Presiones a Schiaretti y negociaciones secretas para romper la neutralidad y frenar a Milei
El ajustado escenario de tres tercios empuja la pelea por el voto útil en la elección presidencial general. Schiaretti no se baja, Bullrich presiona y Massa acuerda con intendentes en la Mediterránea para frenar a Milei
Juan Schiaretti no se baja ni está dispuesto a ceder votos antes del 22 de octubre. Sus adversarios quieren rifárselos, restarle tanto algo del 27,53% que sacó en su provincia, como acordar por lo bajo con sus dirigentes. Lo hacen desde el entorno de Javier Milei, desde Juntos por el Cambio y desde Unión por la Patria.
Los tres candidatos a la Presidencia mejor posicionados en el mapa nacional post PASO concentrarán parte de su pelea más fuerte en Córdoba y ya canibalizan al gobernador y candidato de Hacemos por nuestra Patria.
Desde hace 24 años el peronismo cordobés gobierna la Mediterránea. Tres mandatos fue gobernador José Manuel de la Sota, otros tres mandatos Schiaretti y acaba de ganar para sucederlos el intendente y ex vicegobernador Martín Llaryora garantizando así el recambio generacional cuando la Constitución no permite otra reelección al actual mandatario.
Schiaretti es un escollo: en las PASO se quedó con el segundo lugar detrás del fenómeno libertario y por primera vez desde 2015 el macrismo y Juntos por el Cambio perdieron una elección nacional.
El 'Gringo' fue socio de Sergio Massa hasta que el tigrense aceptó la conformación del Frente de Todos junto con Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Para el cordobecismo el kirchnerismo es casi mala palabra. Pero para el delasotismo es peor La Libertad Avanza o Bullrich, que Unión por la Patria.
Schiaretti nunca dio el paso a nivel nacional pero tampoco nunca se jugó por otro candidato a Presidente. Lo quisieron tentar Daniel Scioli, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Massa. No pasaron del coqueteo y se sorprendieron cuando el 13 de agosto Javier Milei dio el zarpazo con 33,61% de los votos. Bullrich quedó en el tercer lugar con 18,78% mientras que Massa tuvo 6,16%.
El planteo incómodo de Bullrich
Con el relanzamiento de la nueva etapa de campaña empezó la guerra mediterránea. Patricia Bullrich viajó a Córdoba y generó malestar en Hacemos por nuestro País cuando entre risas propuso que Schiaretti baje su candidatura presidencial.
Incómoda, porque fue ella junto a Mauricio Macri quien clausuró la entrada del cordobés a la pelea dentro de Juntos por el Cambio en las PASO, tuvo que responder que no pedía ayuda para su candidatura sino que "esos votos se repartan".
En radio Pulxo la candidata de Juntos por el Cambio siguió además con una chicana que pegó en la interna mediterránea: "Díganle a Martín Llaryora que me llevé una pieza clave" señaló en referencia al actual ministro de Finanzas cordobés, Osvaldo Giordano, que del equipo de Schiaretti en la provincia pasó al de Carlos Melconian junto a Bullrich.
Giordano estuvo sin embargo en La Rural acompañando en un lugar visible a Schiaretti. Y en un gesto de ratificación el gobernador lo citó cuando habló sobre el déficit fiscal.
La posición del funcionario cordobés sirvió para visibilizar el malestar actual. Olga Riutort, titular del PAMI en Córdoba, salió a reclamar. "Schiaretti es Bullrich", cuestionó públicamente asumiendo que lo de Giordano no es una decisión personal.
También en las propias filas del oficialismo local. Tania Kyshakevch, legisladora de Ischilín y vicepresidenta del bloque de Hacemos por Córdoba -"delasotista de siempre", se define- denunció que Schiaretti "está fundiendo el peronismo cordobés, es funcional al antiperonismo".
Incluso sobre el lanzamiento en La Rural apuntó que el gobernador "se da cuenta que el peronismo no tolera más su coqueteo con Juntos por el Cambio, y obliga a Giordano a estar en la foto de Buenos Aires. No nos engañan más, que Schiaretti se vaya a Juntos por el Cambio si tanto le gusta y deje en libertad al peronismo de Córdoba". La siguieron otros legisladores más vinculados al delasotismo.
Schiaretti, tironeado
Schiaretti le respondió a Bullrich con sutileza. Tampoco se quiso pelear con Javier Milei. Hasta subrayó que el triunfo libertario fue la expresión del enojo de los argentinos y lo usó a su favor, consideró que los ciudadanos dijeron "ustedes no van más", que quieren un cambio pero que las propuestas de Milei nunca se aplicaron ni funcionaron en ningún lugar. "No tengo nada personal con Milei", aclaró y pidió el voto para sí mismo y su propuesta de "un país normal".
