

Desde 1985 que un gobierno no conquistaba Los Cinco Grandes. Hay que remontarse a esa fecha cuando un imbatible alfonsinismo ganó en sus primeras legislativas en la Ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba; Santa Fe y Mendoza, los distritos con mayor cantidad de electores. Sólo dos de ellos, uno en manos del peronismo mediterráneo y otro del socialismo, hoy no son gestionados por Cambiemos. El macrismo sueña con cambiar ello en 2019.
Entusiasmados con la performance electoral del 22-O, también anotan otras provincias, algunas con más expectativa que realidad. De menor a mayor: Chubut, Salta, La Rioja y Entre Ríos. La repuntada épica de Adolfo Rodríguez Saá, que estaba 20 puntos abajo en las PASO y terminó ganando por 12, sacó a San Luis de esa lista, en manos de la familia desde 1983 y de linaje gobernante que se remonta al siglo anterior. El inédito susto que les hizo pasar a los hermanos puntanos el ex mandatario Claudio Poggi, ex delfín del efímero ex presidente, igual lo anota como posible postulante dentro de dos años.

En Córdoba, punta de lanza de la federalización de Cambiemos, el peronista Juan Schiaretti padeció en carne propia lo que sufrió Daniel Scioli en 2015. El candidato 100% PRO, Héctor Baldassi, lo aventajó por 18 puntos. Promete ser para alquilar balcones la interna que se abrirá en la pelea por la sucesión entre el macrismo y el radicalismo, que aún recuerda cuando gobernó Córdoba, con su propia interna entre el intendente capitalino Ramón Mestre y titular del interbloque en Diputados, Mario Negri.
En Santa Fe el radicalismo también está dividido: el que se quedó en el Frente Cívico y Social gobernante, que quedó tercero, salió perdiendo frente a los que se exiliaron a Cambiemos, que sacó 37,78%, unos 12 puntos arriba del kirchnerista Agustín Rossi. Ya una vez, en 2011, el PRO casi conquista el distrito, con un ya jubilado de la política Miguel Del Sel.
Si bien la remontada de Rodríguez Saá acaparó la atención, no fue menos la del chubutense Mario Das Neves, que con partido propio y sin el sello del PJ ganó por un punto desde un tercer lugar en las primarias: una decena de funcionarios nacionales, incluyendo a la vicepresidenta Gabriela Michetti, visitaron la provincia en campaña. El mandatario peronista no sufre una derrota desde 2003 en un distrito que también supo ver una dinastía radical.
La inesperada derrota del salteño Juan Manuel Urtubey entusiasmó al ex massista (que con inmejorable timing se pasó a Cambiemos) Gustavo Sáenz, quien en 2015 ya había sorprendido al quedarse con la capital provincial. Algo similar ocurre en La Rioja: el radical Julio Martínez, ex ministro de Defensa, pudo ganarle por décimas al eterno Carlos Saúl Menem.
Y al final, como el resto de los opositores light del país, el neoperonista Gustavo Bordet sucumbió ante un 52,97% en Entre Ríos. El domingo votó en Villa Paranacito el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que ya acumula decenas de viajes al distrito, lo que acrecienta los rumores de una posible postulación en 2019.













