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El Gobierno anunció el paso por el Congreso de un plan económico plurianual como forma de allanar la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los especialistas, ex funcionarios ante el organismo en Washington DC, explicaron a El Cronista por qué es un paso necesario para el nuevo programa. El envío del plan a la legislatura nacional, ¿implica un preacuerdo?

Para el ex director por Argentina ante el Fondo, Héctor Torres, el paso por el Congreso no es sólo una forma de darle legitimidad interna desde el oficialismo sino que es condición.

"Uno de los cuatro criterios que permiten el acceso excepcional es que el Gobierno tenga capacidad institucional/política y compromiso para implementar programa respaldado por el FMI", explicó sobre las reglas para cerrar un programa de facilidades extendidas por un monto extraordinario que permita refinanciar los u$s 45.000 millones del Stand-By.

En ese sentido, agregó que el staff del FMI "tiene que justificar ante el directorio que este criterio se cumple, más aun tratándose de un programa de larga duración. El paso por el Congreso es una forma de "certificar" el cumplimiento de ese criterio", remarcó Torres.

En la misma línea, el ex director para el Hemisferio Occidental, Claudio Loser, advirtió que "el Fondo no aceptaría que se presente un plan y que se diga si se lo acepta o no".

credibilidad

Loser agregó que "si hay una negociación, que ciertamente sería con una perspectiva plurianual y se pide aprobación al Congreso, eso le daría mucha credibilidad al programa".

Torres advirtió sin embargo que "las negociaciones cuyo resultado requiere aprobación legislativa son siempre complejas". En ese marco, destacó que "es difícil cerrar un acuerdo que el Congreso no quiera o no pueda reabrir".

Una de las dudas para el ex representante argentino es la falta de definición interna pese a que en el anuncio el Presidente aseguró que tenía el aval de todos los integrantes del Frente de Todos, en especial Cristina Kirchner y Sergio Massa.

"No está claro que el negociador, Martín Guzmán, tenga capacidad de comprometer el apoyo del Frente de Todos. Y la invitación al diálogo de Alberto Fernández es una acusación a quienes convoca", evaluó. Si el diálogo no prospera, podría derivar en un "default con el FMI", según advierte Torres. "No me extrañaría que el diálogo termine en una pelea al borde del precipicio", remarcó.

Por su parte, Loser consignó que "para llevar un programa al FMI tiene que sentarse a negociar primero con la institución y después obtener el apoyo legislativo". En ese marco, el orden anuncio abrió lugar a la especulación de que hay un entendimiento de base. "A menos que hayan negociado y estén ya de acuerdo con los parámetros con el FMI de antemano", reconoció Loser, aunque aclaró que lo ve "difícil en la situación caótica actual".