Sus predecesores, Diego Bossio como candidato a diputado nacional, Llaryora como gobernador electo y Florencio Randazzo como candidato a vicepresidente, defendieron la postulación del cordobés.
"No nos bajamos nada" respondió Bossio mientras que Llaryora dijo que "los que hoy estamos acá somos los que no vendimos convicciones" y propuso: "Por qué no se bajan ustedes que son los responsables de que la Argentina esté fundida, bájense ustedes y háganle un favor a la Patria".
Fue el gobernador electo el que hizo referencia al supuesto voto útil. "Les voy a hablar del voto inútil. Inútil es votar a los mismos de siempre, inútil es votar a los partidos que gobernaron y no supieron que hacer. Estoy contento de estar acá, ¿se nota?", salió al cruce de los que todavía quieren convencerlo de que se pase.
Uno de los que intenta horadar al schiarettismo es el exsenador y actual vicepresidente del Banco Nación Carlos Caserio. "Lo mejor para Llaryora y Passerini -el intendente electo de la capital- es que gane Sergio Massa" señaló a El Cronista y les pidió que no apuesten por Milei. Caserio, que reclama el derecho de autor sobre "el voto inútil", frase que acuñó en otras oportunidades, presagia una sangría de votos del schiarettismo.
Lo mismo dicen dos consultores que conocen bien el territorio cordobés. Tanto Mario Riorda como Gustavo Córdoba explican que si Schiaretti se bajara parte de ese votante alimentaría la polarización entre Javier Milei y Sergio Massa y recién en tercer lugar irían a Patricia Bullrich.
Massa en Córdoba
En su última incursión a la provincia Massa se reunió con unos 40 intendentes bajo el liderazgo de Martín Gill que armó el asado en Villa María. No son kirchneristas y son del team más joven cordobés.
A la inversa del caso Giordano, Gill acordó con el ministro de la Producción de Córdoba, Eduardo Accastello. "Para que nuestra ciudad no se detenga y siga siendo el faro progresista que es, decidimos desde Hacemos Unidos por Villa María acompañar a Eduardo Accastello para que sea el próximo intendente", anunció el último domingo. También festejó abiertamente el triunfo de Passerini a quien muchos intentan seducir para que no sea neutral.
Hacemos por nuestro País apuesta por bancas en el Congreso de la Nación y aparecen en voz baja quienes ofrecen tijeras a favor de Massa. Se lo dicen por ejemplo a unos 40 intendentes radicales que plantean sus resquemores frente a opciones "neoliberales" y que ya se encolumnaron a nivel local detrás de la vicegobernadora electa Myrian Prunotto que saltó de la UCR a una alianza con el schiarettismo. "¿A quién van a votar esos intendentes?", se preguntan los que quieren seducir a jefes locales.
Un sobrino del intendente electo en la capital cordobesa Eduardo Passerini, es intendente de Punta Alta. En la localidad de Agustín González, como en otro puñado de ciudades de las 500 que tiene Córdoba, Massa sorprendentemente subió a 16 puntos.
El problema para Unión por la Patria, como para el resto de los presidenciables, es que la capital provincial concentra un tercio del padrón. Si hay balotaje, crecerá la presión sobre Llaryora para que, con Schiaretti fuera, deje su neutralidad.
El Papa, los federales y La Cámpora
Dos diputados del espacio ya dejaron trascender que harán público su voto a favor de Massa si está en la segunda vuelta. Alejandro 'Topo' Rodríguez y Natalia de la Sota expresan al lavagnismo y a la herencia del 'Gallego' De la Sota. Ambos acompañaron a Massa a Brasil, este miércoles estuvieron con Schiaretti-Randazzo en La Rural pero también el día anterior en la misa de desagravio al Papa Francisco y contra los dichos de Javier Milei.
En la parroquia de Caacupé los dos diputados se mostraron abiertamente con Paula Penacca, de La Cámpora, y Daniel Arroyo (Unión por la Patria). En la foto hubo una representante del PRO, Victoria Morales Gorleri, una diputada muy cercana a Bergoglio.
Raul Nieto
Demuestra el temor de la clase política que gobierna que puede perder los privilegios económicos que les permiten vivir como príncipes en base a la pobreza de millones de argentinos Solo proponen lo mismo vamos a cambiar al país y como sucede continúan con el mismo esquema que nos llevo a la decadencia. Bullrich con Melconian ministro un camino