

No se sabe si porque se los recomendó Guillermo Raffo, el argentino experto en estrategia que avisó que no puede hacerse cargo de ninguna responsabilidad porque está contratado en Brasil. O si porque se dan cuenta, solos, que el electorado está demasiado enojado con la dirigencia política como para estar jugando a las internas. La cuestión es que hoy, como cada dos semanas, volvió a reunirse la mesa chica del PRO en un almuerzo donde nadie quiso sacar los pies del plato y salieron prolijitos a no decirle nada a los medios.
Entre ceviches, tiraditos y causas, Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Jorge Macri, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni y María Eugenia Vidal comentaron el resultado de la convención radical que se realizó el viernes pasado en La Plata y destacaron la importancia de que el documento haya explicitado su pertenencia a Juntos por el Cambio, mencionando explícitamente el nombre de la coalición opositora, lo que no estaba en los planes originales del grupo que rodea a Facundo Manes.
En el encuentro que se realizó en el restaurante Puerta del Inca, pleno barrio de San Telmo, también se pasó revista a la agenda legislativa, que fue motivo de una profunda discusión adentro del PRO, cuando el ex presidente criticó que el bloque haya votado iniciativas que fomentaban la creación de más estructuras del estado, lo que implicaban más gasto.

Alfredo Cornejo pegó el faltazo a la convención de la UCR y abrió una interna en el partido
"De nada nos sirve la unidad si no es para el cambio", dijo Macri en un diálogo virtual que mantuvo con los diputados del PRO, provocando una fuerte discusión interna no tanto porque no estuvieran de acuerdo con esa posición, sino porque nadie podía saber exactamente cómo se habían dejado llevar a votar proyectos que promovía el radicalismo.
La convención radical ratificó su adhesión a Juntos por el Cambio
"Esto se resuelve teniendo unapostura unificada como bloque con respecto a todos los temas", fue la coincidencia unánime. Aunque también reconocieron que la dinámica en el Congreso a veces excede la posibilidad de reuniones de bloque donde haya tiempo para analizar todos los proyectos que impulsa el oficialismo de un día para el otro, sin el tiempo razonable.
El foco central estuvo en priorizar la sanción de la Boleta Unica de Papel (BUP), que el PRO considera un "salto de calidad institucional de carácter imprescindible dentro de las reglas de la democracia". Aunque las condiciones son frágiles y pueden cambiar, creen que tanto en la Cámara de Diputados como en la del Senado hay condiciones objetivas para lograr el objetivo. Para eso "tenemos que hacer mucha política y demostrar músculo a la hora de buscar aliados" dijo una de las participantes del almuerzo. "Además, tenemos que salir a explicarlo con gran convencimiento a la gente", sumó otro comensal.
Lo curioso al respecto es que la BUP no beneficia tanto a Juntos por el Cambio, que con el tiempo fue desarrollando un módico "aparato" político, aunque por cierto incomparable al pejotista. Los partidos más chicos, la izquierda y los nuevos libertarios, serán siempre los más beneficiados en un esquema electoral más equitativo como es el de la Boleta Unica.
Los otros dos temas que consideran estratégicos son la ley de alquileres, que urge en la agenda de la población, y el Consejo de la Magistratura, que dejó mal parado al PRO por un acuerdo entre la UCR y el oficialismo. El mensaje, en concreto fue: "hay que evitar fisuras y dar señales claras de unidad en el recinto".













