El FMI prevé menor crecimiento, pero no recesión: ¿qué dijo sobre Argentina?

En la antesala de la reunión de primavera boreal del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM) y la reunión de ministros del G20 en Washington DC, la titular del organismo, Kristalina Georgieva, dio un discurso en el que anticipó que se recortarán las previsiones de crecimiento para este año por el contexto de la guerra comercial que puso en marcha la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos.

 "Habrá una desaceleración pero no una recesión", dijo sobre el menor crecimiento mundial que se prevé para 2025. En la estimación anterior, el FMI había calculado un 3,3%. El próximo martes en la sede del organismo se darán a conocer los números actualizados. Para la Argentina se proyectó un crecimiento de 5,5% para este año pese al contexto de guerra comercial, según detalló el staff report que acompañó el acuerdo con el Fondo.

La directora gerente reconoció, sin embargo, que el crecimiento del 5% puede "caer un poco debido al ambiente global", pero destacó el rebote de la recesión a los 5 puntos de crecimiento "con inflación de dos dígitos a un dígito mensual y la pobreza que bajó de más del 50% a menos del 40%".

En ese marco, Georgieva puso a la Argentina como "un ejemplo de un país que ha logrado grandes avances a través de reformas estructurales y disciplina fiscal".

El principal problema hoy para la economía mundial es la incertidumbre, planteó la economista búlgara tanto en el discurso como después, en una conversación con economistas y dirigentes en el atrio del edificio principal del FMI. 

Sobre la inflación, Georgieva reconoció que hay un riesgo de que acelere por las medidas, aunque aclaró que no será un proceso tan lineal, se verán aumentos de costos en determinados productos pero puede haber deflación en otros países.

En el discurso que "levanta el telón" de las reuniones de primavera, Georgieva consideró que las tensiones comerciales "han aumentado, erosionando la confianza en el sistema internacional y entre los países". Esto ha llevado a la implementación de barreras arancelarias y no arancelarias, afectando negativamente la percepción del sistema multilateral. En el contexto de negociaciones, espera que el mundo vaya a "un sistema de aranceles más bajos".

"La incertidumbre en las políticas comerciales y la volatilidad de los mercados financieros son costosas", determinó Georgieva, que explicó que la planificación se vuelve difícil, lo que resulta en decisiones de inversión pospuestas y mercados financieros volátiles.

Por otra parte, consignó que el aumento de las barreras comerciales impacta el crecimiento económico de inmediato, elevando los costos de los insumos importados y afectando los precios y las ganancias de los importadores y consumidores.

"El proteccionismo erosiona la productividad a largo plazo, especialmente en economías más pequeñas, al reducir los incentivos para una asignación eficiente de recursos y perjudicar la innovación", planteó en su discurso.

A eso se suma un contexto en el que las economías enfrentan estos desafíos desde una posición más débil, con "cargas de deuda pública mucho más altas que hace unos años, lo que requiere acciones fiscales decididas para reconstruir el espacio de políticas".

"Es necesario un reequilibrio de los balances internos y externos para mejorar la estabilidad interna, externa y global", y reducir las vulnerabilidades creadas por superávits y déficits sostenidos, planteó el discurso de Georgieva, que dejó un mensaje ante de la reunión de ministros de Economía, Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20.

Los desafíos "requieren acciones políticas decididas y reformas estructurales para mejorar la estabilidad económica y financiera y el potencial de crecimiento".