Entramos en la fase de cuarentena focalizada y cada provincia deberá decidir sobre el futuro de su actividad social y económica. La decisión sanitaria le sigue ganando a la económica como si fuese una pulseada entre decisiones opuestas. El camino de lo sanitario que muestra el presidente Alberto Fernández viene tal cual lo programado. Curvas de contagio aplanadas, infraestructura sanitaria sin colapsos, tiempo para incorporar más equipamiento e insumos en el sistema de salud para enfrentar picos de contagio futuro.

Las decisiones de extensión de la cuarentena tiene el soporte de especialistas médicos. Sin embargo, las decisiones económicas no cuentan con el mismo trabajo serio e interdisplinario con visiones más amplias y externas al gobierno.El economista inglés Jhon Stuart Mill dijo en el Siglo XIX: “Ningún problema económico tiene una solución puramente económica .

Quiero invitarlos a hacer un ejercicio simple y real a la vez. Dentro de las actividades económicas el comercio requiere de dos ingredientes limitados y fundamentales para que se produzca el intercambio de bienes y servicios que hoy están en jaque. Desde las aduanas venecianas hasta estos tiempos del coronavirus. El contacto social y lograr la cercanía de la oferta con la demanda fueron las claves para su crecimiento. Hoy ese contacto está en jaque y esa limitación está dada por el contacto social que pueda generar en el transporte de la oferta (empleados de comercios) o demanda (potenciales clientes) generando potenciales contagios.

Sin embargo veamos el siguiente caso real: el de un comercio de indumentaria que puede ser de un gran centro urbano que deberá permanecer con sus puertas cerradas solo para envío a domicilio hasta el 15 de mayo o hasta principios de junio.

1) Caja del comercio: Este comercio de indumentaria que alquila un local comercial por $ 60.000 en febrero tenía una facturación de $ 710.000. En marzo su facturación bajó a $ 280.000. En abril la facturación cayó a cero. No sabe ni está preparado para la venta online. A los efectos de tomar este caso real preservándonos la fuente, ubicación y nombre del comercio desarrollamos este flujo de fondos simplificado adjunto para abril.

2) Situación en abril: durante abril este comercio al haber facturado cero no pagará el Alquiler de $ 60.000, no pagará la deuda de mercadería de $ 400.000, pagará los sueldos a través del Programa de Salario Complementario que ofrece el Gobierno, tomará la postergación de las contribuciones patronales y no pagará los impuestos ni servicios.

En este caso, a pesar del esfuerzo del Estado para sostener su actividad, quedará con una deuda de $ 609.500. Si consiguiese acceder al préstamo de hasta $ 150.000 de asistencia a la producción como se acreedita a través de la tarjeta de crédito podrá pagar servicios, pero no proveedores. Por lo cual podría bajar las deudas de servicios e impuestos, pero, como se otorga en 3 cuotas de $ 50.000, no podría bajar esa deuda en mayo. Es decir, en el mejor escenario le quedará una deuda al comercio de indumentaria de $ 519.500.

3) Situación en mayo: como el comercio podrá vender para envío a domicilio, para este caso podría representarle solo el 10% de su facturación normal con el comercio abierto, dado que sus clientes no pueden probarse su ropa antes de adquirirla, sumado a que no está adaptado a este tipo de venta. Nuestro caso sostiene que como máximo podría facturar unos $ 70.000. Su deuda, con el apoyo del gobierno incluido, ascendería de todas maneras a unos $ 674.250, por lo que no pagaría alquiler, mercadería, cargas sociales y teniendo un peso menor de impuestos por menor facturación y servicios por menor uso.

4) Situación de la cadena de producción: el comercio es barómetro de la economía. Es el mayor empleador del país con 900.000 puestos de trabajo, seguido de la industria todas las ramas. Con este escenario comportamiento de ingresos y pagos de nuestro comercio textil, sucede lo siguiente. La fábrica textil no podrá sostener sus costos, lo que la llevará al cierre. Así, se perderían miles de puestos de trabajo por más suspensión de despidos que el gobierno intente.

