La trama secreta sobre cómo se descongeló el diálogo entre chavismo y oposición y el rol de Argentina
En París se reunieron los presidentes Emmanuel Macron, Alberto Fernández y el colombiano Gustavo Petro, con delegados del gobierno venezolano y de la oposición. Intereses y riesgos en la apuesta por el deshielo en la política de Venezuela.
Nicolás Maduro está decidido a salir del veraz global. Y el contexto global lo ayuda. El Presidente venezolano acaba de dar un paso importante en esa dirección. Ocurrió en el viejo Palacio de la Bolsa de París, llamado Brongniart.
Ahí, en un salón del primer piso del hermoso edificio francés, se reunieron durante 50 minutos los presidentes Emmanuel Macron, Alberto Fernández y el colombiano Gustavo Petro. Los tres líderes le dieron un paraguas político de peso a la reanudación de las negociaciones entre el oficialismo chavista y la oposición venezolana. El diálogo entre el espacio de Maduro y la oposición conducida por Juan Guaidó estaba congelado desde octubre de 2021.
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La cita terminó a las 19.30 de París de este viernes, cuatro horas más tarde que en la Argentina. El Cronista fue testigo de la llegada, en medio de un caos logístico y de seguridad, de los tres jefes de Estado al palacio parisino.
Además de Macron, Fernández y Petro, estuvieron los representantes de las tres cancillerías. Por parte de Argentina fue Santiago Cafiero. También participó la ministra de Relaciones Exteriores de Noruega, Anniken Huitfeldt.
En nombre de Venezuela fueron delegados directos y de enorme confianza de Maduro y Guaidó: el chavista Jorge Rodríguez (presidente de la Asamblea Nacional) y Gerardo Blyde, representante de la oposición.
Las vueltas geopolíticas, de Guaidó a Maduro
El encuentro fue un evento político en sí mismo. Implicó la reanudación de las negociaciones en Venezuela, pero con aval europeo y latinoamericano. La maniobra encierra una carambola de intereses geopolíticos. Macron, por ejemplo, busca ocupar el papel de líder que la alemana Ángela Merkel dejó vacante.
En 2019, sin embargo, Macron había reconocido como presidente legítimo de Venezuela a Guaidó. Ahora se muestra decidido a seguir en adelante la línea del argentino respecto a la Venezuela de Maduro.
¿De qué se trata esa línea? Un camino por momentos sinuoso cuyo objetivo es no aislar a Venezuela, hasta convertirla en una "nueva Cuba", tal como explicitó Fernández en charlas reservadas. Desde los Estados Unidos, Joe Biden también dio señales de deshielo hacia Maduro.
En 2019, sin embargo, Macron había reconocido como presidente legítimo de Venezuela a Guaidó. Ahora se muestra deciddo a seguir en adelante la línea de Fernández de no aislar al país sudamericano
La cita hoy empezó a las 18.30. Macron rompió el hielo, agradeciendo y saludando la predisposición general. Lo siguió Fernández, y Petro cerró la ronda formal. Todos los presentes forzaron un clima amistoso, por momentos de forma sobreactuada.
En concreto, se pactó que el diálogo venezolano tenga dos objetivos: uno económico y otro político. En lograr el primero tiene especial interés el presidente Maduro. Porque su gobierno arrastra 762 sanciones en su contra por violaciones a los derechos humanos. Esas multas se traducen en trabas financieras que potencian los problemas en la gestión de un país ya de por sí alborotado.
El capítulo político del acuerdo fue el más empujado por el vocero de Guaidó. El jefe de la oposición busca garantías de libertad de expresión, candidaturas y fair play de cara a las presidenciales de 2024.
Los próximos pasos
En el cara a cara además se arregló que, en caso de destrabarse los embargos internacionales, el dinero obtenido cuente con un destino específico. ¿Cuál? Que se invierta en salud, educación, alimentos y agua potable.
Petro blanqueó su incentivo en normalizar la situación política y económica de Venezuela. El Presidente colombiano recordó que su país cuenta con 2 millones de exiliados venezolanos, que cruzaron la frontera en busca de una vida más digna.
El chavista Jorge Rodríguez, muy cercano a Maduro, mostró interés en que Venezuela vuelva al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Los cancilleres se comprometieron a seguir con la ronda de negociaciones.
Maduro pretende institucionalizar a su administración y que Venezuela deje de ser un paria ante los ojos de Occidente. En el anochecer parisino de este viernes, el sucesor de Hugo Chávez dio un paso en ese sentido.
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