La actual diputada y ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal sale de recorrida por zonas hostiles para Juntos por el Cambio. Aquellas provincias donde el actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tiene sus chances presidenciales más complicadas y el radicalismo ni siquiera se mete.
Con casi 400.000 votos que suele obtener el oficialismo de Santiago del Estero en las elecciones nacionales, el Frente de Todos tiene al gobernador Gerardo Zamora entre sus más importantes aliados, al punto que su esposa, la escribana Claudia Ledesma Abdala de Zamora, es la presidenta provisional del Senado, tercera en la línea de sucesión. "La Matanza y Santiago les garantizan la mitad de la elección del peronismo", explican en Juntos por el Cambio.
Por eso a Zamora el Gobierno le permite todo, afirman, empezando por un manejo discrecional de las fuerzas de seguridad (especialmente durante la pandemia) y un exceso de limitaciones a las campañas opositoras, como sucedió estos días con la visita de María Eugenia Vidal.
La ex gobernadora, acompañada por quien fue candidata a gobernadora Natalia Neme y el concejal Facundo Pérez Carletti, del PRO, tenía previsto recorrer empresas y comercios de la ciudad capital de la Provincia. Sin embargo, nadie se animó a recibirla por temor a las represalias de parte del Gobernador, denuncian.
Y lo puso en Twitter: "Falta poco para que la Argentina del apriete se termine. Estoy recorriendo los sectores productivos de todo el país para conocer dónde están las palancas de crecimiento. En Santiago del Estero no lo voy a poder hacer por el miedo que le tienen a las represalias del Gobierno".
"En todas (las empresas) tuvimos la misma respuesta. No podemos recibirlos por miedo. Una lástima, porque todos tenemos que estar comprometidos por el desarrollo del país, sin discriminación partidaria", posteó.
Falta poco para que la Argentina del apriete se termine.
— María Eugenia Vidal (@mariuvidal) September 6, 2022
Estoy recorriendo los sectores productivos de todo el país para conocer dónde están las palancas de crecimiento. En Santiago del Estero no lo voy a poder hacer por el miedo que le tienen a las represarias del Gobierno. pic.twitter.com/pFJOuseE03
Vidal sabe que Santiago del Estero es algo así como una 'tierra enemiga' para Juntos por el Cambio. Los dirigentes nacionales del radicalismo casi no se meten, porque Zamora es un radical K. Lo conocen y no quieren problemas. Solo apostaron a algunas figuras, como la joven Luciana Rached, quien fue durante varios años presidenta de la Juventud Radical.
En el PRO tampoco es sencillo. Un miembro del equipo de Vidal cuenta a El Cronista, incluso, que lo sabe muy bien Horacio Rodríguez Larreta, con buena perfomance en la mayoría de las provincias, pero con poco respaldo en los distritos del norte en general, y en Santiago del Estero en particular.

La visita duró dos días, con paso por la capital de la provincia y las Termas de Río Hondo, donde a pesar de las restricciones pudo realizar una intensa agenda con visitas que incluyeron la charla con una docente nominada al premio internacional "Global Teacher Prize", un encuentro con padres de pacientes víctimas de mala praxis en distintas operaciones, quienes están impulsando la sanción de la ley nacional de Seguridad del Paciente, y una reunión masiva con vecinos y jóvenes empresarios.
Pero a la actual diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires no le asustan las tareas ciclópeas, dicen alrededor suyo. Recuerdan que Vidal fue a recorrer los barrios del conurbano bonaerense cuando el PRO tenía 4 o 5 por ciento de intención de voto, y hacía campaña aún sabiendo que iba a perder. Sostienen que en el partido fundado por Macri solo pueden estar agradecidos de que tome en sus manos los tramos más difíciles de lo que -imaginan- es la vuelta al poder.
"Quizás es lo que mejor sabe. Así como rompió su propio techo de cristal, tiene la capacidad para romper los techos electorales", se entusiasman. Aunque con el norte argentino habrá que ver para creer.














