Buscan alivio por u$s 6000 millones: los instrumentos que activa el Gobierno
El Banco Central activó este jueves la ampliación de los créditos en dólares para que puedan financiar importaciones. Pesce y Massa alistan viaje a China para ampliar el uso del intercambio de monedas.
El Ministerio de Economía y el Banco Central buscan cerrar a fin de mes la ampliación de la porción del swap con China que puede emplearse con "libre disponibilidad", tanto para intervenir en el mercado cambiario como para pagar importaciones con yuanes. Las gestiones aceleraron en los últimos días, con el objetivo de que el acuerdo pueda firmarse en el viaje que encabezará el ministro Sergio Massa a China, a fin de mes, y que también contará con Miguel Pesce.
Si bien los detalles se mantienen bajo reserva, el Gobierno apunta a poder financiar gran parte del déficit comercial con ese país previsto para este año. Para eso, en números gruesos, necesitaría usar otros u$s 3000 millones.
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En paralelo, el Banco Central activó este jueves la normativa para que grandes empresas exportadoras puedan usar las líneas de prefinanciación de exportaciones para pagar importaciones de bienes de capital y terminados, con la que busca quitar presión a las reservas por entre u$s 1000 y 3000 millones. En la autoridad monetaria indicaron que hubo mucho interés de las empresas en las conversaciones preliminares.
Cómo conseguir dólares
Las gestiones forman parte de los esfuerzos del Ejecutivo para suplir la falta de divisas que ocasiona la sequía, estimada en u$s 20.000 millones. Mientras Massa deja trascender que el Fondo Monetario Internacional (FMI) daría vía libre al adelanto del préstamo y a la posibilidad de que una porción se pueda usar para intervenciones cambiarias, Economía y el BCRA avanzan en caminos alternativos y complementarios.
La ampliación del swap es uno de ellos y, por ahora, el más efectivo, ya que las grandes empresas que importan desde China comenzaron a utilizar yuanes para pagarles a sus contrapartes.
A fin de mes, Massa y Pesce buscarán renovar el swap para refuerzo de reservas por 130.000 millones de yuanes (el equivalente a unos u$s 18.000 millones), y ampliar la porción de "libre disponibilidad", actualmente en 35.000 millones de yuanes o u$s 5000 millones. El número final se mantiene bajo reserva: el objetivo de mínima es llegar a los u$s 8000 millones. Como referencia, la balanza comercial bilateral de 2022 resultó deficitaria en u$s 9500 millones.
"Es altamente probable", respondió una fuente del entorno del ministro, al ser consultada sobre la ampliación del swap de libre disponibilidad. En BCRA reconocieron las gestiones y adelantaron que "seguramente" Pesce también viajará a China.
Gestión a tres bandas
En el Palacio de Hacienda y en Reconquista 266 coinciden en que el embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, está activo en las negociaciones. "Con la promoción de inversiones y comercio utilizando el yuan, China se está consolidando como nuestro primer socio comercial", celebró el diplomático. "El comercio en nuestras monedas nos abrió nuevos mercados en China", destacó.
Economía dejó trascender que buscará financiamiento del banco de los BRIC para cubrir las importaciones de origen brasileño, luego de que surgieran trabas en el esquema bilateral que se trabajaba con el gobierno de Lula. En Nuevo Banco de Desarrollo y el gobierno chino invitaron a Massa a la reunión anual del banco, en Shanghai, los próximos 30 y 31.
Prefinanciación de exportaciones
Y Pesce pulió su esquema para ampliar el uso de las líneas de prefinanciación de exportaciones. El directorio votó el cambio en la regulación este jueves. El BCRA busca que las empresas adelanten dólares de sus exportaciones previstas para 2024 y paguen bienes de capital y terminados con esos dólares.
Como anticipó El Cronista, se reunió con un puñado de grandes empresas exportadoras (Toyota, Unilever y PAE, entre otras) para sondear la posibilidad de que paguen importaciones con este tipo de créditos, que son más blandos.
Las empresas escucharon con interés. Según fuentes del sector privado, se mostraron dispuestas a adelantar fondos de exportaciones futuras (es, en definitiva, menor ingreso de dólares para el año próximo), pero deslizaron que la última palabra está en los bancos y en qué requisitos pedirán para financiarlos.
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