La idea de Caputo ante el fin del impuesto PAIS y la presión del verano
La alternativa ante una mayor presión por los viajes a Brasil, Uruguay o Chile en el verano, entre otros destinos y el ingreso de dólares que puede compensar la salida
"No vamos a rifar las reservas", señalan en el Gobierno ante la mayor presión que puede haber sobre el mercado oficial por el dólar tarjeta o turista cuando caiga el impuesto PAIS a fin de año.
La tasa del 30% que compone el dólar turista junto con los anticipos de Ganancias y bienes personales del 30% encarecen este tipo de cambio diferencial y desalientan la presión sobre las reservas. Hoy quienes consumen con tarjeta en el exterior eligen pagar los resúmenes con dólares adquiridos en el MEP o directamente hacer las compras afuera en divisa obtenida por esa vía o en el mercado paralelo.
A este viernes, el dólar oficial cotiza en $ 1016 mientras que el dólar MEP está en $ 1136. El blue, por su parte, bajó a $ 1120. Del otro lado, el dólar tarjeta, que sigue los movimientos del oficial más el impuesto PAIS y los anticipos de AFIP, trepa a $ 1625.
A partir del 31 de diciembre, esa diferencia en el caso del tarjeta se acortaría a unos $ 1320, según los valores de hoy. De esta forma, si bien sigue siendo más caro hoy que el MEP o el paralelo, en caso de que la brecha vuelva a despegar, el Gobierno analiza alternativas para que la presión no vaya a las reservas.
Si bien en el equipo económico consideran que "no hay atraso cambiario", reconocen que puede haber mayor presión en la temporada de verano por los viajes de argentinos a Brasil, Uruguay, Chile y otros destinos.
Hoy la brecha entre oficial y blue es del 10% y en el caso del MEP, del 12%. En caso de que esa diferencia crezca por la mayor demanda, reconocen que analizan incorporar nuevos elementos que encarezcan el dólar tarjeta o turista para que los viajeros se sigan alimentando de divisas en los financieros o paralelos y no con el BCRA.
La alternativa ante la mayor demanda
Para esto, se podría sumar un nuevo impuesto o modificar las tasas de anticipos, algo que había hecho el Gobierno anterior. Pero sostienen -como se plasmó en el Presupuesto 2025- que la fecha de caducidad del impuesto PAIS se mantiene.
En ese marco, los economistas sostienen que "la tranquilidad en el mercado cambiario dependerá de cómo sean los futuros saldos de comercio exterior y turismo", según detalló LCG.
El Gobierno no espera sobresaltos. La cuenta que hacen incluye los dólares que aporta el blanqueo de capitales, la garantía de pago a los bonistas en enero -con vencimientos de capital e intereses cercanos a u$s 4500 millones- y el Repo con bancos que se espera en las próximas semanas para sostener las reservas tras los pagos de deuda.
Mientras tanto, resta definir cómo seguirá la relación con el FMI, donde un nuevo programa podría llegar con algunos fondos frescos. En el equipo económico bajan las expectativas tras la victoria de Donald Trump y consideran que "no hay necesidad de pasar la gorra" mientras que enfatizan que en las revisiones con el FMI las metas están cumplidas.
La meta de acumulación de reservas del programa con el Fondo a septiembre no se cumplió, pero se espera compensarla en el último trimestre, entre blanqueo y liquidación del agro. "Se quedaron esperando una devaluación que no llegó y ahora están liquidando algo", explican sobre los ingresos desde el campo.
Quienes siguen el sector comercial, en tanto, prevén que el año próximo habrá una mayor demanda importadora, ya no sólo por la salida del impuesto PAIS sino porque si se consolida la recuperación económica, habrá que traer insumos, partes, materia prima y maquinarias para el día a día de la producción.
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