

En una sesión que se extendió hasta la madrugada y desató una fuerte controversia política e institucional, la Cámara de Diputados aprobó la designación de tres nuevos integrantes de la Auditoría General de la Nación (AGN), en una votación cuestionada por amplios sectores de la oposición por haberse realizado fuera del temario de sesiones extraordinarias convocadas por el Poder Ejecutivo.
La terna aprobada, con 186 votos afirmativos y dos abstenciones, quedó integrada por Rita Mónica Almada, propuesta por La Libertad Avanza; Juan Ignacio Forlón, por el peronismo; y la exdiputada nacional salteña Pamela Calletti, por Innovación Federal. Almada y Forlón prestaron juramento de inmediato, mientras que Calletti lo hizo minutos más tarde debido a que aún no había llegado al Congreso.
El avance del oficialismo y sus aliados se produjo tras una moción presentada por el jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, para cubrir las vacantes existentes en el organismo de control.
La propuesta generó un inmediato rechazo de bloques como el PRO, la UCR, Provincias Unidas, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda, que denunciaron una violación a la Constitución y al reglamento parlamentario.

El principal argumento opositor fue que la designación de auditores no figuraba en el temario de sesiones extraordinarias enviado por el presidente Javier Milei, por lo que —sostuvieron— el pleno de Diputados no estaba habilitado a tratarla.
En ese sentido, el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, afirmó que se trató de una “violación al artículo 65 de la Constitución Nacional” y anticipó que su espacio recurrirá a la Justicia para impugnar el nombramiento.
Para no convalidar el procedimiento, los bloques críticos abandonaron el recinto antes de la votación y la jura, dejando en el hemiciclo únicamente a los legisladores de La Libertad Avanza, Unión por la Patria y Hacemos Federal. Desde esos espacios, la maniobra fue defendida como una decisión necesaria para evitar la parálisis de la AGN, que hasta ese momento solo contaba con su titular debido a la falta de designaciones de ambas Cámaras.
Desde la izquierda y otros bloques opositores, en cambio, calificaron el episodio como una muestra de “casta” y de apuro político para “devolver favores”. Myriam Bregman sostuvo que el oficialismo “empieza a repartir cargos”, mientras que Pablo Juliano, de Provincias Unidas, cuestionó que se nombrara auditores “a las tres de la mañana y por la ventana”.
Con estas designaciones, la AGN logra destrabar parcialmente su funcionamiento de cara a 2026, aunque aún resta que el Senado defina a sus representantes. La forma y el momento elegidos para el nombramiento, sin embargo, dejaron abierto un nuevo frente de conflicto político y judicial en el Congreso.










