

La importancia de que el viajero cuente con una asistencia médica es simplemente fundamental. Lo es desde hace mucho. Pero, tras la llegada del coronavirus, todo cambió y, lo que antes era importante, ahora es vital, imprescindible e impostergable.
Hace algunos años, en los cursos y capacitaciones de nuestra compañía solíamos reflexionar sobre la siguiente situación, hipotética pero absolutamente posible: imaginemos por un instante un viajero con apendicitis en Beijing: ¿a qué centro médico debe acudir? ¿cómo se hace entender con el médico que lo atiende? ¿cuál será el costo que tenga que asumir? La conclusión, luego de todos los análisis y las recomendaciones era y es que las respuestas a esas mismas preguntas, sólo pueden ser dadas por un buen servicio de asistencia al viajero.
Sin embargo, el estudio de caso ya nos ha quedado superado por la situación actual, o al menos incompleto.
Las nuevas preguntas se imponen en plena pandemia y también demandarán respuestas en la "nueva normalidad", como se denomina al ejercicio de futuro que estamos haciendo para prever cómo será todo cuando el coronavirus pase, o haya que convivir con él mientras perdure, con vacuna o sin vacuna, o en el marco de los profundos cambios que nos impondrá la amenaza de nuevas pandemias tras la traumática experiencia del Covid-19.
¿Qué pasa si me tienen que internar y estoy en un lugar sanitariamente colapsado? ¿Cómo se cubren los respiradores si en una ciudad escasean?
Una cobertura médica integral tiene que atender todas las complicaciones médicas, hospitalarias, aislamientos, penalidades por cambios de tickets aéreos, respirador mecánico, asistencia psicológica, entre otras que se le pueden presentar a un viajero en el exterior.
Es imprescindible, en el contexto de pandemia, tener convenios de prestación y garantía de acceso a los elementos necesarios para tratar esta enfermedad. Aquí no sólo estamos hablando de un respirador, sino también prestaciones básicas como un médico a domicilio, teleconferencias médicas, acceso a salas de cuidados intensivos en clínicas privadas, etc.
Hay que decir, además, que el servicio desde siempre no sólo se ha limitado a temas médicos. En un viaje se presentan dificultades e imprevistos de distintas índoles: pérdidas de vuelos, pérdida de equipaje, robos de celulares, robos de equipos deportivos, entre otros ejemplos.
Más preguntas, entonces. ¿Qué hago, por ejemplo, si me cierran la frontera al entrar a un país por un rebrote?
La respuesta a esta situación es que parte de los imponderables deben estar previstos en una buena cobertura. En nuestro caso, la cobertura se amplía automáticamente por 5 días más, sin costo alguno y manteniendo todos los servicios. Si llegado el caso en esos 5 días sigue sin poder retornar a su país, brindamos la posibilidad de contratación en destino (esto en un contexto normal no es viable; es más, es parte de una exclusión) con un descuento que puede ir hasta un 50% dependiendo el producto. Adicionalmente a ello, colaboramos en las gestiones de repatriación, búsqueda de alojamiento y reducción de costos en ese sentido.
En virtud de la nueva normalidad en viajes creemos indispensable brindar una asistencia integral y completa contemplando aspectos más amplios que los vinculados a la medicina tradicional y cuestiones operativas del viaje, sino también considerando el campo psicológico, coberturas de equipos deportivos y una serie de servicios que amplían el alcance.
Pocos lo saben, pero nuestra compañía, Assist Med, ya brindaba cobertura para Covid-19 desde antes de la pandemia. Nos enorgullecemos de ser la única empresa de Latinoamérica que brinda cobertura específica para esta enfermedad.
Más que nunca en el contexto actual el servicio integral de asistencia en viaje es el ítem más importante a contratar cuando se planifica un viaje. La nueva apertura a los viajes en estado de pandemia impone naturalmente contar con un excelente servicio que contemple estas cuestiones y una mirada dinámica para comprender y adaptarnos a las necesidades de los viajeros.













