Paritarias del 60%: fricciones en la primera negociación "modelo 2023" del Gobierno con la UTA y las empresas
El acuerdo paritario de los transportistas que comanda Roberto Fernández y que el Gobierno quiere tomar como primer caso testigo del año se dilató por diferencias en la mesa. Qué demandan las cámaras al Ejecutivo.
En las próximas horas podría sellarse la paritaria que más espera el Gobierno para sentar su primer precedente 2023 en torno al 60% de aumento para los salarios. Se trata de la negociación de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), un gremio de peso por su capacidad de movilización y en la que el Estado nacional ocupa un lugar en la mesa más allá del asiento reservado para el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, persisten ciertas fricciones en las conversaciones entre algunos de los actores.
En rigor, lo que se viene negociando fuera y dentro del ministerio que comanda Kelly Olmos entre los representantes de la UTA y las cámaras empresarias que nuclean a las firmas de todo el país fija una paritaria semestral del 31% en tres tramos, con la posibilidad de renegociar a mitad de año y llevarlo al doble. Tal es el número que el Gobierno pretende sentar como precedente en línea con la expectativa inflacionaria que fija el Presupuesto 2023 muy por debajo del 100% de horizonte que los gremios pretendieron escalar en 2022.
El lunes último se esperaba que la UTA y las cámaras empresarias firmaran el acuerdo en torno al 31% en tres tramos: un 10% en enero, un 10% en marzo y un 7% en mayo. Sin embargo, se postergó la cita para hoy jueves dado que los empresarios demandan más garantías por parte del Estado en torno a los subsidios para el sector. Según comentaron a El Cronista algunos de los participantes de la mesa, las dudas pasaban por el lado del cumplimiento de los compromisos por parte del Gobierno nacional
El total de la paritaria de la UTA para 2023 sumaría un 31% en relación al sueldo actual porque los aumentos se aplicarían en forma acumulativa, sobre los nuevos sueldos, mes a mes, y no tomando siempre como base el número inicial. Desde el gremio aclararon que habría cláusula de revisión en junio y que en ese sentido se renovaría acorde a la evolución de los precios.
En la mesa de la paritaria transportista, el Gobierno suma un nuevo lugar con el ministerio a cargo del área, hoy en manos de Diego Giuliano, tras la salida el año pasado de Alexis Guerrera. Tanto el titular de la cartera, como el sector en general, orbitan en la constelación massista, eso no se alteró con el cambio de titular. Lo mismo ocurre con Jorge D'Onofrio en la Provincia de Buenos Aires.
De allí que el rol que juega el ministerio en esta negociación se alinea con los intereses del actual ministro de Economía y su pretensión de contener la inflación y a la vez reducir los subsidios de Nación.
Qué busca el gobierno con las paritarias 2023
Desde el Gobierno propician un entendimiento de los grandes gremios, como la UTA, con los sectores empresariales que vayan en línea con esta expectativa inflacionaria. Entienden que la evolución de los salarios también debe circunscribirse a estos nuevos márgenes a tono con los que se fijan en las negociaciones con las empresas. El objetivo final es forzar esa desescalada de la inflación dígito a dígito.
El último martes, la Secretaría de Transporte convocó a una reunión con las cámaras empresarias con el fin de afinar estos detalles. Allí los empresarios dejaron en claro la imposibilidad de firmar cualquier acuerdo salarial sin contemplar los aumentos de precios sufridos por el sector. Y en esto el criterio es unánime entre todas las cámaras.
Las empresas están representadas en la mesa por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta), la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (Cetuba), de la Transporte de la Provincia de Buenos Aires (Ctpba), la Asociación Civil del Transporte Automotor (ACTA) y la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP) y de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (Ceutupba).
A su entender, la única forma se solventar el aumento de los salarios sería a través de un aumento de la tarifa -en enero se aplicó un 40% al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para trenes y colectivos- o un incremento de subsidios. Los empresarios le plantearon al Gobierno que la última revisión de costos corresponde a agosto de 2022 y que desde entonces se trabaja con esos números aunque la inflación siguió trepando y, con ello, los costos operativos.
"Semana tras semana cambian todos los costos de los insumos", dijeron al El Cronista. La decisión, hasta el miércoles, era no firmar ningún acuerdo de salario hasta que no se revisara toda esa estructura de costos del sector para diagramar una actualización. En el Ministerio de Transporte, al ser consultados por este medio, se limitaron a informar que ellos ya participaron en la negociación y que ahora el proceso se encuentra en instancia de diálogo y definición entre la UTA y las cámaras para definir.
"El aumento debería converger hacia el nivel pautado de inflación más algún punto de recuperación", comentó en público Kelly Olmos al trascender que el Gobierno negociaba con algunos gremios para cerrar una paritaria del 60% más algunos puntos extras en 2023. Según relevó entonces El Cronista, el visto bueno se limitaba a una parte de la CGT con la que la Rosada mantiene mejor diálogo pero tanto las dos CTAs como el moyanismo rechazaron este tope o lo condicionaron a incluir cláusulas de revisión acorde a la evolución de la inflación.
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