"Hoy (Javier) Milei es el dueño de su éxito y de su fracaso. Dejemos que se cumpla su destino", razonó una fuente del mundo macrista a la que El Cronista le pidió opinión acerca de cómo tiene que ser el vínculo entre el Presidente y Mauricio Macrien esta etapa. En síntesis, no apurarse a resolver nada pronto, cuando todavía el PRO no tiene autoridades firmemente constituidas.
Con Macri activo desde su reducto en Cumelén y planeando su regreso inminente, las especulaciones tomaron nuevo impulso. No solo porque Milei hizo trascender la semana pasada, y en forma reiterada, que una reunión entre ambos sería inminente, sino porque el PRO se encuentra en plena discusión sobre su futuro, luego de que Patricia Bullrich saliera tercera en las elecciones generales, lo que impidió a Juntos por el Cambio competir en el balotaje.
Tras la derrota, Bullrich y Macri fueron muy activos respaldando al candidato de La Libertad Avanza en la segunda vuelta, pero luego solo la ministra de Seguridad se incorporó al Gobierno. También un largo listado de exfuncionarios mayoritariamente desconocidos, salvo en sus ámbitos de actuación. Porque el expresidente fue dejado de lado.
Milei tampoco aceptó el único pedido que Macri le hizo para que designe a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara de Diputados. "Hoy ya es tarde", dicen a su lado.

Son muchos dentro del PRO los que opinan parecido. Es decir, que hay que seguir colaborando en todo lo que se necesite en cuanto a cuadros técnicos con experiencia en el Estado, sin ofrecer a nadie en especial, mucho menos con perfil político, y mostrando en todos los casos vocación de acompañar el cambio aún en sus aristas más complejas.
"Es lo que votó nuestro electorado y estaríamos incumpliendo con ese mandato si le retaceamos respaldo a las políticas de Milei", suele decir Ritondo a quien quiere escuchar.
Pero esa vocación no lo lleva a inmolarse al presidente del bloque PRO en Diputados. Tanto, que se negó a presidir un interbloque con La Libertad Avanza, integrado por 38 diputados que no aceptan liderazgo, ni conocen las reglas elementales más elementales de la escena política. "No creo que vayamos a una fusión del PRO y La Libertad Avanza", dijo a través de un comunicado de prensa.

Bullrich tampoco quiere que haya una fusión. Prefiere ser la única del PRO con alto perfil y quedarse con la llave de ingreso de dirigentes de su partido al Gobierno, algo que no le resulta tan sencillo no solo por las propias internas que tiene con funcionarios de mayor rango como el jefe de Gabinete,Nicolás Posse, sino porque Milei tiene un diálogo bastante cotidiano con Macri, que siempre está a tiro de teléfono cuando el expresidente lo requiere.
Cerca de Macri lo único que dicen es que "Mauricio está concentrado en fortalecer el PRO". Léase, en lograr los acuerdos para consolidar la presidencia que hoy está en manos de Bullrich, ordenar las filas en el interior y organizar su nueva mesa política.
Allí planea posicionar a algunos referentes ya conocidos, como Fernando De Andreis, Darío Nieto y Hernán Lombardi, se le están sumando la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, la exministra de Educación, Soledad Acuña, y el diputado Martín Yeza, con los que aspira a dar inicio a una etapa de renovación partidaria.
Qué dicen en la Casa Rosada sobre una reunión con Macri
Hoy en Rosada enfriaron, finalmente, el encuentro. "No hay reunión agendada", aseguran. Y piden que "no agrandemos el tema (de un encuentro), si hablan habitualmente". Es una forma de reconocer que Macri primero tiene que ordenar el PRO antes de analizar cómo confluir con LLA, un proceso que puede demorar meses.
Según lo que decidió la jueza electoral María Servini, que diseñó un cronograma electoral para el PRO, las elecciones internas serán recién el 2 de junio, aunque en marzo deberían presentarse las listas. Es probable que haya un cambio de este cronograma en caso de que no se presenten competidores. Si no hay interna, si Macri es el único candidato, a fines de marzo o principios de abril ya podría proclamarse.
Es lo que aspira el expresidente. Que nadie salga a disputarle su liderazgo y que cuanto antes se resuelva la nueva conducción del partido que fundó con Horacio Rodríguez Larreta hace 20 años, desde donde hegemonizó la representación de la clase media no peronista, una derecha liberal y republicana que a la hora de gobernar no obtuvo en la economía los logros que esperaba.
Con la victoria de Milei, esa representación está en disputa. Hoy la tiene el Presidente y si al Gobierno le va bien, arrasará con el PRO. Aunque si al Gobierno le va mal, el PRO cargará con la responsabilidad de no haber podido generar el respaldo suficiente para que las reformas se lleven adelante. ¿Qué piensa hacer Macri?
Quizás solo ayudar, pero sin foto.













