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El presidente Alberto Fernández anunció que convocará a la mesa electoral para definir la estrategia de la coalición gobernante de cara a las elecciones presidenciales. Al menos por ahora, y pese a las resistencias internas, el mandatario no se baja de la competencia. Apuesta a ir por un segundo mandato.

En este contexto, el Frente de Todos tiene dos alternativas antes de romper. Ir a unas PASO en las que se anoten los aspirantes a ser presidente y que gane el mejor o llegar a esa instancia con un único candidato, consensuado por todo el espacio. ¿Qué opinan los expertos?

"Depende", responde el politólogo Andrés Malamud. Según argumentó, "la evidencia indica que las PASO pueden ampliar un espacio o fracturarlo". El resultado -señaló en diálogo con El Cronista- está atado a dos factores.

Por un lado, a las reglas de atribución de cargos (por ejemplo, si el que se impone incorpora a los perdedores en las listas legislativas). Por otro, al affectio societatis. Es decir, que los votantes "perdedores" prefieran, en las generales, inclinarse por quien derrotó a su candidato, antes que huir a algún partido rival.

"Las PASO pueden ampliar un espacio o fracturarlo", advierte Malamud.
"Las PASO pueden ampliar un espacio o fracturarlo", advierte Malamud.

El politólogo radicado en Portugal lo graficó de la siguiente manera: una interna "civilizada" entre los ministros Eduardo "Wado" De Pedro y Sergio Massa podría contener posteriormente a los votantes del derrotado. En cambio, una interna entre Fernández y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, no.

El consultor Carlos Fara considera que lo que más le conviene al Frente de Todos es ir a internas. De las PASO, remarca, el candidato ganador sale "fortalecido", sobre todo porque se instala ante la opinión pública como "ganador de otros contendientes".

Además, Fara se remonta a las elecciones del 2015 y 2019 para señalar que, con la utilización de las PASO, la coalición gobernante lograría despejar cualquier sospecha de que el candidato que compita en las generales haya sido elegido "a dedo" por la vicepresidenta Cristina Kirchner. Las fórmulas Daniel Scioli - Carlos Zannini primero, y Fernández - Fernández, después, dejaron ese sabor en la opinión pública.

En concreto, el consultor señala que dar la pelea en las primarias movilizan internamente; concitan atención de la opinión pública y de los medios, y facilita la instalación del ganador.

"A todas luces es un beneficio, pero, por supuesto, tiene que ser una primaria civilizada para no dar una imagen de excesivo conflicto interno o de diferencias ideológicas insalvables", afirma Fara.

La directora General de Trespuntozero, Shila Vilker, también remarca que tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio ninguno de los candidatos rinde en lo individual lo que recoge en un escenario de internas. "Así que sí, efectivamente, una PASO sería conveniente", sintetizó.

Aunque Vilker reconoce que sería toda una "rareza" que el Presidente no sea el candidato del consenso de la actual coalición gobernante. Aun así, "la sumatoria de los distintos fragmentos del pan-peronismo suman más que cualquier candidato de forma individual".

El peligro de las PASO

Lucas Romero, director de Synospsis, reconoce que las primarias tienen dos grandes ventajas. Por un lado, al multiplicar la oferta, le permiten a un espacio maximizar la capacidad de atraer votantes, sobre todo cuando hay que atraer a un electorado heterogéneo. Al mismo tiempo, cuanto más votantes atrapa un espacio, menos le queda a su contrincante.

Pero al oficialismo se le presenta un problema -según el fundador de Synopsis. El oficialismo está obligado a "disimular la presencia de espacios mayoritarios". En concreto, del kirchnerismo.

De lo contrario, espanta a los votantes peronistas que no comulga con las ideas de la Vicepresidenta. En otras palabras, como el piso del kirchnerismo es alto, pero su techo es bajo, hay que maquillarlo un poco.

El kirchnerismo es consciente de ese limitante. Por eso, en las últimas dos elecciones nacionales no encabezó las fórmulas presidenciales. Se limitó a secundarlas. Primero con Zannini y luego con CFK.

Una fórmula secundada por un kirchnerista podría ser -de nuevo- la mejor opción dentro del Frente de Todos de cara a las PASO. El espacio que comanda la Vicepresidenta no tendría que sacar los platos del FdT pero, a la vez, como plantea Romero, se podría deshacer del sayo de oficialista, en un contexto en el que el votante "pide cambios".

¿De qué manera? Escoltado por los gobernadores y otros peronistas disconformes con la performance de Fernández, el kirchnerismo podría competirle al Presidente en las PASO. Y así pararse en la vereda de enfrente. Para eso, Romero sugiere la dupla Sergio Massa -Eduardo Wado" De Pedro.

Aunque hace una advertencia: "Abrir una PASO es fácil; cerrarla es difícil". Al tiempo que resalta: "El peronismo, en los territorios, disputa utilizando todos los instrumentos, y eso, a veces, se vuelve peligroso".

Para fundamentar su advertencia, Romero se remonta a las PASO en la provincia de Buenos Aires, en el año 2015, cuando compitieron Julián Domínguez y Aníbal Fernández. En aquel entonces, la interna por la gobernación fue feroz. El primero acusó al segundo de fraude. El segundo dijo que el primero había "apretado intendentes" y la lista sigue.

Romero destaca que lo difícil no es abrir las PASO, sino cerrarlas.
Romero destaca que lo difícil no es abrir las PASO, sino cerrarlas.

Pero además de que cerrar las internas en difícil, Romero recalca que no todos los espacios derrotados "contribuyen de la misma manera para traccionar la boleta ganadora". Es por eso que algunos espacios "prefieren que haya un ordenamiento desde arriba, que garantice que el trabajo en el territorio sea el mejor posible".

Una interna "civilizada" parecería ser, entonces, lo que más le conviene al Frente de Todos.