, lo que lo convierte en un excelente alimento para quienes buscan mejorar la salud cardiovascular y controlar el azúcar en sangre. Además, al ser libre de gluten, es ideal para personas con intolerancias o que siguen dietas sin gluten.
El fonio es particularmente interesante por su rápida maduración, ya que puede cosecharse en tan solo seis a ocho semanas. Esto lo hace una opción sostenible para agricultores en regiones con suelos pobres y climas secos, donde otros cereales no prosperan tan fácilmente.
El detalle que quedó en segundo plano
Sin embargo, detrás de las imágenes que Gates comparte con orgullo, hay un detalle que pasó desapercibido para muchos: la controversia que rodea los proyectos de la Fundación Gates en África. Durante años, Gates ha promovido la industrialización de la agricultura africana, apostando por semillas híbridas y el uso intensivo de fertilizantes químicos.
Estos modelos agrícolas, aunque altamente productivos en países como los Estados Unidos, han generado críticas por su impacto en los pequeños agricultores africanos, quienes no pueden sostener el alto costo de los insumos y se ven vulnerables ante fenómenos climáticos extremos, según plantea The Mail & Guardian.
Lo que Gates no menciona en su álbum es cómo algunos de estos programas han fracasado en varios países, como Zambia, donde la dependencia de semillas comerciales y monocultivos ha llevado a la degradación del suelo y a la inseguridad alimentaria.
Este tipo de prácticas, que desincentivan la agricultura diversificada tradicional, han hecho que comunidades enteras dependan de cultivos únicos y sean más susceptibles a las sequías y otros desastres naturales.
Las implicaciones de su enfoque agrícola
Las imágenes de Gates sonriente junto a agricultores africanos parecen mostrar un éxito rotundo. Pero muchos críticos señalan que su enfoque es problemático.
En lugar de fortalecer los sistemas agrícolas tradicionales que promueven la biodiversidad y la resiliencia climática, Gates ha impulsado modelos que, aunque rentables para grandes productores, dejan a los pequeños agricultores con menos margen de maniobra y una mayor vulnerabilidad económica y ambiental.
Este conflicto entre la imagen pública de sus esfuerzos filantrópicos y las realidades sobre el terreno plantea preguntas difíciles sobre las soluciones que se están implementando en nombre del desarrollo. Las decisiones que se toman hoy en la agricultura africana afectarán el futuro de millones de personas, y no todos están de acuerdo con el camino que Gates ha elegido.