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El Presidente Alberto Fernández llegará hoy a Bélgica para participar de la Cumbre de Jefes de Estado de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) donde se contempla el debate de una variedad de temas espinosos como el acuerdo comercial con el Mercosur, inversiones en energía para la Argentina y el complicado contexto de la guerra en Ucrania.
Por lo pronto, Alberto Fernández buscará en Bruselas cerrar un ambicioso memorándum de entendimiento de la Argentina con la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en torno a inversiones y proyectos comunes en energías límpias y GNL. Se trata de una propuesta que forma parte de un acuerdo más amplio entre la UE y Argentina pero que esta vez el capítulo energético promete amplias inversiones en el país.

A la vez, Fernández junto con los presidentes del Mercosur buscarán avanzar de una vez en el controvertido acuerdo de libre comercio entre la UE y el bloque regional que está frenado desde hace al menos cinco años por las trabas ambientales que fijó Europa y las barreras proteccionistas que impuso Francia demás de los cambios políticos en América latina.
Según expresó a El Cronista el canciller Santiago Cafiero la intención de la Argentina es "avanzar hacia un acuerdo justo y equilibrado para ambos bloques" y promover un entendimiento que acelere los tiempos ya perdidos. Pero no será nada fácil avanzar en un acuerdo que satisfaga a todos los países.
La comitiva oficial
Alberto Fernández llega hoy a la cumbre UE-Celac acompañado por Cafiero; la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco; la jefa de Gabinete de la Cancillería, Luciana Tito; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; y el diputado nacional Eduardo Valdés.
En la cumbre de los mandatarios europeos con los de América latina se prevén fuertes tensiones por las posiciones divergentes que hay en ambos bloques en torno a temas espinosos como el posicionamiento ante la invasión de Rusia en Ucrania, la situación de Venezuela y el bloqueo económico a Cuba.

La Casa Rosada informó ayer que la cumbre de Bruselas "se trata de la reunión al más alto nivel entre las dos instancias de mayor representación política en ambos continentes".
La CELAC cuenta con una membresía de 33 países de América Latina y el Caribe, mientras que la UE agrupa a 27 países europeos. La idea de la Argentina en esta cumbre es lograr acuerdos a largo plazo para evitar caer en la tensión global permanente entre China y Estados Unidos.
La cumbre de UE-Celac se hace después de ocho años y tras el acuerdo alcanzado en la reunión de los cancilleres latinoamericanos en octubre de 2022, durante la Presidencia Pro Témpore de la Argentina.
Además del diálogo político entre ambos bloques, los presidentes abordaran agendas vinculadas con la cooperación, el financiamiento y las inversiones en áreas estratégicas como son la transición verde, la transformación digital, la salud y la seguridad alimentaria. También serán tratados los principales aspectos de la economía del cuidado, fundamentales para la integración plena de mujeres y diversidades al mercado de trabajo, con empleo digno y buenos salarios.
Ucrania, Venezuela y Cuba
El tema de la guerra en Ucrania es complejo para esta cumbre. En Bruselas buscarán emitir un comunicado conjunto de fuerte rechazo a Rusia y la imposición de nuevas sanciones económicas contra Moscú.
Mientras que un sector amplio de los jefes de Estado de la cumbre UE-Celac, entre ellos la Argentina, se inclina por repudiar las acciones bélicas de Moscú, hay otro bloque liderado por Cuba, Nicaragua y Venezuela que buscarán defender el posicionamiento de Vladimir Putin frente a la OTAN.

En tanto, la decisión de avanzar con nuevas sanciones económicas contra el Kremlin no está avalada por la Argentina ni por la mayor parte de los países de la Celac. Pero la UE cree que se debe acorralar económicamente a Putin para frenar la guerra en Ucrania.
A la vez, surgirá en el debate público el caso de Venezuela y sus restricciones democráticas. Gran parte de la UE objeta al régimen de Nicolás Maduro y exige mayores libertades en Venezuela. Esta posición es acompañada por países de la región como Uruguay, Paraguay y Ecuador.
Aunque hay sectores de la izquierda latinoamericana que defienden la situación actual de Venezuela como son los casos de Brasil, Argentina, Bolivia, Chile y Colombia. Estos países buscan un diálogo con el régimen venezolano.
En tanto, el caso del bloqueo de Cuba también genera divisiones similares entre el bloque europeo y algunos países de izquierda de América latina.













