Roberto Sifón Arévalo, director ejecutivo y líder de Calificaciones Soberanas y de Finanzas Públicas Internacionales para las Américas de Standard & Poors (S&P) Global Ratings, consideró que la Argentina debería crecer a una tasa más alta que la actual para que la deuda no sea preocupante en el largo plazo.
En el Council of the Americas, participó del panel "Perspectivas Económicas y de Inversión en la Argentina" y dijo que la recuperación de la confianza mundial en el país todavía llevará un tiempo más.

Al ser consultado sobre la receta gradualista que aplicó el Gobierno para bajar el déficit fiscal, Sifón Arévalo contestó: "Es sostenible en tanto se recupere la economía a un mayor ritmo que el actual. Hay un signo de interrogación en cuanto a la deuda, que dentro de poco tiempo podría tornarse preocupante si la actividad no avanza más, y en ese caso habrá que imprimirle mayor velocidad a la baja del gasto público".

En ese sentido, el ejecutivo opinó que "no había lugar para un shock; el contexto político era muy difícil y la experiencia regional muestra que programas de ese estilo no generaron más crecimiento ni inversiones y no se favoreció a nadie". "Hay que hacer que se abran nuevos negocios y se dé trabajo a los que no tienen. El populismo daba asistencia social pero no se fijaba en el empleo", criticó.

En abril, S&P aumentó la calificación crediticia para la Argentina y la estableció en B-, una de las peores. "Está dos escalones por encima del default, sigue en el fondo de todo porque estuvo muchos años en ese estado", justificó Sifón Arévalo. "El cambio constante de las reglas implica una pérdida total de la confianza, hasta de los organismos multilaterales de crédito, que creen en todo el mundo. Argentina llegó al punto de tener problemas hasta con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Nunca vi a ningún país, excepto los africanos con dictaduras, con esta clase de problemas. Y se necesita mucho tiempo para que se le crea a un gobernante que llegue y diga y muestre que es distinto", agregó.

En relación a la situación de Brasil, Sifón Arévalo comentó: "Si uno quiere ver el vaso medio lleno, ya no están en recesión. Pero esperamos que crezcan 0,5% y es muy temprano para decir que es una recuperación; es un medio punto muy volátil, atado a lo que pasa, y cada semana nos enteramos de algo nuevo. Lo que estamos mirando es que se aprueben las reformas, como la del sistema de pensiones, que ayudaría a una baja importante del gasto".

Al comparar el contexto macroeconómico argentino con el del vecino país, el ejecutivo valoró que "acá están tratando de atacar temas fuertes, como los subsidios y los impuestos, que tienen un costo político importante". Sin embargo, matizó: "Es incierto que se pueda avanzar tan rápido como Brasil y la respuesta a eso va a señalar el futuro de la economía argentina. Los inversores esperan gobernabilidad, estabilidad, horizontes largos de tipo de cambio, inflación, costos de capital. A medida que se hagan las tareas, va a existir una situación más cómoda". Y agregó: "La mayoría va a esperar hasta después de las elecciones".