En esta noticia

La recaudación por el impuesto a los Ingresos Brutos es un termómetro de la actividad en las provincias. Y no solo es el tributo que más pesa en los ingresos provinciales; su participación en la masa de recaudación crece, porque los gravámenes patrimoniales quedaron desfasados por la aceleración inflacionaria. En la provincia de Buenos Aires, ya representa alrededor del 75% de lo que se recauda, a pesar de que el gobierno de Axel Kicillof bajó retenciones y percepciones a pequeños contribuyentes. El desempeño de Ingresos Brutos de los últimos meses encendió una alarma en la administración bonaerense: ¿Comienza la recesión?

En el primer cuatrimestre, la recaudación bonaerense cayó en términos reales. Para la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), la trayectoria es "acorde a la dinámica esperada". Primero, porque se corrieron hacia adelante vencimientos de los impuestos inmobiliario y automotor -lo que empasta la comparación interanual-. Segundo, porque las pautas de incremento de estos tributos se definieron con las proyecciones de inflación de septiembre de 2022.

El inmobiliario urbano tuvo un aumento del 72% para el año y el impuesto a los Automotores, del 44%, contra una inflación que supera con holgura el 100%. "Es lógico que la recaudación de estos impuestos muestre caídas en términos reales", sostiene el ente recaudador. Dato alentador: la cobrabilidad, dice ARBA, no bajó, por lo que los contribuyentes no llegaron al punto de ajustar dejando de pagar impuestos.

El organismo que conduce Cristian Girard sostiene que, así y todo, Ingresos Brutos se mantiene en terreno positivo. Aunque la dinámica del tributo más pro cíclico de todos se frena. En enero, creció 5,4% real; en febrero, 0,5%; en marzo, 1,4% y en abril, apenas 0,1%. "La recaudación de Ingresos Brutos muestra una trayectoria similar a la evolución de las principales variables macroeconómicas, precios y actividad", analizaron fuentes provinciales.

Ingresos Brutos se mantiene en terreno positivo, pero desacelera, según los datos de ARBA.
Ingresos Brutos se mantiene en terreno positivo, pero desacelera, según los datos de ARBA.

La duda cae sobre el futuro inmediato. Otro impuesto pro cíclico, Sellos, cayó en abril 12,2% anual, en términos reales. Acá se nota el "efecto sequía", aunque también hubo un adelanto de venta de soja por los dólares diferenciales de septiembre y diciembre que inflaron la recaudación de ese tributo a fines del año pasado.

Lo que ocurre en el principal distrito del país también sucede en otras provincias. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) observó que la recaudación de Ingresos Brutos tocó un pico a fines de 2022 y comenzó a desacelerar. En el cuatrimestre, la recaudación de este impuesto, excluyendo a la Ciudad de Buenos Aires, creció 0,6% real. La dinámica de la Capital Federal es distinta, por el "efecto Leliq": la suba de la tasa de interés aumenta lo que recauda la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, que cobra el 8% sobre el interés que genera esa inversión.

Menos "Sircreb"

En ARBA sostienen que la recaudación de Ingresos Brutos se sostiene a pesar de que quitaron presión sobre los contribuyentes. En los últimos tres años, el "Sircreb" (la percepción a cuenta de Ingresos Brutos en las transferencias bancarias) y la recaudación a través de agentes de retención perdieron peso. Al cierre de la gestión de María Eugenia Vidal, 9 de cada 10 pesos de Ingresos Brutos ingresaban mediante estos mecanismos compulsivos. Hoy, ambos representan el 74,5% del total. Entre otras cosas, ARBA aumentó el monto de transferencia a partir del cual se retiene IIBB y redujo la cantidad de agentes de percepción, al aumentar el piso de facturación requerido.

La recaudación bonaerense cae, sobre todo por el impacto de los impuestos patrimoniales, según ARBA.
La recaudación bonaerense cae, sobre todo por el impacto de los impuestos patrimoniales, según ARBA.

Eso estuvo vinculado con la caída paulatina en los Saldos A Favor, una especie de recaudación anticipada que cobra ARBA de forma compulsiva y que los contribuyentes pueden reclamar. A mediados de 2019, ARBA llegó a tener el equivalente a 2,4 meses de recaudación en estos ingresos que no correspondía cobrar. En abril, el último registro, había "1 caja", un mes de recaudación. La baja, explican, debe ser paulatina para no afectar los ingresos, pero es sostenida. Como se revirtieron las bajas de tasas del Consenso Fiscal de 2017, ARBA aumentó la recaudación de IIBB sin apelar a estos mecanismos.