Luis Barrionuevo internado de urgencia: cómo está su salud ahora
El dirigente gastronómico ingresó por guardia al sanatorio Güemes, con pérdida de sentido de tiempo y espacio, por lo que fue derivado de inmediato a la terapia intensiva a la espera de la definición del diagnóstico.
El sindicalista Luis Barrionuevo fue internado esta tarde de urgencia en el sanatorio Güemes, adonde ingresó con perdida de reconocimiento de tiempo y espacio, en un cuadro de descompensación, según fuentes gremiales. El gremialista de 82 años, líder del sindicato de los gastronómicos, fue derivado directamente a terapia intensiva, con la idea de que, mientras es diagnosticado, tenga los cuidados preventivos del caso.
El nombre de Barrionuevo volvió estos días a la escena pública con los cambios en el Gabinete del gobierno de Javier Milei, en particular con la salida de Mario Russo, quien dejó ser ministro de Salud y fue reemplazado por Mario Lugones, quien entre otras cosas es fundador y presidente de Silver Cross America Inc., propietaria del Sanatorio Güemes, donde se atienden la inmensa mayoría de los afiliados de la OSUTHGRA, la Obra Social de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la Republica Argentina, ligada al sindicato homónimo que regentea Barrionuevo.
Fue precisamente Barrionuevo quien acercó a Lugones a La Libertad Avanza (LLA) y se encargó de que se integrara a la gestión del renunciado Russo.
Quién es Luis Barrionuevo
Luis Barrionuevo es un dirigente arquetípico del sindicalismo tradicional, campera de cuero, conducción verticalista y monolítica, eterno ocupante de su puesto de secretario general, aunque, desde hace algunos años, con la piedra en el zapato de la oposición que le ejerce, desde Gastronómicos en Capital, su ex cuñado, Dante Camaño.
A lo largo de su extensa trayectoria, Barrionuevo protagonizó escándalos de todo tipo y dejó frases memorables, algunas de las más famosos fueron, en los 90, cuando se declaró "re contra alcahuete" de Carlos Menem y cuando pidió que había que "dejar de robar al menos dos años", tras admitir que "nadie hace la plata trabajando".
Fue diputado y senador por Catamarca, su provincia natal. La misma que lo vió alumbrar un escándalo que casi le cuesta la banca en 2003, cuando como candidato a gobernador se lo vinculó con la quema de las urnas que justamente no lo beneficiaban electoralmente. Lo salvó su partido, el peronismo.
Fue cadete, lavacopas, cafetero, conserje de un hotel alojamiento y, según él mismo cuenta, dos años mozo en un bar de San Martín. Desde allí escaló hasta controlar el sindicato gastronómico en los años finales de la dictadura, y hacerse un lugar en los 80 en una lista peronista junto a Herminio Iglesias, su compañero de largos partidos de paddle.
En los 90, el gastronómico manejó una caja de 30 millones de dólares, al frente del Instituto Nacional de Obras Sociales (INOS), gestión por la que acumula varias causas judiciales por presunta malversación de fondos. Su ex esposa es la exdiputada nacional, Graciela Camaño.
Compartí tus comentarios