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El escenario previo al balotaje expone en la Argentina un amplio abanico de votantes de los más diversos colores y gustos que van más allá de la simple puja Javier Milei versus Sergio Massa: precisamente estas elecciones quedarán definidas por la extensa y variada radiografía de votantes que abarca el padrón electoral de 35 millones de argentinos en condiciones de ir a las urnas.

Tanto el libertario como el ministro se disputan en este tramo final de la campaña una buena torta del pastel de votantes que no está dividido groseramente en tres tercios sino en cuatro. Es decir, los votantes duros de Massa, los de Milei, los que quedaron afuera de la primera vuelta y los que no fueron a votar.

Según un relevamiento que hizo El Cronista con referentes del oficialismo, de la oposición, analistas políticos y encuestadores, en medio de todo ese espectro de votantes se dará un amplio menú de sufragios posibles para el próximo domingo electoral:

La radiografía del votante argentino medio expone los siguientes grupos contrapuestos:

Los votantes duros de Massa

Se trata de aquellos fieles al candidato de Unión por la Patria entre los que aparecen kirchneristas puros, peronistas ortodoxos, el aparato partidario y un sector de empleados estatales. "El 37% de Massa son gente que no vuelve atrás. Este sector se podrá ampliar más por el temor a Milei. Massa puede disputar allí por el estilo y sumar más votos", dijo a El Cronista el encuestador Carlos Fara al analizar este grupo.

Un estudio de la consultoraSynopsis, de Lucas Romero, muestra en este voto que Unión por la Patria (UP), lo que supo ser el Frente de Todos de 2019, retiene un 75% del electorado de aquella primera elección: "Con eso alcanza para ser la fuerza política más votada en un escenario de tercios, aunque no deja de encender alarmas que 1 de cada 4 personas que apoyaron a ese espacio en 2019, hayan decidido no hacerlo en 2023".

Para Romero este núcleo duro del votante massista se concentra en la Provincia de Buenos Aires y es allí donde pudo revertir el voto de las PASO a las generales.

La duda más determinante que hay en el búnker de Unión por la Patria es si ese núcleo duro del 37% que logró llegar a ganar en las generales será un techo o podrá ampliarse.

El voto duro de Milei

Se trata de un votante joven en líneas generales, aunque también se le sumó un sector etario de 50 años de clase media que vota con bronca y en contra de "la casta".

El analista político y encuestador Carlos de Angelis explicó a El Cronista que este votante duro de Milei se muestra con un seguidor de una estrella de rock, que es inorgánico, carece de anclaje territorial o partidario y creció en los últimos tiempos por el nivel de incertidumbre económica que hay.

Para Jorge Giaccobe este núcleo duro de Milei "podría ser ampliado por aquellos sectores adultos de más de 50 años que en la primera vuelta no votaron a Milei y que ahora acompañarían a sus hijos con el voto".

El voto con vergüenza

Se trata de un p voto que no se revela hasta el cuarto oscuro o incluso jamás se expone por temor al que dirán o las eventuales represalias sociales. Aquí no hay distinciones claras: puede ser un voto massista pero también de Milei.

"Nadie puede definir cuál o cuanto es porque nadie justamente dice allí a quien vota realmente. Es muy difícil estimar este voto ya que no aparece en ninguna encuesta seria", dijo la politóloga Celia Kleiman.

En todas las elecciones hay votantes vergonzantes aunque en esta oportunidad parecería ser que se verá con mayor énfasis por la sorpresa electoral que hubo con el batacazo que dio Milei en las PASO.

El voto miedo

Se trata de un votante que teme la motosierra de Milei y sus discursos negacionistas de la dictadura. No necesariamente este es un votante de Massa aunque finalmente podría votarlo al ministro.

La campaña de Massa por los aumentos tarifarios en caso de que gane Milei ayudó mucho a que crezca este votante. Esto genera muchas incógnitas no sólo en los usuarios del transporte público sino en la clase media que teme mayores aumentos en las tarifas del gas, el agua y la luz.

Allegados al candidato libertario dijeron a El Cronista que "el aparato estatal que dispuso Massa ayudó a profundizar el voto miedo", en relación a la campaña publicitaria en el transporte público o en los actos de gobierno.

Voto migrante o huérfano

Se trata de los votantes que quedaron afuera y que se habían definido por Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Juan Schiaretti o Myriam Bregman.

Este es un abanico amplio y difuso. De Angelis lo califica como un "voto huérfano" ya que en el balotaje no pertenece a nadie o no se siente completamente identificado con ninguno de los dos postulantes. "En líneas generales en un votante antiK moderado pero que no le confía a Milei. No está atado a un partido pero sabe que debe definirse", dijo De Angelis sobre este votante.

En esta misma línea de análisis Fara dijo que "hay un sector duro de Bullrich que votará a Milei porque no soporta a Massa y un voto más blando de Rodríguez Larreta que termina siendo un voto que puede ir a Massa".

Y Giaccobe cree que hay una parte de ese voto migrante que aún no hizo el duelo de la pérdida en las generales o en las PASO y deberá definir en estos días su preferencia. "Allí se encuentra un amplio margen que va desde el voto duro de Brandoni y la izquierda que ya dijo que no vota a Milei hasta el de Iguacel con Macri que acompañará a Milei".

No se sabe aún el impacto real en votos que podría tener ese voto migrante tras el acuerdo Milei-Bullrich-Macri.

El voto cordobés

Se trata de un votante muy particular en la Argentina. Durante las elecciones a gobernador votó por el peronista Llaryora y en las generales votó a Milei y a Schiaretti. Pero ahora, como dice De Angelis, es un votante antiK que está con dudas porque le molestan las formas de Milei.

Se trata de un importante sector del electorado en la tercera provincia de importancia en votos. Schiaretti ya dio muestras de apoyar a Milei pero con el voto cordobés nunca se sabe.

El voto de los ausentes

Hay cerca de 7 millones de personas -en un 77% de participación- que no fueron a votar en las elecciones recientes y que también podrían definir el resultado en el balotaje. En la segunda vuelta de Scioli-Macri en el 2015 fue a votar el 81% del padrón electoral.

Con este dato en mano, De Angelis destacó que "si una parte de los que fueron a votar en la segunda vuelta en el 2015 se moviliza será decisivo para la elección". No se sabe si ese votante será de Massa o de Milei pero claramente será gravitante su voto en función del escaso margen que hay entre cada candidato.

En el Gobierno aseguran que para el balotaje hay mayor movilización del electorado y creen que esto terminará favoreciendo a Massa. Pero entre los libertarios temen que el feriado largo juegue en contra.

Voto nulo, blanco y antisistema

Por afuera de todo ello se encuentra el votante con bronca por no poder tener un candidato que se ajuste a sus preferencias. Es muy probable que se incline por votar en blanco o anular.

En las generales estos fueron más de 700.000 votos aunque en las PASO eran más. Los analistas políticos y encuestadores coincidieron en que el malestar ciudadano por la oferta tan dispar podría aumentar el voto de rechazo.