Referentes de la industria de cruceros en el país mantuvieron un encuentro oficial con Luis Caputo, titular del Palacio de Hacienda y autoridades nacionales para potenciar un actividad que se encuentre en "desventaja real" frente a países de la región por los costos y tarifas actuales.
El efecto negativo del tipo de cambio actual en el turismoreceptivo no es ajeno a la actividad de cruceros que, con mejores condiciones podría incrementar el ingreso de divisas de u$s 140 a entre u$s 220 y 250 millones, por año, según las estimaciones del sector privado.
La llegada de turistas no residentes a la Argentina disminuyó un 8.3% interanual, con 699.300 visitantes en abril, según los últimos datos del INDEC. En contraste, las salidas de argentinos al exterior aumentaron un 30.5% en el mismo período, con 1.425.600 personas viajando.
Aunque el Gobierno relativiza el efecto económico de la apreciación del peso que encareció a la Argentina como destino turístico, según estimaciones del sector privado el déficit en la balanza de turismo puede alcanzar lo u$s 10.000 millones en 2025.
Si bien el tipo de cambio no es el único factor que pone en juego la competitividad, es uno de los que más está afecta a la industria del turismo receptivo y, particularmente a la actividad de cruceros que emplea indirectamente a más de 5000 personas.
La actualidad de la operación de cruceros en Argentina fue el eje del encuentro que mantuvieron, este lunes, Fernando Joselevich (Costa Crociere); Alejandro López y Javier Massignani (MSC) y Juan Pablo Maglier, representante en Argentina de la Asociación Internacional de Cruceros (CLIA, por sus siglas en ingles Cruise Line International Association) con el Ministro Caputo, Pablo Lavigne e Iñaki Arreseygor, secretario de Comercio y director de la Administración Nacional de Puertos y Navegación, respectivamente.

La comitiva planteó a las autoridades oportunidades y puntos de mejora para la industria de cruceros queen la temporada 2023-2024, recibió 140 recaladas, principalmente en Buenos Aires, Puerto Madryn y Ushuaia.
"Actualmente, Argentina está en desventaja real en comparación a otros países de la región, los costos y tarifas actuales afectan la competitividad de nuestros puertos en relación a otros, por ejemplo, varios países de Latinoamérica", explicaron desde CLIA.
En esta línea, se presentó un informe con propuestas concretas para el crecimiento de las operaciones en el país.
Entre otros temas, se abordó la necesidad de cooperación público-privada para potenciar la consolidación de la industria como "motor económico nacional" y las oportunidades en distintas localidades si se incrementa la llegada de cruceros a nuevos destinos lo que generaría impacto positivo "dinamizando otros sectores como el gastronómico, el hotelero y el cultural en distintos puntos del país".
Segmentación para turismo
El informe presentado por CLIA propone la creación de una categoría tarifaria específica para cruceros internacionales en la Hidrovía, (implementando un esquema de segmentación tarifaria fluvial para cruceros). "La medida apunta a mejorar el ingreso turístico derivado de cruceros internacionales y en temporada alta", señala el texto.

También, se solicitó a las autoridades incluir a la actividad de cruceros en los criterios técnicos y económicos de la próxima licitación de la Hidrovía. En este sentido, la entidad remarcó la necesidad de continuar con el diálogo, en vistas a "garantizar condiciones operativas adecuadas para las próximas temporadas".
Impacto en actividad
Entre transporte, guías, gastronomía y comercios el sector de cruceros genera más de 5000 empleos indirectos y, según la visión del sector privado, representa "una oportunidad estratégica para el turismo receptivo, el desarrollo federal y la generación de divisas".
Para los empresarios, la medida "simple, técnica y sin costo fiscal" puede "multiplicar su impacto económico y posicionar a la Argentina como un hub competitivo de cruceros" en Sudamérica.
Las reuniones que buscan trasladar al ámbito nacional la problemática que tiene el sector de cruceros pese a la potencialidad para crecer y los desafíos de cara a la próxima temporada 2025-2026 que inicia en octubre, fue bien recibida, indicaron fuentes del sector privado.
La industria está expectante a una respuesta positiva en las próximas semanas y "dispuesta a colaborar con las autoridades en lo que respecta no solamente a la coyuntura de corto plazo, sino también pensando la eventual licitación de la hidrovía Paraná-Paraguay para las próximas décadas".
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