En un contexto de estricto "hermetismo", los funcionarios que acompañarán a Luis Caputo en las distintas áreas de Economía delinearon las prioridades del plan que se anunciará hoy, sin embargo, la "parálisis" del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y la imposibilidad de ingresar mercadería, comenzó a inquietar a los empresarios.
En medio de lasdefiniciones cambiarias, el lunes 11 de diciembre se convirtió en una jornada "negra" para las operaciones de comercio internacional. Por un lado, el Gobierno nacional decidiócerrar el registro para anotar exportaciones de granos, mientras que por una "caída del sistema", la nacionalización de importaciones quedó "en pausa".
"Hay empresas del sector industrial que tienen SIRAs aprobadas la semana pasada y que hoy (lunes) debían completar el proceso de nacionalización, pero el sistema no está funcionando actualmente", comentó a El Cronista un dirigente industrial.
El planteo es compartido por gestores, despachantes de Aduana y asesores: "el sistema está caído" y, además, no tienen información acerca de cuándo estará de nuevo activo o cuál será el nuevo mecanismo para nacionalizar.

Por las trabas, tras más de dos meses sin poder acceder al Mercado de Cambios (MULC) para girar divisas al exterior, distintas empresas "ya debieron parar producción porque esta situación no les permite ingresar piezas que ya fueron autorizadas".
En resumen, destacó un empresario, "SIRAs aprobadas que no pueden completar el proceso de nacionalización para ingresar al país".
La industria automotriz y autopartistas es una de las más afectadas por la dependencia de piezas del exterior. La semana pasada, la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (AFAC) advirtió que "la deuda comercial del sector autopartista pone en riesgo a toda la cadena de abastecimiento".
En tanto, la comisión autopartista de Córdoba (CIMCC) informó que las empresas del sector enfrentan un "quebranto generalizado" que genera una situación de "parálisis" que compromete la continuidad de la actividad industrial.
Definiciones urgentes
Los máximos referentes de las entidades que representan al sector automotriz aguardan definiciones "urgentes" para no profundizar la crisis que viene poniendo al límite la producción.

Este martes está prevista una reunión con autoridades de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que quedó bajó la dirección de Florencia Misrahi, una de las piezas claves para destrabar la autorización de giros al exterior que vienen siendo demorados en el validador de pagos -Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior-.
Si bien los funcionarios que tendrán la responsabilidad de ordenar el problema que generó el incremento de la deuda comercial, entorno a los u$s 60.000 millones, y la "normalización" de las importaciones ya están trabajando, en el sector aseguran que la situación es "crítica".
Pablo Lavigne y Esteban Mazorati, dos economistas que fueron protagonistas para desarmar el "cerrojo" que se había generado en el pago de importaciones antes que asuma Mauricio Macri, volverán a intentarlo ahora como Secretario de Comercio y Subsecretario de Comercio Exterior, respectivamente.
El intercambio del sector privado con estos funcionarios es "fluido" pero el cuadro que describen es complejo: además de la deuda "intercompany" se debe más de un año en regalías y dividendos.
Como respuesta, apuntan que se le dará prioridad a las pymes, luego al pago de materias primas, en tercer lugar, se atendería la situación de bienes de capital y por último las demoras entre empresas y sus casas matrices.

Hasta ahí, existe consenso sobre el rumbo y la posibilidad de que en un plazo de 9 a 10 meses se cancele la mayor cantidad de deuda, sin embargo, la posibilidad de unificar en 30% el Impuesto PAÍS que implemento Sergio Massa en agosto, generó el mayor rechazo.
Actualmente, la alícuota asciende de 7,5% a 30% según se trata de importación de bines o servicios (fletes, seguros, servicios profesionales, entre otros), sin embargo, los tributaristas reflejan que la carga supera el 100% en distintos rubros.
En el caso de calzado y vestimenta asciende al 124% al considerar arancel (35%); tasa estadística (3%); no arancelarias (11,5%); IVA (21%); IVA adicional (20%); adelanto de Ingresos Brutos (2,5%); Adelanto de Ganancias (6%); Impuesto PAÍS (7,5%).
En otras actividades como celulares significa 101,5%; en neumáticos 114,5% y en el caso del acero 80,5%.
Más carga sobre las importaciones
Por eso, en función de las proyecciones, con un tipo de cambio oficial en torno a los $650, un alza de más de 20 puntos en la alícuota que grava al total de las compras al exterior, significaría un dólar a u$s 1000 lo que se volcaría a los precios, provocando mayor inflación y mayor recesión.
El nuevo gobierno barajó la continuidad de este impuesto que generó rechazo en todo el arco empresario por su peso en la recaudación.
Para el 2023, se estima que las importaciones pueden alcanzar los u$s 90.000 millones lo que redunda en una recaudación de u$s 20.000 millones mientras que el déficit fiscal asciende a u$s 18.000, explicó Salvador Di Stefano.
"Con un 30% de impuesto país a las importaciones cubrís todo el déficit fiscal", destacó el economista en declaraciones a Radio Rivadavia como una herramienta para alcanzar el superávit fiscal.
Aun así, advirtió sobre el efecto negativo: "un aumento grande en todos los precios de la economía y por qué no, una recesión también".
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