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"Peligra la Ley Bases si todo continúa así como hasta ahora", alertaron desde el bloque PRO que conduce Cristian Ritondo. La advertencia fue luego de que los representantes del partido amarillo abandonaran una reunión con los bloques dialoguistas y funcionarios del Poder Ejecutivo en el despacho del presidente de la Cámara, Martín Menem, en la que negociaban la iniciativa.

¿El motivo aparente? La reforma laboral. "No podemos ayudar si ellos no escuchan y negocian con el radicalismo". La UCR se mantiene firme con su propuesta. Advierten que, de lo contrario, no habrá ley bases. En Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal apuntan al lobby en el capítulo tabacalero y piden "no ensuciar la ley bases".

Mientras se llevaban adelante las expresiones en minoría en el recinto de la Cámara de Diputados, luego de que fracasara la sesión por el financiamiento de las universidades, los popes de las bancadas dialoguistas avanzaban en las negociaciones por la ley ómnibus.

Antes de convocar al plenario de comisiones para dictaminar ese proyecto, junto con el paquete fiscal, los libertarios buscan tener certezas de los votos que reúne cada uno de los artículos. De allí la demora en la convocatoria.

Mientras se encontraban en el despacho de Menem con José Rolandi, vicejefe de Gabinete y María Ibarzábal, secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, ultimando detalles, los diputados del PRO pegaron el portazo.

"Recién hubo una reunión para continuar con el tratamiento de la Ley Bases entre el Ejecutivo y los bloques dialoguistas en la cual no se llegó a ningún acuerdo", aseguraron desde la bancada que conduce Ritondo. Aclararon que "el principal punto de controversia es la reforma laboral".

¿Qué pasa con la reforma laboral?

Según dijeron fuentes parlamentarias, el ambiente se caldeó porque los radicales amenazaron con no acompañar la ley completa si su parte de la reforma laboral no era tenida en cuenta en el texto. "Ahora quitan la libertad en los aportes sindicales", aseguraron en la UCR. "Si estos tipos no cumplen su compromiso...", dijeron en el radicalismo, enojados. Y los acusaron de ponerse del lado de la CGT.

Dejaron en claro: "No nos vamos a mover". Es decir, insistirán con que el dictamen incluya la reforma laboral que acercaron a Casa Rosada días atrás, y que fue incluida en el borrador que hizo circular el oficialismo esta semana. En la letra chica se modificaban los períodos de prueba, las multas, se incorporaba un fondo de cese y se eximía de la obligatoriedad de los aportes solidarios a los trabajadores no afiliados, entre otros ítems.

"No aflojamos, mantenemos reforma laboral", coincidió otra fuente de la UCR que participa de las negociaciones que desde hace días se celebran en el despacho de Menem. Y apuntaron contra Miguel Ángel Pichetto, a quien acusaron de volver a ser el "representante de la CGT, lo peor del peronismo".

"No vamos a aprobar la Ley Bases si no incluye la reforma laboral, porque si no se trata ahora, no se trata más", advirtieron altas fuentes de la UCR. Y acusaron a Pichetto de querer sacar la reforma del articulado de la norma. Es más, amenazan con no firmar el dictamen y votar en contra de la ley en el recinto.

En concreto, el jefe de bloque de Hacemos Coalición Federal viene planteando introducir algunos cambios laborales en la Ley Bases y dejar para más adelante el debate de fondo, para "no ensuciar la ley".

"Cuando te sorprende un domingo por la noche el señor Cordero, secretario de Trabajo, y vienen con 60 artículos... no,eso no lo voy a votar. Eso nunca estuvo en el diálogo, eso es un ataque sorpresivo por la noche de decir ‘bueno, los muchachos están flexibles, metámosle la reforma laboral'", dijo Pichetto en Net TV esta semana, al conocerse la incorporación de la reforma en el proyecto.

En medio de los reproches radicales, que ponen contra las cuerdas al oficialismo,Ritondo, Diego Santilli y Silvina Giudici se retiraron de la reunión "hasta que el gobierno arregle la situación interna y con los demás bloques". Los amarillos defienden la reforma de Ritondo que, en los hechos, es un espejo del DNU 70/23.

"El PRO no puede seguir apoyando al Gobierno si ni los propios diputados de La Libertad Avanza ni el Presidente de la Cámara están sentados en la mesa de negociación", dijeron los amarillos. Y remataron: "No podemos ayudar si ellos no escuchan y negocian con el radicalismo".

La versión del bloque de Pichetto: el lobby tabacalero

En el bloque de Pichetto aseguraron que el PRO no se habría enojado por la reforma laboral. Detallaron que los amarillos se levantaron de la reunión cuando los diputados de Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal anticiparon que pedirán incorporar, en el recinto, un artículo que se suprimió de la Ley Bases original.

Se trata del artículo que incluía un incremento de la alícuota de impuestos internos de 70% a 73%. Con la última versión de la Ley Bases -que el oficialismo se apresta a sancionar antes del 25 de mayo-, se perpetuaría el Impuesto Interno Mínimo, que en una primera instancia los libertarios proponían eliminar.

Con esa marcha atrás, se preservan intactos la ventaja comercial de uno de los empresarios más poderosos del rubro: Pablo Otero, dueño de Tabacalera Sarandí, que maneja cerca del 40% del mercado a nivel nacional. Eso afirman desde los bloques que responden a los gobernadores.

¿Los motivos? Tabacalera Sarandí se beneficia de una serie de cautelares a partir de la judicialización del Impuesto Interno Mínimo que equivale a unos $792,73 por paquete. En la práctica, le posibilita comercializar sus productos a un valor por debajo del valor promedio del mercado, en una competencia desleal, acorde a los que acusan sus competidoras aunque la empresa de Otero lo niega.

¿Habrá tenido que ver con el artículo del tabaco o fue una cuestión de ego, luego de que LLA negociara la reforma con los radicales, dejándolos afuera?