Pero no solo eso, porque la industria tiene empleo indirecto fuera de la fábrica informal que también se pierde sobre un población de mucha fragilidad económica, como lo es el corte de material, cosido y armado de indumentaria en muchos casos. Por su parte, también hay diseñadores que pierden su trabajo. También lo sufrirán los matriceros para el armado de moldes. Las tejedurías comienzan a tener menos trabajo, por lo cual entrarán en crisis. La hilandería que se encarga del cardado, ovillado, peinado y bobinado para la obtención de hilados irá al cierre. Y todos los insumos de materia prima en origen perderán a sus clientes y ventas como el caso de fibras vegetales (algodón, linos, etc), artificiales; (acetato, rayón, etc); animales (lana, seda, etc.), sintéticas (poliéster, acrílicos, etc.).

5) Menor actividad, menor recaudación: como el mayor empleador del país es el Estado, la idea de quedarse en casa implica que todos los meses los empleados públicos tengan el sueldo en su cuenta. A diferencia del privado que debe salir a obtenerlo del mercado día a día. No obstante, al empleado público no le gustará cuando, por producto de caída de la recaudación, esto no sea más posible y se recorte su salario.

Sin embargo, el Estado, imposibilitado de endeudarse para cubrir su déficit creciente ante la caída de su recaudación vía impuestos, podrá seguir con la emisión pesos argentinos sin respaldo de la actividad económica real, lo que generará mayor inflación que perjudicaría aún más a la población informal. Llevaría a estos segmentos a una situación de mayor pobreza, mientras que a los asalariados formales del sector privado, imposibilitados de realizar su actividad económica en estos meses, irán hacia un escenario de desgracia. Es el escenario presente solo con una línea de proyección de futuro inmediato.

De acuerdo con la CAME, solo el comercio pierde ventas por $ 10.500 millones en cada día de cuarentena.

Por su parte, la cantidad de cheques rechazados sigue siendo el termómetro que indica que la cadena de pago está rota. Luego de la apertura del clearing, se triplicaron la cantidad de cheques sin fondos, lo que generó un descontrol de alrededor de $ 80.000 millones. Es que según estimaciones, el stock de cheques diferidos negociados por las pymes en poder de los bancos asciende a los $ 220.000 millones, de los cuales entre el 35 y 40% vencen en abril. A lo dicho, se suman los valores en cartera que no fueron depositados y las facturas emitidas que deberían haber sido cobradas en este período.

En tanto, el país estará dividido entre personas que trabajan en el sector público o cobran del Estado aún con ganas de ir a caminar los 500 metros de esparcimiento y los que trabajan en el sector privado que están entrando en una fase de depresión, frustración y desaliento para continuar con su actividad a futuro que no tienen ganas de caminar ni en el balcón de su casa.

Si el problema se da en el transporte público la decisión más eficiente en este contexto es permitir la apertura de comercio para la venta con distanciamiento social tal cual se da en supermercados en consumo masivo, farmacias o ferreterías. Una posibilidad puede ser que la apertura del comercio la hagan sus dueños que se pueden trasladar con su auto particular sin ningún riesgo de contagio social y que puedan ir a trabajar solo aquellos empleados que no deban tomar transporte público en auto particular, bicicleta o caminando.

A su vez, el sindicato de empleados de comercio acordó suspensión con recorte salarial en grandes cadenas comerciales como Falabella, CMR Falabella, Electrónica Megatone (Musimundo), Gerenciar, Bazar Avenida, Consumo Tinsa, Total Support, Conmega y Vesubio (Lacoste). Si las grandes cadenas comerciales no pueden pagar sus salarios, menos lo va a poder pagar el comercio minorista tradicional. El empleado de comercio incluso hoy quiere ir a trabajar para no evitar recortes y suspensiones.

En Argentina, un país con 45 % de pobres de acuerdo a la proyección de la UCA de marzo no puede pensar que solo con una organización social podrá combatir al virus sin comenzar a tomar decisiones urgentes en la nueva organización económica.

El escritor y político romano Cicerón (165 Antes de cristo a 43 AC) dijó: “No logran entender los hombres cuán gran renta constituye la economía .